Bersani anuncia su dimisi¨®n al frente de la izquierda italiana
El l¨ªder del Partido Democr¨¢tico presenta su renuncia despu¨¦s de la elecci¨®n del presidente de la Rep¨²blica. Romano Prodi, segundo candidato de la izquierda, cae v¨ªctima de sus propios diputados
El centro-izquierda italiano no necesita rivales. Se derrota solo. 53 d¨ªas despu¨¦s de vencer por la m¨ªnima las elecciones generales y no haber logrado a¨²n formar gobierno, el secretario general del Partido Democr¨¢tico (PD), Pier Luigi Bersani, present¨® la noche del viernes su dimisi¨®n irrevocable tras intentar en vano que sus dos candidatos a presidente de la Rep¨²blica, Franco Marini y Romano Prodi, resultaran elegidos por culpa de las divisiones internas de su propio partido. Tras comprobar que 101 de sus parlamentarios hab¨ªan votado en contra de la candidatura de Prodi, Bersani se lament¨® con amargura: ¡°Uno de cada cuatro nos ha traicionado¡±. Para terminar de complicar el cuadro, la presidenta del PD, Rosy Bindi, tambi¨¦n anunci¨® su dimisi¨®n. La renuncia de Pier Luigi Bersani se formalizar¨¢ una vez que sea elegido el sustituto de Giorgio Napolitano.
La agon¨ªa pol¨ªtica de Bersani se convirti¨® en irreversible el jueves. Su candidato a presidente de la Rep¨²blica, el exsindicalista cat¨®lico Franco Marini, pactado con el centro-derecha de Silvio Berlusconi y con los centristas de Mario Monti, no alcanz¨® la mayor¨ªa de dos tercios porque algunos diputados del Partido Democr¨¢tico (PD) prefirieron no votarle. El jefe del partido, Pier Luigi Bersani, acept¨® su error, retir¨® la candidatura de Marini y convoc¨® en la ma?ana del viernes unas primarias de urgencia en las que sali¨® elegido, por unanimidad, un nuevo candidato, el exprimer ministro Romano Prodi. La infanter¨ªa del PD, algunos de cuyos miembros hab¨ªan quemado el d¨ªa anterior sus carn¨¦s del partido en protesta por el acuerdo deshonroso con Berlusconi, respir¨® tranquila al tiempo que Il Cavaliere entraba en p¨¢nico. Bersani esper¨® hasta la cuarta votaci¨®n ¨Ca partir de la cual solo se necesita la mayor¨ªa absoluta¡ªy present¨® a Prodi¡ Que tampoco sali¨® elegido porque un centenar de parlamentarios del PD decidi¨® no votarle.
En la jerga pol¨ªtica y period¨ªstica italiana ¨Cy en la tercera acepci¨®n de la RAE¡ªse llama ¡°francotirador¡± a quien act¨²a por su cuenta sin atenerse a la disciplina de grupo. El centro-izquierda italiano tiene los tejados llenos. El jueves, Franco Marini ¨Cel candidato de Bersani bien visto por Berlusconi¡ª logr¨® 521 votos, muy lejos de los 672 que necesitaba para llegar a los dos tercios. El viernes, Romano Prodi ¨Cel candidato temido por Berlusconi-- solo logr¨® 395, tambi¨¦n lejos de los 504 apoyos que marcan la mayor¨ªa absoluta. Pero el dato dram¨¢tico para Pier Luigi Bersani es que, sobre el papel, el centro-izquierda contaba con 496 votos en propiedad ¨Ca solo ocho de la mayor¨ªa absoluta--, lo que quiere decir que 101 diputados del centro-izquierda son aut¨¦nticos francotiradores, rebeldes no se sabe con qu¨¦ causa, pero no desde luego con la de la direcci¨®n del partido.
