Victoria m¨¢s que discutida

Son muchas las consultas ¨²ltimas en Am¨¦rica Latina que, ante resultados ajustados, han sido valoradas de forma poco limpia y transparente por alguno de los candidatos en liza. Y no digamos si ese proceso se desarrolla dentro de un contexto de enfrentamiento sin puentes de entendimiento ¡ªni tan siquiera m¨ªnimos¡ª y con un nivel de dureza y rivalidad tan extrema como sucede en Venezuela.

Lo vivido en la jornada electoral ha sido otro paso en estas dos formas de entender el proceso pol¨ªtico en ese pa¨ªs; especialmente irreconciliable desde la muerte de Hugo Ch¨¢vez, el omnipresente l¨ªder, tambi¨¦n en los ¨²ltimos actos de esta tensa representaci¨®n en donde se enmarca la consulta electoral presidencial y las distintas interpretaciones de ambos candidatos ante los poco menos de 300.000 votos que separan a Maduro de Capriles. Una victoria p¨ªrrica, m¨¢s aun si se tienen en cuenta el contexto y la clara desigualdad de los candidatos en todas las fases de esta corta y sobrevenida consulta, tambi¨¦n en el desarrollo del d¨ªa electoral.

La inevitable visi¨®n parcializada de la realidad que pueda tener una misi¨®n internacional electoral en su visita a los distintos colegios no es una prueba matem¨¢tica en la observaci¨®n de unas variables perfectamente mesurables, pero s¨ª es uno de los m¨¦todos reconocidos por la comunidad internacional y por el derecho de observaci¨®n electoral para medir el tono y la limpieza democr¨¢tica, as¨ª como la transparencia de una consulta. M¨¢s aun, cuando no existen un reconocimiento del estatuto internacional de observaci¨®n electoral ¡ªcomo ocurre con el Gobierno venezolano y la m¨¢s que discutida figura de ¡°acompa?amiento electoral¡±¡ª que busca dejar sin contenido real el papel veedor por parte de la comunidad nacional e internacional ante un proceso de consulta.

Lo vivido en la jornada electoral y lo observado sobre las condiciones previas, la publicidad en los d¨ªas de reflexi¨®n a favor del candidato gubernamental en todos los medios p¨²blicos financiados con el dinero de todos los venezolanos, desarrollo discutible y discutido ¡ªpor los testigos interventores de la oposici¨®n y grupos de la observaci¨®n¡ª en numerosos colegios respecto a votos no claros ejercidos con distintos m¨¦todos, petici¨®n de voto en la jornada electoral de forma organizada o con marchas en muchos distritos, cierre de algunos colegios o la extensi¨®n poco justificada del horario electoral en otros; todas estas cuestiones y algunas m¨¢s, justifican la petici¨®n realizada por Capriles solicitando un recuento ciudadano, voto a voto, antes de que el Consejo Nacional Electoral declare un definitivo ganador.

Existen dudas, m¨¢s que razonables, de la limpieza plena y rotundamente democr¨¢tica de estos comicios, desde las necesarias condiciones observadas por terceros imparciales y objetivos en este proceso.

Es necesario un recuento detallado e imparcial para avalar la victoria de Maduro. Dicha auditoria no se puede hacer esperar si no se quiere cerrar en falso esta fase en la historia de los venezolanos y para no seguir incrementando el cisma y los niveles de crispaci¨®n en este pa¨ªs. En el discurso que Maduro pronunci¨® ayer tras conocer los resultados, adelant¨® que est¨¢ dispuesto a que se cuenten todos los votos. Veremos si este pronunciamiento tan importante para garantizar la democracia en Venezuela se mantiene constante.

Gustavo Palomares es miembro de la Misi¨®n Electoral Internacional en Venezuela, catedr¨¢tico europeo en la UNED y presidente del Instituto de Altos Estudios Europeos.