Lula se confiesa: llama a su partido a ¡°reinventarse¡±

Lula da Silva ha hecho unas confesiones inesperadas en una publicaci¨®n que est¨¢ por salir a la luz. El expresidente asegura que su partido necesita ¡°reinventarse¡± y que le cost¨® sudores que los suyos aceptasen a su candidata a la Presidencia de la Rep¨²blica, Dilma Rousseff, en 2010. Lula critica, adem¨¢s, a los partidos que, seg¨²n ¨¦l, ¡°se convierten en negocios¡±.

Estas y otras confesiones aparecen en la obra ¡°10 a?os de gobiernos pos-neoliberales en el Brasil de Lula y Dilma¡±, que lanza la editora Boitempo el pr¨®ximo d¨ªa 13.

Quiz¨¢s por ello llamen m¨¢s la atenci¨®n las confesiones de Lula, un pol¨ªtico acostumbrado a sorprender, en las que afirma que la parte del ¡°PT electoralista¡± necesita reinventarse, es decir ¡°volver a creer en los valores en los que cre¨ªa la gente y que fueron banalizados con motivo de la disputa electoral¡±.

Distingue, Lula, entre el ¡°PT de base¡±, del que afirma que sigue teniendo las mismas caracter¨ªsticas de los a?os 80 y que es ¡°exigente y solidario¡±, y el ¡°PT electoralista¡±: cuando un partido ¡°se convierte en un negocio, cuando en realidad deber¨ªa ser extremadamente importante para la sociedad¡±.

M¨¢s a¨²n, el partido necesita reconvertirse para que la pol¨ªtica ¡°no se pervierta m¨¢s de lo que ya lo fue en alg¨²n momento¡± y para que sea capaz de hacer alianzas sin que ello suponga una ¡°relaci¨®n de promiscuidad¡±.

Algunos han querido ver en estas confesiones de Lula un eco al proceso del mensal¨¢o en el que han acabado condenados a c¨¢rcel varios altos dirigentes del PT que le hab¨ªan llevado al poder, entre ellos su exministro y brazo derecho Jos¨¦ Dirceu. Y admite que su gobierno y su partido ¡°tuvieron tropiezos; muchos tropiezos. El 2005 fue un a?o muy complicado¡±.

Se refiere a cuando salt¨® a la luz el esc¨¢ndalo del soborno a pol¨ªticos y partidos aliados por parte de miembros de su partido. Fue entonces cuando Lula pidi¨® perd¨®n a la naci¨®n y asegur¨® que ¡°hab¨ªa sido traicionado por los suyos¡±.

Revela adem¨¢s que fue muy dif¨ªcil en 2010 convencer a sus amigos del partido para que aceptaran el nombre de Dilma como candidata a su sucesi¨®n en la Presidencia. ¡°S¨®lo yo s¨¦ lo que aguant¨¦ de mis amigos, no de mis adversarios, que me dec¨ªan: ¡®Lula, eso no puede ser. Ella no tiene experiencia. Ella no es del ramo¡¯¡±. Recuerda ahora que les convenci¨® sobre la necesidad de ¡°sorprender a la naci¨®n con una novedad¡±: ser¨ªa la primera mujer que llegar¨ªa al Planalto. Gan¨® la apuesta.

Lula, que es apellidado en el libro de ¡°enigma¡±, hace tambi¨¦n una confesi¨®n que podr¨¢ sorprender a muchos. Afirma que ¨¦l estuvo en contra de la famosa ¡°Carta al pueblo brasile?o¡±, con la que ¨¦l convenci¨® entonces al mundo de la empresa y de las finanzas as¨ª como a la clase media de que continuar¨ªa la pol¨ªtica neoliberal de Fernando Henrique Cardoso, controlando la inflaci¨®n y manteniendo el equilibrio fiscal. ¡°En ella se dec¨ªan cosas que yo no hubiese querido afirmar, pero hoy reconozco que la carta fue importante¡±.

Acaba el expresidente recordando las tres recetas de ¨¦xito de sus dos gobiernos: ¡°probar que era posible aumentar los sueldos sin da?ar la inflaci¨®n¡±; ¡°crecer distribuyendo renta sin esperar crecer para distribuir¡± y ¡°aumentar el comercio exterior y el mercado interno sin crear un conflicto¡±.

Ahora que Dilma lucha desesperadamente para contener una inflaci¨®n que se le ha disparado y para hacer crecer al pa¨ªs con una industria en crisis, suenan los nost¨¢lgicos que piden la ¡°vuelta de Lula¡±.

?l ya se ha comprometido a no presentarse. Todo su trabajo ahora es conseguir la reelecci¨®n de su pupila. Lula que maneja muy bien la pol¨ªtica ya ha lanzado un mensaje: ¡°Elegiremos a Dilma en la primera vuelta¡±. ?Acertar¨¢ de nuevo?