Fern¨¢ndez brinda a Maduro un ba?o de masas organizado por peronistas

Nicol¨¢s Maduro sabe que nunca alcanzar¨¢ el carisma que ten¨ªa su antecesor, el presidente venezolano Hugo Ch¨¢vez. Pero intenta seguir sus huellas para preservar los mismos aliados internacionales que apoyaron a Ch¨¢vez durante 14 a?os. ?Hay que afianzar, antes que nada, la ¡°alianza estrat¨¦gica con Cuba? Pues Cuba iba a ser el primer pa¨ªs al que viajase solo siete d¨ªas despu¨¦s de jurar la presidencia. ?Es preciso ahora potenciar la ¡°petrodiplomacia¡± con Uruguay, Argentina y Brasil, los tres socios de Mercosur salvando la excepci¨®n del suspendido Paraguay? O sea: ?Hay que venderles el petr¨®leo a bajo costo para llenar de productos b¨¢sicos los supermercados venezolanos? Pues se firman acuerdos, como los que se firmaron este martes en Montevideo. ?Hay que explotar su pasado como conductor de autobuses? Pues se conduce un auto por la capital de Uruguay acompa?ado del presidente uruguayo, Jos¨¦ Mujica. ?Hay que tomar despu¨¦s el volante de un autob¨²s de 12 metros y conducirlo tambi¨¦n por las calles de la capital uruguaya? Se hace. ?Hay que improvisar alg¨²n chiste? Se hace tambi¨¦n, pero no es lo mismo.

El problema es que la oposici¨®n venezolana demostr¨® que sab¨ªa desplazarse en el Cono Sur por lo menos a la misma velocidad que el autob¨²s de Maduro. All¨¢ donde llegaba el presidente venezolano con su cara m¨¢s simp¨¢tica, all¨¢ se presentaba una delegaci¨®n de opositores venezolanos para hablar a diputados uruguayos y argentinos sobre ¡°persecuciones a presos pol¨ªticos¡±, o sobre personas expulsadas ¡°del trabajo por razones pol¨ªticas¡± y, sobre todo, para explicar las ¡°irregularidades¡± en las elecciones del 14 de abril. Los opositores dejaron sus informes en los Congresos de Uruguay y Argentina. Y despu¨¦s, varios disputados uruguayos expresaron su disconformidad con que el Gobierno de Jos¨¦ Mujica se prestase para dar ¡°legitimidad¡± a Maduro. ¡°En los pa¨ªses del sur son muchos los que me han dicho: ¡®Eso que me cuentas pasaba igual en la dictadura¡±, tuite¨® el opositor venezolano Leopoldo L¨®pez a sus 1,3 millones de seguidores.

A primera hora de la ma?ana del mi¨¦rcoles, Maduro se reuni¨® en Montevideo con el expresidente uruguayo Tabar¨¦ V¨¢zquez de quien dijo: ¡°En los ojos de Tabar¨¦ V¨¢zquez vi a Ch¨¢vez¡±. Despu¨¦s vol¨® hacia Buenos Aires y a la una de la tarde lleg¨® al aeropuerto de Aeroparque. Pronunci¨® unas breves palabras en las que mencion¨® a ¡°esos dos gigantes¡±, Hugo Ch¨¢vez y N¨¦stor Kirchner, ¡°hijos¡± de los libertadores Sim¨®n Bol¨ªvar y Jos¨¦ de San Mart¨ªn, y march¨® hacia la Casa Rosada al encuentro de Cristina Fern¨¢ndez sin atender ninguna pregunta.

Pasadas las cinco de la tarde, Maduro y Fern¨¢ndez comparecieron en la Casa Rosada sin permitir ninguna pregunta. ¡°Hemos conversado bastante, primero en el despacho de la presidenta¡±, se?al¨® Maduro. ¡°Estuvimos hablando primero de recuerdos. Pero, despu¨¦s de la actualidad. Luego, con el esp¨ªritu de Evita, estuvimos por aqu¨ª encontrando a Evita. Son cosas como m¨ªticas, ?verdad? Es como en el f¨²tbol hablar de Maradona¡±.

-O de Messi- le apunt¨® la presidenta.

Maduro indic¨® que se hab¨ªan firmado 12 acuerdos entre ambos pa¨ªses, con el fin de profundizar en ¡°la ecuaci¨®n Argentina-Venezuela; gas y alimento¡±. Reconoci¨® que su pa¨ªs sufre ¡°problemas de abastecimiento¡±, a consecuencia de ¡°varios factores¡±. Pero solo nombr¨® una de las causas: el supuesto ¡°sabotaje, la antieconom¨ªa¡±.

En el intercambio de elogios mutuos Maduro se declar¨® peronista y asegur¨® que ve a Ch¨¢vez en los ojos de los obreros uruguayos o los estudiantes argentinos que lo saludaban en las calles. Pero en las calles apenas se not¨® la presencia de Maduro. Ni a favor ni en contra.

Por la tarde, la organizaci¨®n peronista Unidos y Organizados hab¨ªa convocado un acto de agasajo a Maduro en el estadio de f¨²tbol del club All Boys, con capacidad para 21.500 espectadores. Maduro lleg¨® al estadio a las siete de la tarde, con dos horas de retraso. Habl¨® durante 50 minutos sin decir apenas nada que no hubiera dicho antes cientos de veces con ligeras variantes: ¡°Una derecha antiamericana¡± pretende destruir Am¨¦rica. ¡°Si alguien garantiza en Venezuela la democracia y la paz es este presidente obrero, chavista y peronista y kirchnerista¡±. ¡°Ch¨¢vez no se fue y la revoluci¨®n bolivariana contin¨²a su tr¨¢nsito¡±. ¡°En cada esquina de Buenos Aires vemos a Ch¨¢vez¡±. Y as¨ª un minuto detr¨¢s de otro.

Una vez m¨¢s qued¨® patente que la sombra de Ch¨¢vez oscurece demasiado a Maduro. Pero los miles de militantes peronistas no iban a destemplarse por culpa de un mal orador. Ten¨ªan ganas de cantar y cantaron. Y Maduro call¨® por un momento y les acompa?¨® silbando sus c¨¢nticos de siempre. No dijo nada nuevo, no firm¨® ¨Cque se sepa- ning¨²n acuerdo petrolero con calado suficiente para destacarlo por encima de los otros once bilaterales. Pero consigui¨® algo que nunca hab¨ªa obtenido como presidente: las ovaciones, los aplausos, el abrazo c¨¢lido de miles de personas fuera de su pa¨ªs. Un buen ba?o de masas en tierra extranjera, por gentileza de Cristina Fern¨¢ndez.