Napolitano encarga al centrista Letta formar Gobierno en Italia
"Italia necesita respuestas inmediatas", asegura, que busca ahora el apoyo del Parlamento
Despu¨¦s de 60 d¨ªas dando vueltas alrededor de una noria seca, la pol¨ªtica italiana parece dispuesta a recuperar el tiempo perdido. Giorgio Napolitano, el reci¨¦n reelegido presidente de la Rep¨²blica, solo necesit¨® un d¨ªa de consultas y una noche de reflexi¨®n para proponer a su candidato a jefe del Gobierno de Italia. Se trata de Enrico Letta, de 46 a?os, hasta ahora vicesecretario del Partido Democr¨¢tico (PD), donde desempe?aba la funci¨®n de hombre de confianza del malogrado candidato del centroizquierda Pier Luigi Bersani. A pesar de su juventud ¡ªtener 46 a?os en la pol¨ªtica italiana es ser un chaval¡ª, Letta ya tiene un considerable bagaje pol¨ªtico: europarlamentario, tres veces ministro y subsecretario de la presidencia durante el tormentoso Gobierno de Romano Prodi (2006-200).
Despu¨¦s de haberse barajado la posibilidad de que Napolitano eligiese para encabezar el Gobierno de emergencia al veterano Giuliano Amato, de 74 a?os, o al joven Matteo Renzi, de 37, al final triunf¨® el t¨¦rmino medio. Ni un exponente m¨¢ximo de la casta pol¨ªtica ¡ªcobra 30.000 euros de pensi¨®n¡ª ni uno que quiere mandarlos a todos al asilo. Enrico Letta es, en pocas palabras, un hombre del centroizquierda que no asusta al centroderecha por su esp¨ªritu negociador y sus or¨ªgenes democristianos.
El misterio y la especulaci¨®n ¡ª?qu¨¦ ser¨ªa de Italia sin su dosis necesaria de misterio y especulaci¨®n?¡ª solo alimentaron una cena y un desayuno. El primero que se cay¨® de las quinielas fue Renzi, el carism¨¢tico alcalde de Florencia. El segundo, ya casi en la l¨ªnea de meta, fue Amato. Despu¨¦s de haber tenido que elegir a un presidente de la Rep¨²blica de 88 a?os, la decisi¨®n de encargar el Gobierno del cambio a un pol¨ªtico de 74 a?os que ya hab¨ªa sido primer ministro en dos breves ocasiones ¡ªsolo 10 meses entre 1992 y 1993 y solo 14 meses entre 2000 y 2001¡ª hubiera sonado a redundancia de mal ag¨¹ero. As¨ª que a eso del mediod¨ªa Napolitano llam¨® a Letta, que se present¨® en el palacio del Quirinal conduciendo el monovolumen Fiat ¡ªque as¨ª tambi¨¦n se hace patria¡ª en el que lleva a sus tres hijos al colegio. P¨²blico, por cierto.
Tras unos minutos con el jefe del Estado, Letta compareci¨® ante los medios de comunicaci¨®n ¡ªlo hizo sin papeles y aceptando preguntas¡ª para decir que hab¨ªa recibido de Napolitano un encargo m¨¢s pesado que la capacidad de resistencia de sus hombros, pero que lo hab¨ªa aceptado porque Italia necesita salir con urgencia del callej¨®n sin salida. ¡°Tengo una responsabilidad con la parte del pa¨ªs que sufre¡±, dijo a modo de presentaci¨®n, ¡°hoy la mayor dificultad es el trabajo. El trabajo que no hay, el trabajo que se ha perdido, las empresas que cierran, la peque?a y mediana empresa italiana que es el coraz¨®n de nuestro sistema productivo. La tasa de pobreza crece. Los j¨®venes se van fuera de Italia porque aqu¨ª no encuentran trabajo. Hay que dar respuesta ya a esta emergencia enorme e insoportable¡±.
Enseguida, el primer ministro en ciernes habl¨® del segundo problema. Adentr¨¢ndose por el camino abierto el lunes por el presidente Napolitano ante el Parlamento, Letta fue tambi¨¦n categ¨®rico: ¡°La pol¨ªtica ha perdido toda su credibilidad. O la recuperamos todos juntos o no encontraremos instrumentos para resolver los problemas¡±. Dijo que lo primero que hay que hacer parar reconquistar la confianza es reducir el n¨²mero de parlamentarios y cambiar una ley electoral que bloquea la gobernabilidad. Un bloqueo, a?adi¨® Letta, ¡°que continuar¨ªa aunque se convocasen nuevas elecciones¡±. Su intenci¨®n es pactar los cambios con el mayor n¨²mero de partidos posible, pero cuando un periodista le pregunt¨® por las piedras en el camino que ya parece que empieza a poner el Pueblo de la Libertad (PDL) de Silvio Berlusconi, el hasta hace pocos d¨ªas vicesecretario del PD fue claro: ¡°Har¨¦ todos los esfuerzos necesarios por encontrar acuerdos, porque el pa¨ªs necesita un gobierno urgente y los italianos ya no pueden m¨¢s con los jueguecitos de la pol¨ªtica, pero este gobierno no nacer¨¢ a toda costa. Con gran humildad y sentido del l¨ªmite, pero tambi¨¦n con gran determinaci¨®n, tratar¨¦ de cumplir con la voluntad del presidente. Quiero que sea un gobierno de servicio al pa¨ªs¡±.
No va a ser f¨¢cil. Si el entretenimiento en las tertulias hasta ahora consist¨ªa en averiguar a qui¨¦n designar¨ªa Napolitano para formar Gobierno, ahora las charlas se centran en calcular cu¨¢nto durar¨¢ el Ejecutivo. No solo porque el Movimiento 5 Estrellas, que ya habla de ¡°los chanchullos¡± de la casta pol¨ªtica, se muestre abiertamente en contra. Tambi¨¦n porque el PD, tras el fracaso de Bersani, ha saltado por los aires, y no se descarta que a la hora de votar la confianza al nuevo Gobierno el rechazo de algunos parlamentarios del centroizquierda a un acuerdo con Berlusconi pueda m¨¢s que las ganas de sacar al pa¨ªs del agujero. No es de extra?ar que cuando los reporteros fueron a Pisa para entrevistar a los padres de Letta, su respuesta fuera: ¡°Estamos muy contentos¡ Y aterrorizados¡±.
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