Napolitano se da por vencido ante el bloqueo pol¨ªtico italiano
El presidente italiano recibe las conclusiones del comit¨¦ de sabios que hab¨ªa nombrado sin encontrar una salida a la crisis pol¨ªtica Descarta que la soluci¨®n pase por un Ejecutivo t¨¦cnico
Italia sigue donde estaba hace mes y medio. En medio del caos y sin saber para d¨®nde tirar. Despu¨¦s de escuchar las conclusiones tan previsibles sobre la situaci¨®n pol¨ªtica italiana a las que han llegado 10 sabios ¨Cninguna sabia¡ª despu¨¦s de 10 d¨ªas de intenso trabajo, el presidente de la Rep¨²blica, Giorgio Napolitano, ha llegado de nuevo al punto de partida: ¡°Solo de la colaboraci¨®n entre los partidos puede salir el nuevo Gobierno que el pa¨ªs necesita urgentemente¡±. A continuaci¨®n, el anciano presidente, cuyos siete a?os de mandato concluyen el pr¨®ximo 15 de mayo, ha bajado finalmente las manos: ¡°Ser¨¢ mi sucesor quien deber¨¢ sacar las conclusiones¡±. O sea, que los mismos partidos que no son capaces de ponerse de acuerdo para construir un gobierno, aunque sea de corta duraci¨®n, tendr¨¢n que acordar qui¨¦n ser¨¢ el jefe del Estado italiano de aqu¨ª al 2020.
La aver¨ªa es grande. Hasta el punto de ahogar en la impotencia los ¨²ltimos d¨ªas de la presidencia de Napolitano. El presidente, de 87 a?os, ha explicado hoy sin tapujos el camino recorrido desde que las elecciones del 24 y 25 de febrero pasados arrojaran un mapa pol¨ªtico endemoniado: el centroizquierda no gan¨® con holgura para gobernar, el Movimiento 5 Estrellas obtuvo ocho millones de votos que no quiere compartir con nadie, y el centroderecha de Silvio Berlusconi qued¨® en tercer lugar y, pese a perder seis millones y medio de votos, se ha convertido de nuevo en el ¨¢rbitro de la pol¨ªtica italiana. Napolitano record¨® que ha llevado a cabo ¡°dos rondas de consultas¡±. Tras la primera, encarg¨® al secretario general del Partido Democr¨¢tico (PD) y candidato del centro-izquierda, Pier Luigi Bersani, que recabara los apoyos necesarios para formar Gobierno.
Tras el fracaso de Bersani, el presidente de la Rep¨²blica volvi¨® a convocar a los l¨ªderes de los partidos y, tras constatar que la situaci¨®n estaba todav¨ªa muy verde, anunci¨® la creaci¨®n de dos grupos de ¡°sabios¡± para que confeccionasen un proyecto de m¨ªnimos, una relaci¨®n de las reformas b¨¢sicas y urgentes que necesita el pa¨ªs, una especie de hoja de ruta esencial que pudieran aceptar las formaciones pol¨ªticas. La iniciativa, que naci¨® entre el escepticismo de los partidos e incluso de los propios expertos ¨Cuno de ellos fue v¨ªctima de un enga?o radiof¨®nico en el que terminaba confesando a una supuesta amiga que la ocurrencia de Napolitano no servir¨ªa para nada--, ha muerto de obviedad. Lo que los sabios han puesto negro sobre blanco es lo que todo el mundo sabe que Italia necesita, pero que los partidos ¨Cm¨¢s pendientes de sus guerras peque?as que de sanear la democracia¡ªhan sido incapaces de sacar adelante. Ni siquiera durante el paro t¨¦cnico impuesto por el Gobierno del tecn¨®crata Mario Monti anim¨® a los partidos a emprender las reformas.
Por ejemplo. A nadie se le escapa que el bicameralismo perfecto que rige en Italia ¨Cel Gobierno tiene que ser investido tanto por el C¨¢mara de Diputados como por el Senado¡ªes un callej¨®n que conduce a la ingobernabilidad, sobre todo teniendo en cuenta que la actual ley electoral ¨Cotra de las reformas inaplazables¡ª es una aut¨¦ntica chapuza. La comisi¨®n de los llamados sabios estuvo de acuerdo en que el Senado se convierta en una especie de c¨¢mara auton¨®mica, que el n¨²mero de diputados se reduzca de 630 a 480 y el de senadores de 315 a 120, que la ley electoral se sustituya por otra inspirada en el modelo alem¨¢n, el espa?ol o tal vez en uno mixto. El grupo de sabios que se dedic¨® a los aspectos econ¨®micos y sociales no result¨® ser m¨¢s brillante. Apost¨® por una reforma fiscal, por potenciar el turismo y por valorar como se merece el inmenso ¨Cy a menudo muy descuidado¡ªpatrimonio cultural de Italia. Tambi¨¦n estuvieron de acuerdo los sabios en que la financiaci¨®n de los partidos pol¨ªticos no se puede eliminar del todo ¨Ccomo propone el Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo¡ªy alertaron sobre la falta de trabajo, el principal problema de Italia, y los alarmantes ¨ªndices de pobreza¡ O lo que es lo mismo: nada nuevo bajo el sol.
Eso s¨ª, Napolitano dej¨® meridianamente claro que la experiencia del gobierno t¨¦cnico no debe repetirse. Lo justific¨® as¨ª: ¡°El Gobierno no pod¨ªa nacer con el impulso del presidente de la Rep¨²blica, recorriendo un camino parecido al llevado a cabo en noviembre de 2011. Ahora la palabra y las decisiones corresponden a los partidos pol¨ªticos¡±. Unos partidos que, bajo una guerra incesante de rumores y maldades, tratan de encontrar un nombre que pueda ostentar la m¨¢s alta representaci¨®n del Estado durante los pr¨®ximos siete a?os. Alguien que, como Napolitano en los ¨²ltimos a?os, sea capaz de batirse el cobre por Italia sin arrimar el ascua a sus intereses personales. Alguien de lo que ya no hay.
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