M¨¦xico libera a los ¨²ltimos inocentes de la matanza de Acteal
La Corte Suprema ordena la libertad inmediata de los falsos acusados de asesinar en Chiapas a 45 ind¨ªgenas en 1997
M¨¦xico ha cerrado este mi¨¦rcoles uno de los cap¨ªtulos m¨¢s oscuros de su historia judicial. La Corte Suprema orden¨® la liberaci¨®n inmediata de los ¨²ltimos 15 condenados por el asesinato en 1997 de 45 ind¨ªgenas en Acteal, una aldea de Chiapas, en el sur. El m¨¢ximo tribunal del pa¨ªs reconoce que la Procuradur¨ªa ¨Cfiscal¨ªa- invent¨® pruebas, algunas de forma grotesca, para mandar a la c¨¢rcel a un pu?ado de inocentes. ?Un ejemplo? Uno de los jueces encargados del caso lleg¨® a copiar de Wikipedia una resoluci¨®n de bal¨ªstica.
El asesinato a sangre fr¨ªa de medio centenar de ind¨ªgenas que se encontraban rezando, entre ellos 18 ni?os y cuatro mujeres embarazadas, puso en entredicho al Gobierno de Ernesto Zedillo, el presidente mexicano de la ¨¦poca, al que la sombra de aquellas muertes persigue desde entonces. Su secretario de gobernaci¨®n y el gobernador de ese estado, del mismo partido, dimitieron pero el caso se cerr¨® en falso. En vez de buscar a los verdaderos culpables, las autoridades orquestaron una farsa para achacar la matanza a un conflicto entre comunidades ind¨ªgenas.
La Corte Suprema ha puesto de relieve con esta y otras resoluciones anteriores lo que ven¨ªan denunciando desde hace a?os organizaciones por los derechos humanos y abogados penalistas: todo era una gran mentira para proteger a los verdaderos culpables. La creencia general es que quienes mataron a aquella gente, cercana a un movimiento zapatista en pleno apogeo, fueron grupos paramilitares financiados por el propio Gobierno.
El caso ha estado plagado de irregularidades. El testigo que facilit¨® la primera lista de culpables con todo lujo de detalles en realidad no sab¨ªa ni leer ni hablar en espa?ol. La polic¨ªa elabor¨® un ¨¢lbum de fotos para que los testigos lo tuvieran f¨¢cil a la hora de reconocer a quien ten¨ªan que incriminar. Uno de los jueces agreg¨® delitos que el fiscal no hab¨ªa incluido en su investigaci¨®n. Otro, Mart¨ªn Rangel, copi¨® su resoluci¨®n de la enciclopedia libre de Internet. Este juez obtuvo despu¨¦s un ascenso y hoy d¨ªa es magistrado de un tribunal colegiado.
El asunto lleg¨® al m¨¢ximo tribunal en 2009, cuando se acept¨® una solicitud de demanda de amparo por 57 presos. No solo se hab¨ªan vulnerado sus garant¨ªas procesales sino que tambi¨¦n se hab¨ªan fabricado pruebas en su contra. ¡°Lo tr¨¢gico es que hemos tenido que sortear todos los filtros de la justicia mexicana, un tribunal detr¨¢s de otro, para poder obtener la libertad de unos hombres contra los que no hab¨ªa ni una sola prueba verdadera en su contra¡±, explica a EL PA?S el abogado Javier Cruz Angulo, que lleva el caso desde 2007.
Cruz Angulo no fue el que impuls¨® el reconocimiento de inocencia de estos 15 ¨²ltimos acusados que desde hoy son hombres libres pero el abogado de oficio que redact¨® la resoluci¨®n utiliz¨® sus argumentos para liberarlos. ¡°Ojal¨¢ este caso se estudie en las escuelas de derecho para que jam¨¢s vuelva a ocurrir algo semejante¡±, pide el letrado.
La de Acteal, como se ha venido diciendo en los ¨²ltimos a?os, es una doble tragedia. La de los asesinados cobardemente con machetes y armas de poderoso calibre y la de los desgraciados que han pasado a?os entre rejas por un crimen que no cometieron. Los magistrados de la Corte Suprema solo tienen capacidad de revisar unos 800 casos al a?o, una m¨ªnima parte de los cientos de miles de expedientes que acumula la poblaci¨®n reclusa del pa¨ªs. ¡°Es duro pensar que hay miles de personas que pasan 30, 40 ¨® 50 a?os en las c¨¢rceles de este pa¨ªs sin haber tenido un juicio justo¡±, lamenta Cruz Angulo. Es la parte en sombra de la mal llamada justicia mexicana.
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