El euro en Polonia: hoy en d¨ªa, solamente en la teor¨ªa
Para adoptar la moneda com¨²n, el pa¨ªs debe reformar su Constituci¨®n y el sector p¨²blico
Los polacos son los m¨¢s entusiastas entre las naciones de Europa respecto a la Uni¨®n Europea, lo que, sin embargo, no se traduce en la misma actitud frente a la moneda com¨²n. Incluso antes de que estallara la global crisis financiera y de deuda en los pa¨ªses del sur de Europa, los sondeos mostraban que, como mucho, la mitad de los polacos aprobaban la adhesi¨®n de Polonia a la zona euro. En los ¨²ltimos a?os, dicho porcentaje ha disminuido de forma dr¨¢stica.
La actitud esc¨¦ptica de los polacos frente al euro es motivo de euroescepticismo entre los pol¨ªticos polacos, que adem¨¢s se est¨¢ acentuando a medida que llega m¨¢s informaci¨®n sobre los problemas de los pa¨ªses de la zona euro, por ejemplo, sobre la crisis bancaria en Chipre y las acciones de rescate cuyo coste tendr¨¢n que soportar los contribuyentes. Cuando en mayo de 2003 los polacos votaban en el refer¨¦ndum a favor de la adhesi¨®n de Polonia a la Uni¨®n Europea, la decisi¨®n fue apoyada por todos los partidos pol¨ªticos importantes. En dicho refer¨¦ndum los polacos tambi¨¦n se mostraron a favor de la adhesi¨®n a la zona euro, dado que dicho compromiso ten¨ªa su origen en los Tratados Europeos.
No obstante, en 2003, durante la campa?a del refer¨¦ndum, la moneda com¨²n no fue objeto de debate p¨²blico. Los pol¨ªticos y expertos polacos daban por sentada la adopci¨®n del euro al cabo de algunos a?os. Los optimistas hablaban del a?o 2006, los pesimistas preve¨ªan que dicho acontecimiento tendr¨ªa lugar a finales de la d¨¦cada. Hoy en d¨ªa, no parece realista que los polacos paguen con la moneda europea antes del a?o 2020.
Despu¨¦s de la entrada de Polonia en la Uni¨®n Europea, los partidos de derechas, sobre todo el partido Ley y Justicia, comenzaron a mostrar su rechazo hacia la moneda com¨²n y hacia la mayor integraci¨®n dentro de la Uni¨®n (por ejemplo, hacia el Tratado sobre estabilidad, coordinaci¨®n y gesti¨®n dentro de la uni¨®n econ¨®mica y monetaria, conocido generalmente como el Pacto Fiscal). Una actitud como esta concuerda con los temores de muchos polacos, principalmente de las localidades peque?as, apegados a los valores tradicionales.
Las ventajas de la presencia de Polonia en la Uni¨®n Europea no dejan lugar a dudas y se miden con la afluencia de los fondos estructurales y subvenciones directas para la agricultura. De ah¨ª que los euroesc¨¦pticos polacos no exijan la salida de la Uni¨®n Europea. Critican, sin embargo, el funcionamiento de las instituciones europeas y sobre todo la zona euro.
La Constituci¨®n adoptada en Polonia en 1997 gracias a los votos de la izquierda y los partidos del centro (la derecha, despu¨¦s de haber perdido las elecciones en 1993, no estaba representada en el Parlamento) incluye una disposici¨®n que estipula que el banco central del pa¨ªs es el Banco Nacional de Polonia, al cual le corresponde el derecho exclusivo de emitir dinero, as¨ª como definir y llevar a cabo la pol¨ªtica monetaria. Dicha disposici¨®n impide la adopci¨®n del euro en Polonia sin que se hagan cambios dentro de la Constituci¨®n, lo que requiere una mayor¨ªa de dos tercios de los votos en la C¨¢mara Baja del Parlamento.
En los dos ¨²ltimos a?os, el euroesc¨¦ptico Ley y Justicia obtuvo m¨¢s de un tercio de los esca?os, suficientes para bloquear las enmiendas a la Constituci¨®n. Algunos partidarios de la entrada de Polonia en la zona euro opinan que dicha cuesti¨®n deber¨ªa ser el eje de la campa?a antes de las pr¨®ximas elecciones previstas para el 2015. No obstante, la idea conlleva bastante riesgo, ya que la moneda europea recibe poco apoyo por parte de la sociedad polaca.
Los m¨¢s entusiastas respecto a la zona euro son hoy en d¨ªa los pol¨ªticos de la izquierda. Cuentan con argumentos m¨¢s bien econ¨®micos que pol¨ªticos. Abogan por una mayor integraci¨®n de Europa y creen que dicho proceso tendr¨¢ lugar dentro de la zona euro. Si Polonia no formara parte de ella, el pa¨ªs, seg¨²n los euroentusiastas, se quedar¨¢ al margen de Europa.
La falta de entusiasmo de la sociedad polaca hacia la moneda europea ha sido uno de los motivos por los que los siguientes Gobiernos pospusieron la decisi¨®n sobre la adhesi¨®n a la zona euro. El proceso de adopci¨®n del euro conlleva una serie de riesgos y costes. La fijaci¨®n del tipo de cambio en el marco del mecanismo ERM II puede animar a los que apuestan con la moneda al ataque especulativo, especialmente peligroso debido al hecho de que Polonia cuenta con el mayor mercado de divisas dentro de Europa Central.
