Ricardo Calder¨®n, el periodista investigador en la sombra
El reportero que ha sobrevivido a un tiroteo es un investigador discreto muy reputado en Colombia y Am¨¦rica Latina
Ricardo Calder¨®n no es un periodista que los lectores identifiquen f¨¢cilmente en Colombia, aunque muchas de las portadas de la revista Semana que han destapado casos de corrupci¨®n de la historia reciente del pa¨ªs sudamericano lleven an¨®nimamente su firma.
Su figura pasa desapercibida, de hecho los que lo conocen saben que no le gusta figurar, pero en el gremio se ha construido a pulso un gran prestigio. Es considerado como uno de los reporteros m¨¢s importantes que tiene Colombia en la actualidad y tambi¨¦n uno de los m¨¢s destacados de Am¨¦rica Latina.
Calder¨®n tiene 42 a?os y va a cumplir 20 como periodista de Semana. Aunque empez¨® haciendo pr¨¢cticas en la secci¨®n deportes, lo suyo han sido desde el principio los temas como el narcotr¨¢fico, los grupos armados ilegales y las Fuerzas Militares.
Pocos saben, por ejemplo, que el trabajo investigativo de Calder¨®n fue clave para destapar interceptaciones que hizo la Polic¨ªa en 2007 a magistrados, pol¨ªticos de la oposici¨®n y periodistas, una denuncia por la que fueron destituidos 11 generales de esa instituci¨®n. De igual forma, fue quien destap¨® los seguimientos e interceptaciones ilegales que hizo la oficina de inteligencia colombiana, DAS, tambi¨¦n a opositores y que fueron bautizadas como el esc¨¢ndalo de las ¡®chuzaDAS¡¯.
Ricardo Calder¨®n tiene un perfil discreto, pero en la profesi¨®n es un reportero de prestigio
¡°Eso involucr¨® sus riesgos en ese momento, recibi¨® ataques, nosotros los conocimos y por prudencia, que es una de sus caracter¨ªsticas, se manejaron con bajo perfil¡±, dice uno de sus colegas. Otro agreg¨® que Calder¨®n, que ha sido amenazado en numerosas ocasiones, intentaba capotear estas intimidaciones cambiando sus rutas pero segu¨ªa adelante en busca de la informaci¨®n.
Calder¨®n es una especie de Sherlock Holmes del periodismo colombiano, que le gusta mantener el anonimato a pesar de haber recibido por sus investigaciones premios como el Rey de Espa?a de Periodismo y el de Periodismo de Investigaci¨®n otorgado por el Instituto de Prensa y Sociedad y Transparencia Internacional. El m¨¢s reciente reconocimiento vino de parte del jurado del premio nacional del C¨ªrculo de Periodistas de Bogot¨¢, CPB, que lo premi¨® como el periodista revelaci¨®n en Colombia.
Y es que el anonimato hasta ahora era gran parte de su fortaleza como investigador. No le gusta dar entrevistas, no hay fotos suyas que circulen en los medios, tampoco asiste a las ceremonias para recibir los premios de periodismo que destacan su trabajo, ni da conferencias. ¡°Todo el d¨ªa est¨¢ en despachos judiciales, hablando con las fuentes, buscando debajo de las piedras y en todos los mundos, en el alto, en el medio y en el bajo¡±, dijo Alejandro Santos, director de Semana.
Pero con el atentado del que fue v¨ªctima el mi¨¦rcoles en la noche cuando se movilizaba en su choche entre las ciudades de Bogot¨¢ e Ibagu¨¦, mientras regresaba de hacer reporter¨ªa sobre las irregularidades en la base militar de Tolemaida, su m¨¢s reciente investigaci¨®n, ese bajo perfil que Calder¨®n ha querido manejar, fue imposible de sostener. Fueron ocho disparos y cinco impactaron en su coche. Por fortuna Calderon sobrevivi¨®.
El an¨®nimato es un elemento que refuerza el trabajo de este reportero
El periodista Daniel Coronell, columnista de Semana y hoy vicepresidente de noticias de Univisi¨®n, destac¨® la prudencia e importancia de su trabajo en una columna que escribi¨® cuando en 2012 se cumplieron los 30 a?os de Semana. ¡°Nunca ha tenido, ni ha querido reconocimiento p¨²blico por su labor. No hay firma en sus trabajos. Su cr¨¦dito, en letra menudita en la bandera (de la revista), es quiz¨¢s la ¨²nica prueba de su existencia dentro de un gigante editorial del cual ¨¦l ha sido -sin aspavientos- uno de sus motores¡±. En Semana nadie firma por una pol¨ªtica editorial, pero Calder¨®n ya tiene ganado un puesto entre los periodistas de investigaci¨®n del continente.
Otro de sus colegas asegura que es una clase de periodista de una escuela que tiende a desaparecer, porque hoy con el auge de los medios electr¨®nicos y la televisi¨®n, lo que los periodistas buscan es consolidar una firma. Quienes lo conocen saben que este atentado, m¨¢s que amedrentarlo, lo incitar¨¢ a continuar con su trabajo an¨®nimo de destapar la corrupci¨®n y los intereses que hay detr¨¢s del poder, de las mafias y de los grupos armados, que quieren acabar con la libertad de prensa en Colombia.
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