Los terroristas escaparon durante m¨¢s de una d¨¦cada al espionaje
Los servicios secretos no detectaron la presencia de la banda en Alemania
Diversas bandas terroristas se ocultaron en el pasado en santuarios extranjeros o en selvas tropicales y en cuevas remotas. Pero el tr¨ªo nazi conformado por Beate Zsch?pe, Uwe Mundlos y Uwe B?hnhardt vivi¨® y mat¨® en pleno coraz¨®n urbano, regulado y limpio de Europa. En Alemania, la polic¨ªa toma los datos de los ciclistas que no usan luces nocturnas. Pero los terroristas ten¨ªan tal sensaci¨®n de impunidad que Zsch?pe, hoy la ¨²nica superviviente del grupo, se dej¨® grabar por una c¨¢mara de la televisi¨®n p¨²blica cuando hac¨ªa gimnasia junto a un c¨¢mping donde en 2011 disfrutaba de unas vacaciones con sus c¨®mplices tras m¨¢s de una d¨¦cada asesinando a gente a lo largo y ancho del pa¨ªs.
Nadie se percat¨® de la existencia de una banda terrorista en acci¨®n. Lo ignoraron los servicios secretos internos, que cuentan con una oficina por cada Estado federado. Tambi¨¦n la polic¨ªa. El jefe de la Comisi¨®n de Investigaci¨®n que lleva el caso en la C¨¢mara baja del Parlamento (Bundestag), el socialdem¨®crata Sebastian Edathy (SPD), habla de ¡°esc¨¢ndalo¡± y reconoce que, m¨¢s que ayudar, los esp¨ªas alemanes han entorpecido el esclarecimiento de los hechos.
Uno de los episodios m¨¢s oscuros de aquellos a?os de plomo nazi fue la detenci¨®n de Andreas Temme, un agente de los servicios de informaci¨®n de Hesse. Estaba en el cibercaf¨¦ que regentaba Halit Yozgat, de 20 a?os, cuando ¨¦ste fue tiroteado por los neonazis. La polic¨ªa de Kassel lo identific¨® y lo detuvo pocos d¨ªas m¨¢s tarde, porque era el ¨²nico de los clientes que no se present¨® como testigo de forma voluntaria. Temme fue liberado sin cargos porque no se demostr¨® su relaci¨®n con el asesinato. Edathy explica que la polic¨ªa carece de ¡°indicios s¨®lidos¡± sobre su implicaci¨®n: ¡°es posible que estuviera en la escena del crimen por casualidad¡±.
Los diputados de la Comisi¨®n admiten que est¨¢n ¡°ante un fracaso masivo, inaudito, sin duda el peor fracaso desde la fundaci¨®n de la Rep¨²blica Federal de Alemania¡±. Hay que sumarle el esc¨¢ndalo de la destrucci¨®n de expedientes relacionados con los neonazis del Este por parte de algunas oficinas regionales de los servicios secretos. Edathy reconoc¨ªa hace unas semanas que ¡°se sabe cu¨¢nto se destruy¨®, pero obviamente no se sabe qu¨¦ dec¨ªan esos documentos¡±. ?Se destruyeron muchos expedientes? ¡°Bastantes, s¨ª¡±. Ser¨¢ imposible saber si esta operaci¨®n de encubrimiento trataba de ocultar errores en las investigaciones o, en el peor de los casos, la connivencia o hasta la complicidad de algunas autoridades.
Otro enigma es por qu¨¦ los investigadores no dieron con la pista nazi mucho antes. Algunos argumentan que se debe a que los terroristas nunca reivindicaron sus actos. Pero Edathy recordaba en abril que no es, ni mucho menos, la primera vez que el terrorismo ultraderechista act¨²a de forma an¨®nima y sin reivindicar sus ataques. Estas bandas aspiran a sembrar la inseguridad y, a grandes rasgos, a provocar alarma y miedo en la sociedad. Pero como recuerda Edathy, durante a?os ¡°la consigna pol¨ªtica en Alemania era minimizar la amenaza neonazi¡±.
El esc¨¢ndalo ya ha provocado la dimisi¨®n del anterior jefe de la oficina federal de los servicios de informaci¨®n internos, Heinz Fromm. Reconoci¨® que se hab¨ªan hecho muchas cosas mal. Tambi¨¦n ha dimitido el jefe de los servicios secretos regionales de Turingia, que es el land oriental del que procede el tr¨ªo asesino, as¨ª como sus colegas de Berl¨ªn y Sajonia.
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