Los alba?iles celebran su d¨ªa

¡°Mientras t¨² la ignoras, un alba?il la desea¡±, reza un frase que circula por la red social Twitter entre los cientos de piropos, decorosos y no tanto, que escriben los usuarios para conmemorar el d¨ªa del gremio. ¡°Bendita la tuerca del rin de la llanta del cami¨®n que te trajo el cemento donde estas parada monumento¡±, dice uno. El 3 de mayo, adem¨¢s de celebrarse la libertad de prensa, es el D¨ªa de la Santa Cruz o D¨ªa de los Alba?iles, una fecha que se festeja en M¨¦xico por todo lo alto, porque aunque el gremio tiene su fama ¨C¡°son grotescos, grandes bebedores y fiesteros¡±, dice una joven defe?a- la mayor¨ªa tambi¨¦n se deja la piel -y hasta la vida- en la obra.

Apostado en la avenida Cuauht¨¦moc, frente a un hotel de la capital mexicana, Enrique, de 26 a?os, gu¨ªa a sus compa?eros subidos a una especie de columpio que se balancea ligeramente a la altura del cuarto piso. La empresa lleva m¨¢s de dos meses trabajando en la rehabilitaci¨®n de la fachada del inmueble. Utilizan arn¨¦s y cuerdas, tienen seguro. Pero no en todos los casos es igual. A veces los negocios peque?os carecen de capacidad econ¨®mica para contratar como deber¨ªan. Sus empleados se someten a riesgos elevados en el trabajo, lo encarece hasta tres veces la cobertura, seg¨²n datos de la Secretar¨ªa del Trabajo y Previsi¨®n Social. Aunque la tradici¨®n marca que el 3 de mayo no se regresa a laborar despu¨¦s de la misa y la comida del festejo, los plazos de entrega no entienden de privilegios y Enrique no sabe si este a?o el patr¨®n les da permiso.

Las jornadas en la obra comienzan a las nueve de la ma?ana. ¡°Son doce horas¡±, dice, ¡°pero compensa¡±. Eso llueva, truene o haga calor, de lunes a s¨¢bado a mediod¨ªa, momento en que muchas empresas pagan el sueldo semanal para evitar ausencias. El salario m¨ªnimo para el personal cualificado no baja de los 80 pesos ¨Cunos 6,6 d¨®lares-, ¡°m¨¢s de lo que cobra un ingeniero en algunos casos¡±, asegura la Confederaci¨®n del Trabajo en M¨¦xico. El organismo, sin embargo, estima que solo las empresas grandes cumplen todas las condiciones. Aunque no hay cifras oficiales, las organizaciones sindicales del gremio calculan que m¨¢s del 60% de los alba?iles forman parte de la econom¨ªa informal.

Algunos d¨ªas, reconoce Enrique, no hay tiempo para detenerse a la hora de la comida. Cuando pueden, descansan alrededor de 60 minutos. ¡°Nuestro men¨² es variado, no hay queja: algunos d¨ªas tortas y otros tacos, ah¨ª le vamos cambiando¡±, asegura mientras compra en una tienda de autoservicio una bebida de naranja propia de deportistas. La exposici¨®n prolongada al sol puede desencadenar golpes de calor, deshidrataci¨®n o bajadas de az¨²car, por lo que la bebida ¨Csin alcohol- es fundamental.

Los alba?iles tienen equipo de f¨²tbol, el Cruz Azul, como el nombre de una marca de cemento y adem¨¢s son muy creyentes. La v¨ªspera de la fiesta construyen una cruz, la colocan en el punto m¨¢s alto de la obra y en torno a ella hacen un altar. Cuando uno mira a Enrique se da cuenta de que es verdad. Colgados del cuello lleva a San Judas y a la Virgen de Guadalupe. Sonr¨ªe mucho y se considera afortunado. Quiere celebrar su d¨ªa, reconoce, ¡°pero el mi¨¦rcoles ¨Cpor el 1- tambi¨¦n era descanso y nos toc¨® trabajar¡±. As¨ª que se resigna y vuelve cuanto antes a su labor.