¡°Europa debe actuar. No hay que esperar a las elecciones alemanas¡±
"Hay que mostrar que Europa no es una gran Alemania o una gran Francia, que es algo diferente", dice el eurodiputado franc¨¦s, Daniel Cohn-Bendit
Daniel Cohn-Bendit (Montauban, 1945) naci¨® en Francia, despu¨¦s opt¨® por la nacionalidad alemana y a?os m¨¢s tarde fue elegido eurodiputado por Francia. Este viaje transeuropeo de ida y vuelta le permite ver con perspectiva los renovados desencuentros entre sus dos patrias. Inc¨®modo cuando se le pregunta por su pasado como l¨ªder de Mayo del 68, Cohn-Bendit insiste por tel¨¦fono en el mensaje que quiere lanzar: Europa puede ¨Cy debe- actuar ya para demostrar a los ciudadanos que s¨ª hay salida a esta situaci¨®n, repite incansablemente.
Pregunta. Toda Europa contiene la respiraci¨®n ante las elecciones alemanas de septiembre. ?Detecta una par¨¢lisis por culpa de los intereses electorales de Angela Merkel?
Respuesta. Depende de los Gobiernos de Espa?a, Francia, Italia¡ Deber¨ªan empezar presentando con la Comisi¨®n Europea un programa de inversi¨®n en la cumbre de junio. No tienen que esperar a las elecciones alemanas para ver si la se?ora Merkel dice s¨ª o no. Hag¨¢moslo, y Merkel tendr¨¢ que seguirnos.
P. El Partido Socialista franc¨¦s coment¨® la ¡°intransigencia ego¨ªsta¡± de la canciller alemana. Luego retir¨® este comentario, pero esto no detuvo las acusaciones por parte de la derecha francesa y alemana.
R. El error del documento de los socialistas es acusar a Alemania de un papel hegem¨®nico en Europa que institucionalmente no tiene. La debilidad de los otros es lo que refuerza a Alemania. No miremos a Merkel, pongamos sobre la mesa nuestras propuestas sociales, medioambientales y econ¨®micas. Logremos una mayor¨ªa en el Parlamento Europeo y de pa¨ªses y pongamos a la Comisi¨®n de nuestro lado, entonces Alemania tendr¨¢ que cambiar. Hay que hacer pol¨ªtica, no escribir documentos.
P. Entonces, ?no es que Alemania tenga demasiado poder, sino que el resto no lo utiliza?
R. El problema es la debilidad de los otros, no la fortaleza alemana.
P. Tampoco ayudan al debate las caricaturas de Angela Merkel con el bigote de Hitler.
R. Es una locura absoluta, es rid¨ªculo.
P. Pero es algo cada vez m¨¢s habitual en los pa¨ªses del Sur. ?Teme un sentimiento alem¨¢n cada vez m¨¢s fuerte?
R. Es cierto que lo hay, pero eso no significa que Alemania tenga raz¨®n. Este clima se debe a que la gente no entiende por qu¨¦ Europa est¨¢ siguiendo la estrategia de la austeridad. La inversi¨®n podr¨ªa crear puestos de trabajo en Espa?a. Hay que mostrar que Europa no es una gran Alemania o una gran Francia, que es algo diferente.
P. ?Ve alguna posibilidad de que una coalici¨®n en Alemania entre verdes y democristianos?
R. No, no. Creo que Merkel mantendr¨¢ la mayor¨ªa con los liberales o formar¨¢ una gran coalici¨®n con los socialdem¨®cratas.
P. ?Un eje franco-italiano podr¨ªa ejercer de contrapoder a Alemania?
R. No necesitamos contrapesos. Necesitamos que Espa?a, Portugal y otros pa¨ªses creen un movimiento para reorientar la pol¨ªtica. No contra Alemania, porque el problema no son solo ellos, tambi¨¦n est¨¢n Finlandia, Holanda, Suecia¡ No hay que fijarse solo en Alemania.
P. Las pr¨®ximas elecciones europeas mostrar¨¢n el desencanto de la poblaci¨®n. ?Teme el ascenso de fuerzas como la de Grillo en Italia, el UKIP en Reino Unido, el partido antieuro en Alemania o los nazis de Amanecer Dorado en Grecia?
R. Existe el peligro. Estos movimientos se aprovechan de la debilidad de Europa. Hay que demostrar que somos capaces de ofrecer algo diferente.
P. El problema es que los ciudadanos llevan tiempo oyendo hablar de planes para fomentar el empleo y el crecimiento, pero no hay resultados.
R. Siempre requiere tiempo reformar algo. Pero la gente ve que no termina de pasar nada. Europa es complicada porque su estructura intergubernamental no funciona. Pero no podemos cambiar ahora la estructura democr¨¢tica, necesitamos un plan de acci¨®n urgente.
P. En 2010 circul¨® por las redes sociales un discurso suyo en el Parlamento Europeo en el que acusaba a los Gobiernos de cometer errores, de actuar de forma irracional e hip¨®crita y de lucrarse con el rescate a Grecia. Tres a?os m¨¢s tarde, ?c¨®mo estamos?
R. Ten¨ªa toda la raz¨®n en lo que dije. Es cierto que en Grecia hab¨ªa que reformar muchas cosas. Pero no se puede estrangular a una sociedad entera reduciendo sueldos y salarios a la mitad. Europa no ha dado a Grecia la energ¨ªa necesaria para reformar. Los Gobiernos han sido muy hip¨®critas y han a?adido tensi¨®n.
P. ?Est¨¢ Grecia peor ahora?
R. No creo, aunque la situaci¨®n es muy dura. No estoy seguro si ha funcionado o no, pero mi cr¨ªtica fundamental es que ha sido muy injusto. Se ha ido contra cualquier idea de sostenibilidad social.
P. ?Le ha sorprendido la ola de odio que ha levantado en Francia la aprobaci¨®n del matrimonio gay?
R. S¨ª, mucho. Por comprobar lo loca que est¨¢ una parte de la sociedad francesa. El peligro de la derecha es que cada vez haya m¨¢s tensiones como en el Partido Republicano en EE UU, presionado por el Tea Party hacia la derecha. No es bueno para la democracia francesa.
P. ?Es un s¨ªntoma de la Europa que estamos construyendo?
R. Es un riesgo. En cada pa¨ªs la radicalizaci¨®n de la derecha se basa en distintos temas. En Reino Unido es Europa, en Holanda la inmigraci¨®n, en Francia el matrimonio homosexual. Es el s¨ªndrome Tea Party.
P. ?Corre peligro la democracia?
R. Los mercados han robado la soberan¨ªa al Estado naci¨®n y solo se podr¨¢ restaurar esa soberan¨ªa democr¨¢tica a trav¨¦s de Europa. Es la contradicci¨®n en la que vivimos.
P. ?Qu¨¦ soluci¨®n propone?
R. Seguir construyendo los Estados Unidos de Europa sobre una base democr¨¢tica, con la pol¨ªtica europea retomando soberan¨ªa gracias a la regulaci¨®n de los mercados.
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