Legislador Rehn
El pol¨ªtico no tiene m¨¢s certezas estad¨ªsticas sobre los multiplicadores fiscales que usted o que yo
Perplejidad. Eso es lo que transmite la pugna acerca de la austeridad que sostienen la Comisi¨®n Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
?El debate es tan extremadamente t¨¦cnico como profundamente pol¨ªtico. En esencia, se trata de averiguar cu¨¢nto se reduce el PIB de un pa¨ªs con cada punto de recorte fiscal. Puede parecer algo complejo pero no lo es tanto: en funci¨®n del valor del llamado ¡°multiplicador fiscal¡±, los recortes pueden salvar una econom¨ªa o hundirla.
Los blogs nacionales e internacionales donde los economistas debaten de estos asuntos bullen con an¨¢lisis y contraan¨¢lisis donde se defienden o atacan las pol¨ªticas de austeridad que est¨¢ siguiendo la UE. El problema no es solo que la discusi¨®n que mantienen en torno a los multiplicadores fiscales haya alcanzado unos niveles de complejidad que ya quisiera la escol¨¢stica para s¨ª misma. La cuesti¨®n es que, aunque sobre el papel, las recetas y los trabajos de estos economistas tengan una presentaci¨®n impecable, con sus correspondientes gr¨¢ficos, tablas estudios de caso y f¨®rmulas estad¨ªsticas, lo que uno ve cuando uno se asoma a la cocina es un debate muy virulento en el que a menudo se cruzan gruesas acusaciones sobre incompetencia, manipulaci¨®n de datos o sesgos ideol¨®gicos.
?Qu¨¦ se puede extraer de esa discusi¨®n? En el mejor de lo casos, es decir, suponiendo que todos los expertos act¨²en de buena fe, y teniendo en cuenta las limitaciones de la ciencia econ¨®mica, que no es una ciencia natural como la f¨ªsica o la qu¨ªmica, podemos concluir que existe una duda m¨¢s que razonable sobre si la pol¨ªtica que se est¨¢ imponiendo desde Bruselas (Comisi¨®n, Eurogrupo y Banco Central), es la adecuada. Si algo sabemos con un 100% de certeza es que no sabemos lo suficiente y, por tanto, que nadie puede asegurar al 100% que est¨¢ en lo cierto. No es mucho, pero suficiente para comenzar a articular un debate p¨²blico acerca de una receta que se parece m¨¢s a un dogma o verdad revelada que a una pol¨ªtica p¨²blica.
A la confusi¨®n y sospecha hay que a?adir pues la perplejidad que produce observar que dos de las instituciones que conforman la llamada troika, la Comisi¨®n y el FMI, se permiten discrepar p¨²blicamente de forma recurrente acerca de las pol¨ªticas de austeridad. La idea de crear estas organizaciones y poner a su frente a autoridades no electas democr¨¢ticamente es que sus amplios conocimientos t¨¦cnicos sobre c¨®mo hacer crecer una econom¨ªa y crear empleo les legitiman para gobernar sin el consentimiento popular y sin poder ser revocados en elecciones peri¨®dicas. Aceptando el principio de que hay pol¨ªticas que no pueden ser sometidas a votaci¨®n damos un gran paso atr¨¢s en nuestra democracia, pues la democracia, si en algo consiste, es en poder echar a los malos gobernantes que aplican malas pol¨ªticas. Si lo hacemos es porque, a cambio de perder legitimidad y representatividad, ganamos en eficacia.
?Recuerdan el ¡°todo para el pueblo, pero sin el pueblo¡± del despotismo ilustrado. Pues hete aqu¨ª a donde hemos llegado en la situaci¨®n actual europea, que del despotismo ilustrado nos hemos quedado con el despotismo pero no con la Ilustraci¨®n. Es decir, con un despotismo incompetente t¨¦cnicamente al que no podemos desafiar, ni con sesudos an¨¢lisis econ¨®micos ni con un control pol¨ªtico electoral o parlamentario. De todo ello es m¨¢ximo exponente el Comisario Rehn, el finland¨¦s responsable de las recomendaciones (muchas de ellas vinculantes) que sus servicios acaban de hacer a Espa?a en su reciente Revisi¨®n a Fondo sobre la Prevenci¨®n de Desequilibrios Macroecon¨®micos (SWD 2013/116 del 10 de abril), entre las que destacan la recomendaci¨®n de subir m¨¢s el IVA y abaratar m¨¢s a¨²n el despido.
Rehn no es exactamente un t¨¦cnico sino un pol¨ªtico en activo (diputado y vicepresidente del Partido de Centro finland¨¦s entre 1988 y 1994, despu¨¦s eurodiputado adscrito al partido liberal-democr¨¢tico, ALDE, entre 1995 y 1998). El Comisario tiene un doctorado en ciencias pol¨ªticas por la Universidad de Oxford, lo cual es muy loable, pero no tiene m¨¢s certezas estad¨ªsticas o emp¨ªricas sobre los multiplicadores fiscales que usted o que yo. Sin embargo, el futuro de un pa¨ªs (Espa?a) en el que el desempleo ha desbordado los seis millones y amenaza con llegar al 27%, est¨¢ en sus manos. Equivocarse en la selecci¨®n de la pol¨ªtica econ¨®mica es un lujo que no nos podemos permitir. Si lo hacemos, ?le diremos a la siguiente generaci¨®n que lo hicimos involuntariamente, o que no tuvimos el valor de hacer las preguntas adecuadas?
S¨ªgame en @jitorreblanca y Caf¨¦ Steiner en elpais.com
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.