Cameron se centra en la inmigraci¨®n por el ascenso de los eur¨®fobos

A¨²n a riesgo de parecer m¨¢s preocupado por su futuro y el de su partido que del pa¨ªs, David Cameron ha centrado en la inmigraci¨®n el programa legislativo del Gobierno brit¨¢nico en el a?o parlamentario entrante. Intenta as¨ª aplacar al ala derecha de los conservadores y atraerse a los votantes del antieuropeo y antiinmigraci¨®n Partido por la Independencia de Reino Unido (UKIP).

Isabel II ley¨® este mi¨¦rcoles el tradicional discurso de la reina en presencia, por primera vez desde 1996, del pr¨ªncipe Carlos. Novedad significativa en un momento en que est¨¢ reduciendo su actividad por su avanzada edad. El contenido, una quincena de propuestas dominadas por la inmigraci¨®n, por la reforma del sistema de pensiones para introducir una pensi¨®n ¨²nica y por la reforma de la normativa sobre el cuidado de personas imposibilitadas.

Casi tan destacado como eso fueron las ausencias. Como la renuncia del Gobierno a establecer un precio ¨²nico para el alcohol y que el tabaco se venda en paquetes en blanco, que las malas lenguas atribuyen a que el l¨ªder del UKIP, Nigel Farage, es un conocido bebedor y fumador; ninguna referencia al refer¨¦ndum sobre la permanencia de Reino Unido en la UE, que Cameron ha prometido para 2017 si es reelegido y que sus cr¨ªticos quisieran que se convocar¨¢ el a?o que viene; y las medidas que la ministra del Interior, Theresa May, quer¨ªa introducir para que la polic¨ªa pueda acceder a la lista de direcciones visitadas por los internautas y a qui¨¦n han enviado correos electr¨®nicos, que se ha ca¨ªdo por la oposici¨®n de los liberales-dem¨®cratas, socios de coalici¨®n.

El hecho de que esas propuestas legislativas no estuvieran en el discurso de la reina no significa, sin embargo, que el Gobierno no pueda llevarlas al parlamento si lo considera conveniente.

La bater¨ªa de propuestas para reducir o dificultar la inmigraci¨®n se dirigen tanto a la procedente de terceros pa¨ªses como a la del interior de la Uni¨®n Europea, con el objetivo sobre todo de evitar una hipot¨¦tica avalancha de ciudadanos de Rumania y Bulgaria cuando en 2014 caduca el periodo transitorio que limita su derecho a trabajar en Reino Unido y otros Estados miembros.

Entre esas medidas destaca la controvertida idea de multar a los caseros si no comprueban si sus inquilinos residen legalmente en el pa¨ªs. En una entrevista en el programa Today de BBC Radio 4, el ministro de Sanidad Jeremy Hunt fue incapaz de explicar qu¨¦ ha de hacer un casero para cumplir esa obligaci¨®n.

Otra propuesta pol¨¦mica es la de limitar el acceso de los inmigrantes -incluidos los de la UE- a los servicios y ayudas sociales, uno de los problemas a los que se ha agarrado el UKIP en su campa?a contra los extranjeros. Cameron quiere que pierdan el derecho a cobrar el desempleo si est¨¢n seis meses sin buscar trabajo, que tengan que esperar entre dos y cinco a?os para acceder a viviendas sociales o que entren en el pa¨ªs con un seguro m¨¦dico o el pa¨ªs de origen pague sus facturas sanitarias. El Gobierno lleva meses preparando estas medidas, de dif¨ªcil aplicaci¨®n porque pueden ser contrarias a la legislaci¨®n europea si discriminan por nacionalidad.