El caos es perfecto. No le falta un detalle. El patinazo de Bersani el jueves parec¨ªa haberse subsanado la ma?ana del viernes cuando los grandes electores del centro-izquierda ¨Cdiputados, senadores y representantes de las regiones¡ªdecidieron romper el acuerdo con Berlusconi sobre la candidatura de Franco Marini y recurrir a Romano Pradi. El l¨ªder ¨Caunque cada hora menos¡ªdel PD se las promet¨ªa muy felices porque el Movimiento 5 Estrellas (M5S) de Beppe Grillo hab¨ªa dicho en alg¨²n momento que el ex primer ministro italiano y expresidente de la Comisi¨®n Europea les parec¨ªa un buen candidato a la jefatura del Estado. De hecho, Prodi figuraba entre los 10 candidatos que los 40.000 internautas asociados al M5S hab¨ªan votado como posible presidente. Pero la alegr¨ªa de Bersani dur¨® poco. El c¨®mico Beppe Grillo anunci¨® que ¨Cdespu¨¦s de la intentona del PD de pactar con el PDL de Berlusconi-- sus parlamentarios descartaban apoyar a Prodi y seguir¨ªan votando a su propio candidato, el prestigioso jurista Stefano Rodot¨¤.
Y, como las desgracias nunca llegan solas, enseguida se supo que Mario Monti tambi¨¦n dejaba tirado a Bersani. En una declaraci¨®n muy t¨ªpica suya ¨CProdi es un magn¨ªfico candidato, pero yo tengo uno mejor, mientras una sonrisa beat¨ªfica iba subrayando la pu?alada trapera--, el primer ministro tecn¨®crata present¨® a Anna Maria Cancellieri, su ministra del Interior. As¨ª que Pier Luigi Bersani solo contaba con sus propios votos. O eso cre¨ªa ¨¦l.
Entretanto llegaba la cuarta votaci¨®n ¨Cla tercera se fue por el sumidero de los votos en blanco--, Silvio Berlusconi dio orden a los suyos de convertir la C¨¢mara de Diputados y sus aleda?os en una manifestaci¨®n de protesta contra el PD y, sobre todo, contra Prodi. La diputada Alessandra Mussolini ¨Cpianista de jazz y nieta del dictador del mismo nombre¡ªse present¨® en el Parlamento con una camiseta blanca en la que se pod¨ªa leer: ¡°El diablo viste Prodi¡±. Fuera, algunos simpatizantes de Il Cavaliere repart¨ªan bocadillos de mortadela ¨Ca Prodi le apodan ¡°El Mortadela¡±-- en conmemoraci¨®n de aquel 24 de enero de 2008 en que los parlamentarios de Berlusconi celebraron con champ¨¢n y mortadela la ca¨ªda del Gobierno de Prodi tras una lenta agon¨ªa de dos a?os que presenci¨® desde su puesto de presidente del Senado el ahora tambi¨¦n ca¨ªdo en desgracia Franco Marini.
La situaci¨®n dej¨® sin salida a Bersani. Su m¨¢ximo rival dentro del partido, el alcalde de Florencia, Matteo Renzi, atac¨® enseguida diciendo que la candidatura de Prodi ya est¨¢ quemada. Una obviedad, por cuanto el expresidente de la Comisi¨®n Europea ya estaba redactando su renuncia en la que, de paso, lanzaba una advertencia: ¡°Quien me ha tra¨ªdo hasta aqu¨ª debe asumir sus propias responsabilidades¡±. Bersani se lo tom¨® al pie de la letra mientras entre los partidarios de Silvio Berlusconi y de Beppe Grillo estallaba la fiesta. Aunque es muy dif¨ªcil predecir nada en medio del caos m¨¢s absoluto, se especula que el PD ¨Co lo que va quedando¡ªpuede optar por dos posibles salidas. Presentar la candidatura de Massimo D¡¯Alema para as¨ª obtener los votos de Berlusconi o aceptar de una vez que el candidato de Beppe Grillo, el jurista Stefano Rodot¨¤, ser¨ªa un presidente visto con buenos ojos por las bases del PD y por los ciudadanos hartos del pasteleo infinito de la pol¨ªtica italiana. La soluci¨®n, no se sabe cu¨¢ndo.
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