El seguro de salud, asignatura pendiente para los latinos en Estados Unidos
El 30% carece de este tipo de p¨®liza, tres veces m¨¢s que los blancos no hispanos y casi el doble que los afroamericanos
El 30% de los latinos residentes en EE UU carece de seguro de salud, tres veces m¨¢s que los blancos no hispanos y casi el doble que los afro-americanos. Tener una p¨®liza de este tipo en Estados Unidos es un privilegio que no est¨¢ al alcance de todos, tal y como reflejan los ¨²ltimos datos de los Centros para el Control y la Prevenci¨®n de la Enfermedad (Centers for Disease Control and Prevention). Cerca del 30% de los ciudadanos y residentes de origen latino carecen de seguro m¨¦dico, en comparaci¨®n con el 11% de los blancos no hispanos y el 17% de los afro-americanos.
El alto n¨²mero de latinos sin seguro refleja su bajo poder adquisitivo y la concentraci¨®n de trabajadores en industrias relacionadas con el sector servicios, que a menudo no contemplan beneficios como contar con una p¨®liza de salud para los empleados.
Trabajar en Estados Unidos no implica estar asegurado, depende de la empresa para la que se trabaja y de las condiciones pactadas. Muy bien lo sabe Alfredo (no quiere que su apellido se refleje por miedo a perder el empleo) que lleva m¨¢s de cinco a?os despachando s¨¢ndwiches y bebidas en una peque?a tienda de alimentaci¨®n en Big Sur (California). ¡°Con el dinero que gano no me puedo permitir el lujo de pagar un m¨ªnimo de 500 d¨®lares al mes para tener seguro. Soy un hombre fuerte, as¨ª que me la juego¡±, comenta.
La expresi¨®n que utiliza Alfredo, ¡°me la juego¡±, tiene que ver literalmente con lo que puede suceder en el caso de no contar con una p¨®liza cuando te tienen que hospitalizar y la factura asciende hasta cifras inimaginables.
Es lo que le pas¨® a Mar¨ªa Heras en una finca en las inmediaciones de Monterey (California). Una serpiente cascabel le mordi¨® en la mano y tuvo que ser hospitalizada en el Community Hospital of the Monterey Peninsula. El veneno de estos reptiles puede ser mortal si la victima no es atendida en un corto espacio de tiempo. Al tratarse de una urgencia, el centro de salud est¨¢ obligado a atender al paciente, independientemente de que disponga o no de seguro. Y el Hospital de Monterey as¨ª lo hizo.
Mar¨ªa tuvo que permanecer dos d¨ªas internada con un tratamiento de anti venenos, an¨¢lisis de sangre, suero y una atenci¨®n m¨¦dica rigurosa. No en vano este hospital tiene fama de ser uno de los mejores del pa¨ªs.
La paciente sali¨® como nueva del percance, pero le quedaba un duro escollo por superar, la factura, y m¨¢s a sabiendas de que carec¨ªa de seguro. Quince d¨ªas despu¨¦s le llego por carta la cantidad exacta de los servicios prestados, 150.000 d¨®lares.
Mar¨ªa tuvo mucha suerte y finalmente el hospital, mediante unos programas especiales que tienen para casos necesitados, la subvencion¨® el 100 por ciento del importe. En su caso s¨®lo estaba en Estados Unidos de paso y el a?o anterior su declaraci¨®n de la renta en Espa?a a penas llegaba a los umbrales de la pobreza en USA.
Si lo mismo le hubiese sucedido dos a?os despu¨¦s, siendo residente en Estados Unidos, y con un nivel de ingresos de 40.000 d¨®lares anuales, tendr¨ªa que haber hecho frente con sus propios recursos, si no al total de la factura, al menos a una buena parte de ella.
As¨ª est¨¢n de momento las cosas en Estados Unidos, un pa¨ªs donde si pierdes el trabajo el seguro se acaba, lo que significa que debes coste¨¢rtelo de tu propio bolsillo. Y la pregunta es c¨®mo hacerlo cuando los seguros para particulares rondan precios astron¨®micos, tanto que s¨®lo el cinco por ciento de los estadounidenses lo tienen.
Adem¨¢s si padeces una enfermedad complicada vas a quedar desahuciado del sistema, pues a ninguna compa?¨ªa aseguradora le va a interesar contratar una p¨®liza contigo. No eres rentable.
Esta situaci¨®n va a cambiar radicalmente el pr¨®ximo a?o con la entrada en vigor de la reforma sanitaria, conocida como el Obamacare, que intenta poner al menos un poco de orden en el desconcertante panorama del seguro medico en la primera potencia mundial.
Los 47 millones de norteamericanos que ahora est¨¢n sin seguro van a tener la oportunidad de contratarlo, acogi¨¦ndose a las subvenciones que la administraci¨®n Obama va a conceder a quienes adquieran una p¨®liza dependiendo del nivel de rentas.
Cientos de millones de d¨®lares van a ser destinados en ayudas a los norteamericanos menos pudientes para hacer frente a las cuotas del seguro. Adem¨¢s, los estados que ampl¨ªen la cobertura del Medicaid (un seguro de salud para los pacientes pobres) recibir¨¢n tambi¨¦n ayudas adicionales del estado.
Ambos supuestos van a beneficiar a los latinos. No en vano es el grupo que m¨¢s depende del seguro de salud estatal. Cerca del 30% de los hispanos se benefician del Medicaid, dos veces m¨¢s que el porcentaje de norteamericanos blancos.
No es de extra?ar que sean los hispanos los que m¨¢s apoyan la reforma sanitaria, seg¨²n una encuesta reciente de la que se hace eco el diario Los Angeles Times. El 48% de los latinos se muestran favorables a la Obama¡¯s 2010 healthcare law, frente al 30% de los blancos.
La nueva ley apuesta fuerte por extender el seguro sanitario al mayor n¨²mero posible de personas. Quien pudiendo suscribirse al mismo no lo haga, podr¨¢ ser penalizado econ¨®micamente a la hora de declarar sus ingresos anuales a la administraci¨®n.
Lo cierto es que muchos norteamericanos van a poder dormir tranquilos sin los desvelos que implica no estar asegurado y arriesgarse a perder lo poco o mucho que se tiene.
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