Colombia devuelve tierras a los campesinos despojados por paramilitares

Tras 20 a?os de desplazamiento y despojo, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y su ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, encabezaron este mi¨¦rcoles un acto simb¨®lico en zona rural de Monter¨ªa, en el norte?o departamento de C¨®rdoba ¨Cepicentro del paramilitarismo y del conflicto armado en Colombia¨C, en el que le devolvieron a 60 familias campesinas las tierras que les fueron arrebatadas por grupos armados.

En Colombia se calcula que m¨¢s de 6,6 millones de hect¨¢reas fueron usurpadas como consecuencia de la violencia en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, en un pa¨ªs en el que el 1,5% de los propietarios tiene el 52% de la tierra que se puede cultivar, seg¨²n los analistas del tema agrario.

En este caso, los responsables del despojo fueron los hermanos Fidel, Vicente y Carlos Casta?o, un clan de narcos y paramilitares, quienes le hab¨ªan donado, supuestamente, estas fincas a cientos de familias campesinas en 1991, como parte de lo que ellos llamaron un plan de pacificaci¨®n del departamento de C¨®rdoba.

Este acto tiene una gran significaci¨®n para el pa¨ªs, porque la justicia confirma que este clan paramilitar, que cre¨® la tenebrosa Autodefensas Campesinas de C¨®rdoba y Urab¨¢, us¨® su m¨¢quina de guerra para acumular tierras y despojar a cientos de campesinos con el uso de la violencia.

Estos paramilitares, quienes ten¨ªan nexos con narcotraficantes y se hab¨ªan convertido en una banda de justicia privada en la regi¨®n que cometi¨® masacres y desapariciones, hicieron una falsa desmovilizaci¨®n en 1991 y promovieron en el norte del pa¨ªs el supuesto plan de pacificaci¨®n de la regi¨®n del Urab¨¢ antioque?o y cordob¨¦s, una zona de grandes plantaciones bananeras y tambi¨¦n epicentro del conflicto armado y del narcotr¨¢fico del Cartel de Medell¨ªn en cabeza de Pablo Escobar.

Los Casta?o vendieron al pa¨ªs que, como parte de su desmovilizaci¨®n, har¨ªan una reforma agraria a trav¨¦s de una fundaci¨®n por la paz de C¨®rdoba, llamada Funpazcor, a trav¨¦s de la que entregaron miles de hect¨¢reas de tierra a campesinos pobres, pero que seg¨²n se ha conocido por investigaciones de la justicia no era m¨¢s que una farsa para mantener el control de la regi¨®n. Fue as¨ª como a los campesinos que les donaron las tierras, les incluyeron en las escrituras extra?as cl¨¢usulas que limitaban la forma en la que usar¨ªan las fincas, entre las que estaban que nunca podr¨ªan venderlas.

Sin embargo, pocos a?os despu¨¦s, tras la muerte del patriarca Fidel, sus hermanos decidieron deshacer las donaciones y despojar a los campesinos de las parcelas. A algunos de los que se opusieron, les ordenaron vender sus tierras a testaferros tras quemar sus propiedades y amenazarlos.

Estas tierras fueron revendidas por los paramilitares a personas cercanas a ellos, pero, tras la desmovilizaci¨®n en 2006 de la llamada ¡®Casa Casta?o¡¯ y el proceso de restituci¨®n de tierras que se inici¨® con la sanci¨®n de la Ley de V¨ªctimas en 2012, los campesinos que fueron despojados por la violencia paramilitar solicitaron a jueces agrarios su devoluci¨®n.

En tres sentencias expedidas a lo largo de este a?o, un juez de restituci¨®n de tierras de Antioquia, tras comprobar que las ventas que se efectuaron sobre estos terrenos se hicieron bajo presi¨®n, orden¨® al Estado devolverles a las 60 familias v¨ªctimas de los hermanos Casta?o, 272 hect¨¢reas de tierras que se concentran en la finca Santa Paula, as¨ª como los respectivos t¨ªtulos que los acreditan como los leg¨ªtimos due?os. Estas familias recibieron cerca de 360.000 euros para la construcci¨®n de sus viviendas en los predios recuperados y otro tanto para financiar proyectos productivos.

A la fecha, en el pa¨ªs hay m¨¢s de 1.500 demandas de restituci¨®n de tierras y en casi seis meses que lleva funcionando esta nueva jurisdicci¨®n civil se han fallado 41 de ellas a favor de campesinos que han sido despojados de sus propiedades por grupos paramilitares y guerrilleros.

Sin embargo, muchas de estas sentencias no han podido ser ejecutadas porque en el pa¨ªs varios de estos reclamantes de tierras han sido amenazados o asesinados por los grupos que aun mantienen control sobre territorios como C¨®rdoba, en donde delinquen las llamadas bandas criminales ¨C herederos de los paramilitares- y las guerrillas como las FARC. La ¨²ltima v¨ªctima, ?ver Cordero, fue asesinado el martes en la noche. Por rechazo a este hecho, 46 l¨ªderes de v¨ªctimas y reclamantes de tierras en la regi¨®n, decidieron no acompa?ar la entrega de las parcelas en Santa Paula.