Thatcher y la crisis de la izquierda
Para Thatcher el cogollo ideol¨®gico fue, por decirlo en palabras de Ronald Reagan, el Estado como problema y no como soluci¨®n
Los grandes pol¨ªticos se caracterizan, primero, por ser capaces de resumir en una idea fuerza electoral los tiempos ideol¨®gicos; segundo, por anclar esa idea en una clase social que le proporcione sostenibilidad; y, tercero, por t¨¢cticas que no permitan la indiferencia, que hegemonicen el debate pol¨ªtico. Adem¨¢s de estas tres caracter¨ªsticas nos hallamos ante un gran l¨ªder cuando ¨¦ste encarna en su trayectoria vital esa idea, esa clase y ese estilo.
En el caso de Margaret Thatcher el cogollo ideol¨®gico fue, por decirlo en palabras de su colega conservador Ronald Reagan, el Estado como problema y no como soluci¨®n.
La clase social que absorbi¨® esta idea para legitimar su dominio social fue la clase media. Y el estilo pol¨ªtico fue la confrontaci¨®n sin cuartel con la izquierda. Y encarnaba personalmente estas caracter¨ªsticas. Su ascenso en el Partido Conservador se debi¨®, primero, a su superioridad intelectual y profesional sobre sus colegas que, ingenuos, nunca sospecharon que una mujer y, adem¨¢s, de clase media baja, podr¨ªa llegar al liderazgo de un partido clasista y, como todos entonces, machista. Margaret Thatcher lleg¨® a Downing Street porque era m¨¢s trabajadora que su competencia en el partido; y, segundo, a una pasi¨®n por el poder, el cual nunca es concedido, siempre es arrancado. Trabajo, m¨¦rito, ambici¨®n y agresividad, los ¨²nicos recursos de los discriminados.
Su ascenso se debi¨®, primero, a su superioridad intelectual y profesional sobre sus colegas
Que el talento de Margaret Thatcher se pusiese finalmente al servicio de ideas conservadoras extremas y a una visi¨®n social sin compasi¨®n, que acabase siendo la primera gran contrarrevolucionaria de la segunda mitad el siglo XX ¡ªdespu¨¦s vinieron Ronald Reagan y Karol Wojtyla¡ª lo podemos dejar a azares biogr¨¢ficos y a su afinidad psicol¨®gica con el autoritarismo, m¨¢s natural a la derecha que a la izquierda, como Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar exhibi¨® sobreactuado en Espa?a. El hecho es que su legado sigue manteniendo a la izquierda a la defensiva porque ¨¦sta todav¨ªa no reconoce que al Estado no hay que defenderlo como est¨¢, que hay que reformarlo.Y la derecha no lo va a reformar, lo va a destruir. La izquierda no ha comprendido que en un mundo global que proporciona oportunidades a demograf¨ªas inmensas hasta ahora en la pobreza s¨®lo el m¨¦rito es fuente de legitimidad. La desigualdad ser¨¢ inevitable. La diferencia ser¨¢ entre una desigualdad de salida, la opci¨®n de derechas, o una igualdad de salida, en que el m¨¦rito es la ¨²nica fuente leg¨ªtima de desigualdad.
No hay pol¨ªtica que valga la pena si no es desde la superioridad moral y desde la fricci¨®n constante con el oponente, y la izquierda espa?ola todav¨ªa est¨¢ instalada en las maneras institucionales y amables, a lo m¨¢ximo ir¨®nicas, de Felipe Gonz¨¢lez.
Margaret Thatcher por ser de clase media baja, por ser de un g¨¦nero discriminado, por su apuesta vital por el m¨¦rito deber¨ªa haber sido de izquierdas, pero ¨¦stas siguen careciendo de atractivo para sectores sociales y psicolog¨ªas que creen en la igualdad de salida, pero no en una igualdad de llegada. Adem¨¢s de estas tres caracter¨ªsticas nos hallamos ante un gran l¨ªder cuando ¨¦ste encarna en su trayectoria vital esa idea, esa clase y ese estilo. Sus ideas partidistas siguen teniendo graves consecuencias y a la izquierda en desconcierto, pero como actor pol¨ªtico es admirable. Valga este homenaje, en tiempos sin liderazgo, a uno de los grandes en la hora de su desaparici¨®n. Ojal¨¢ salgan otros de su estatura. Del otro lado ideol¨®gico, si puede ser.
Jos¨¦ Luis Alvarez es Profesor de Liderazgo de INSEAD, Paris-Singapur.
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