Con el objetivo de evitar el riesgo de desestabilizaci¨®n, Polonia deber¨ªa equilibrar sus finanzas, lo que requerir¨ªa llevar a cabo las impopulares reformas del sector p¨²blico y del sistema de seguridad social. A corto plazo, dicha pol¨ªtica podr¨ªa perjudicar al crecimiento econ¨®mico, el cual ha constituido una prioridad para todos los Gobiernos. Los pol¨ªticos no se han mostrado por la labor de pagar los costes de la entrada en la zona euro, y han esperado que los problemas que dicho proceso conlleva caigan sobre los siguientes dirigentes del pa¨ªs.
La frecuente rotaci¨®n de los Gobiernos ha favorecido el aplazamiento de la decisi¨®n. A lo largo de los 9 a?os que han pasado desde que Polonia entr¨® en la Uni¨®n Europea, el pa¨ªs ha tenido cinco primeros ministros. Aunque desde oto?o de 2007 gobierne la misma coalici¨®n de la Plataforma C¨ªvica con el Partido Popular Polaco, y el Gobierno lo encabeza Donald Tusk, los ¨²ltimos cinco a?os han sido tiempos de crisis financiera mundial, lo cual ha reforzado la actitud de los pol¨ªticos y economistas hacia la zona euro.
En septiembre de 2008, el primer ministro Donald Tusk anunci¨® que Polonia entrar¨ªa en la zona de la moneda com¨²n antes del fin de 2011. Dicho anuncio no estaba apoyado por ning¨²n plan detallado. Algunos asesores aseguraban que la moneda com¨²n era la mejor protecci¨®n frente a las perturbaciones en los mercados financieros mundiales.
Sin embargo, la situaci¨®n se invirti¨® al cabo de poco tiempo. La crisis de la deuda en Grecia y posteriormente en otros pa¨ªses mostr¨® que el euro puede suponer una trampa para las econom¨ªas que no se hab¨ªan preparado adecuadamente para la adopci¨®n de la moneda europea. Por otra parte, la fuerte depreciaci¨®n del zloty ¨C desde julio de 2008 hasta marzo de 2009 la moneda polaca hab¨ªa perdido frente al euro m¨¢s del 30% de su valor ¨C ha sido la principal raz¨®n por la que en 2009 se mantuvo en Polonia un ¨ªndice de crecimiento econ¨®mico positivo, mientras que toda Europa se encontraba sumergida en una profunda recesi¨®n.
Antes de la crisis, la mayor¨ªa de los economistas polacos abogaban por la adopci¨®n del euro, aunque no hubiera ning¨²n acuerdo respecto a la fecha de la misma. Los detractores de la moneda europea se encontraban fuera del curso del debate econ¨®mico. La principal ventaja era el abaratamiento del capital, incluida la reducci¨®n de los intereses sobre la deuda p¨²blica y los cr¨¦ditos. El euro tambi¨¦n supondr¨ªa una protecci¨®n frente al riesgo de desestabilizaci¨®n como consecuencia del saldo negativo en la cuenta corriente de la balanza de pagos y/o de la ca¨ªda del tipo de cambio.
La crisis de la deuda en algunos pa¨ªses de la zona euro ha cambiado por completo la perspectiva. Resulta que el cr¨¦dito barato puede dar lugar a la aparici¨®n de una burbuja especulativa en el mercado inmobiliario, como sucedi¨®, por ejemplo, en Espa?a, o bien puede animar a los Gobiernos a endeudarse excesivamente, que fue lo que pas¨® en Grecia. La imposibilidad de devaluar la moneda obliga a los pa¨ªses de la zona euro a aplicar pol¨ªticas de ahorro, y de este modo se est¨¢ socavando la estabilidad pol¨ªtica. Por esta raz¨®n, incluso los ex compa?eros de trabajo de Leszek Balcerowicz hablan hoy en d¨ªa en contra de la adopci¨®n del euro por parte de Polonia.
El ex viceprimer ministro y autor de las reformas en Polonia cree que la moneda ¨²nica sigue siendo un objetivo importante para el pa¨ªs. No obstante, las principales ventajas las percibe no en la reducci¨®n de los tipos de cambio sino en las reformas que Polonia tendr¨ªa que llevar a cabo para poder formar parte de la zona euro. Por ahora, Polonia no cumple con ning¨²n criterio de Maastricht, aunque no se encuentre muy lejos de los mismos.
Sin embargo, de acuerdo con Balcerowicz, los criterios de Maastricht no son suficientes para que Polonia pueda sentirse segura dentro de la zona euro. Hace falta reducir de forma considerable el nivel de endeudamiento p¨²blico, que a d¨ªa de hoy (seg¨²n la definici¨®n ESA 95) supera el 55%, as¨ª como disminuir el d¨¦ficit estructural de las finanzas p¨²blicas y hacer el mercado laboral m¨¢s flexible, con el fin de que Polonia pueda reaccionar a las crisis externas sin que tenga que recurrir a la devaluaci¨®n de la moneda. Si conseguimos llevar a cabo dichas actuaciones, la econom¨ªa se ver¨¢ favorecida, independientemente del hecho de estar dentro o fuera de la zona euro.
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