EE UU opta por mantenerse al margen de la campa?a venezolana

En la ¨²ltima semana previa a los comicios presidenciales de Venezuela, ni la Casa Blanca ni el Departamento de Estado se han pronunciado sobre el proceso electoral. Estados Unidos ha optado por no interferir en la campa?a venezolana para evitar ser acusado de intervencionismo por cualquiera de los dos candidatos. Washington est¨¢ dispuesto a favorecer la transici¨®n democr¨¢tica en el Estado sudamericano, pero manteniendo la estrategia de neutralidad y no confrontaci¨®n que ha presidido la relaci¨®n bilateral de Geroge W. Bush y Barack Obama mientras Hugo Ch¨¢vez se mantuvo en el poder.

Hasta el momento, las declaraciones m¨¢s precisas de la Administraci¨®n Obama sobre el proceso electoral de Venezuela las pronunci¨® la subsecretaria de Estado para Am¨¦rica Latina, Roberta Jacobson, en una entrevista concedida a este diario. ¡°[Henrique] Capriles podr¨ªa ser un presidente bueno, pero nosotros no tenemos un favorito¡±, asegur¨® Jacobson. A diferencia de las pasadas elecciones de septiembre, en donde la Casa Blanca reconoci¨® que esperaba un resultado ajustado, en esta ocasi¨®n, la victoria de Nicol¨¢s Maduro, el heredero pol¨ªtico de Ch¨¢vez, parece segura. ¡°Siempre puede ganar cualquiera¡±, reconoci¨® Jacobson a EL PA?S, "pero creo que ser¨¢ dif¨ªcil que Capriles lo haga con tan poco tiempo por delante¡±.

La Casa Blanca aspira a normalizar las relaciones con Venezuela -a la evidente lejan¨ªa pol¨ªtica se sum¨® la diplom¨¢tica a finales de 2010, con la retirada de sus respectivos embajadores-. Con Capriles en el poder, el empe?o de Washington probablemente ser¨ªa m¨¢s sencillo. Maduro ha demostrado ya una tendencia a continuar con la ret¨®rica beligerante del chavismo. Horas antes de anunciar la muerte de Ch¨¢vez, su n¨²mero dos, acus¨® a EE UU orquestar un complot para asesinar al presidente e inform¨® de la expulsi¨®n de dos consejeros militares de la Embajada.

Obama siempre huy¨® del enfrentamiento directo con Ch¨¢vez y, de momento, ha seguido la misma t¨¢ctica con Maduro. Sea quien sea el ganador, la Administraci¨®n Obama est¨¢ dispuesta a seguir con Venezuela la misma pol¨ªtica de los ¨²ltimos a?os, tendente a explotar los intereses comunes en los que pueden avanzar con confianza -¡±narcotr¨¢fico, intercambio comerciales¡±, se?al¨® Jacobson- y evitar la confrontaci¨®n. En este sentido, la dependencia de EE UU del petr¨®leo venezolano es una raz¨®n de peso para no forzar las relaci¨®n bilateral.

M¨¢s all¨¢ de fortalecer los v¨ªnculos entre ambos pa¨ªses, a Washington le importa que el proceso electoral de este domingo sea limpio y transparente y, en este sentido, la ausencia de la OEA o de otros observadores internacionales que act¨²en como garantes de los comicios preocupa a la Administraci¨®n estadounidense. ¡°En las ¨²ltimas elecciones no los invitaron, aunque lo importante es que los observadores locales s¨ª tengan permiso para cumplir su funci¨®n¡±, indic¨® Jacobson.

EE UU, sin embargo, no tiene intenci¨®n de presionar tampoco a Venezuela en este sentido. "Este proceso es enteramente de los venezolanos", asegur¨® un funcionario de la Administraci¨®n en las ¨²ltimas semanas. La Casa Blanca se ha decantado por mantener la m¨¢xima prudencia, consciente de que, cualquier desliz, s¨®lo contribuir¨ªa a reforzar la imagen de Maduro.

Esta prudencia de Obama ha sido criticada por varios pol¨ªticos republicanos que han demandado al presidente una respuesta m¨¢s contundente ante las provocaciones de Ch¨¢vez. El mandatario jam¨¢s ha querido dar ox¨ªgeno a la ret¨®rica chavista, sin embargo. Todo lo contrario que el senador republicano y una de las figuras emergentes de esa formaci¨®n, Marco Rubio. En un comunicado emitido por su oficina este s¨¢bado, Rubio ha asegurado que "las democracias occidentales apoyar¨¢n a los nuevos l¨ªderes venezolanos si persiguen invertir el desastre socialista de los ¨²ltimos 14 a?os y restaurar el Estado de Derecho, los principios democr¨¢ticos y la libertad de empresa".