M¨¦xico disputa a Brasil la hegemon¨ªa en Am¨¦rica Latina
La visita de Obama y la elecci¨®n del nuevo director de la OMC evidencian que la competencia entre los dos pa¨ªses resta influencia al continente en la escena internacional
El ¨¦xito de la reciente visita del presidente Obama a M¨¦xico seguido por el jarro de agua fr¨ªa que ha supuesto en este pa¨ªs la derrota de su candidato frente a su competidor brasile?o para dirigir la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC) ha vuelto a poner en evidencia la competencia entre los dos gigantes de Am¨¦rica Latina. Un duelo entre dos liderazgos y dos proyectos nacionales que, en opini¨®n de varios analistas consultados, neutralizan la influencia del continente en el tablero mundial.
El pr¨®ximo septiembre el embajador brasile?o durante ocho a?os ante la OMC, Roberto Azev¨ºdo, se convertir¨¢ en el primer latinoamericano que presidir¨¢ esta instituci¨®n, pero ?es en realidad un triunfo del continente? En su elecci¨®n para suceder al franc¨¦s Pascal Lamy en detrimento del ex ministro de Comercio e Industria mexicano, Herminio Blanco, que contaba con el apoyo de la Uni¨®n Europea y de EE UU, fue decisivo el voto de los pa¨ªses africanos y tambi¨¦n de aquellas naciones que recelan de la ortodoxia en el libre comercio.
¡°M¨¦xico est¨¢ muy cerca de EE UU y muy lejos de los antiguos no alineados¡±, dice Luis Miguel Gonz¨¢lez, director del diario mexicano El Economista. ¡°A M¨¦xico se le reprocha su ortodoxia en un momento en el que las instituciones multilaterales buscan enfoques heterodoxos y cuando desde hace ya m¨¢s de una d¨¦cada pa¨ªses como el propio Brasil, China, India y Rusia practican una especie de proteccionismo enmascarado. Brasil jug¨® con dos barajas, la de Am¨¦rica Latina y la de ser uno de los BRICS, y le vali¨® m¨¢s la segunda¡±, a?ade.
El economista y profesor del Colegio de M¨¦xico, Gerardo Esquivel, suma otras razones: ¡°Por una parte, a favor de Azev¨ºdo jugaba que era un insider, pudo cabildear desde dentro. Por otra, defender el comercio como instrumento de desarrollo, visto el resultado del Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica Latina (TCLAN) 20 a?os despu¨¦s, debilitaba las posibilidades de Blanco¡±.
Rub¨¦n Aguilar, ex portavoz del presidente Vicente Fox (2000-2006), hace un an¨¢lisis m¨¢s pol¨ªtico. ¡°M¨¦xico est¨¢ muy concentrado en Am¨¦rica del Norte y esta imbricaci¨®n con EE UU levanta suspicacias en otros pa¨ªses. Tenemos 52 consulados en EE UU y una decena en Canad¨¢ mientras Brasil tiene embajadas en casi toda ?frica¡±. ¡°Ahora bien¡±, contin¨²a, ¡°M¨¦xico juega en las grandes ligas, compite con China en el mercado estadounidense, mientras que Brasil lo hace en segunda divisi¨®n y compite con Paraguay o Ecuador. El desarrollo econ¨®mico y social de M¨¦xico se juega en Am¨¦rica del Norte¡±.
En los ¨²ltimos a?os, Brasil sum¨® a su pujanza econ¨®mica una agresiva acci¨®n exterior justo cuando M¨¦xico se borraba del escenario internacional. ¡°Con Fox y su sucesor Felipe Calder¨®n (2006-2012), M¨¦xico empez¨® a perder preponderancia y los diplom¨¢ticos de carrera, que eran magn¨ªficos, quedaron un tanto marginados¡±, opina Esquivel.
Ahora las tornas parecen estar cambiando. El nuevo presidente del PRI, Enrique Pe?a Nieto, realiz¨® al poco de su elecci¨®n una gira por Suram¨¦rica y trata de diversificar ¨¢reas y temas. ¡°Pe?a Nieto volver¨¢ a mirar al sur, pero no a todo¡±, afirma el director de El Economista. ¡°La agenda de M¨¦xico est¨¢ en el Pac¨ªfico, en la relaci¨®n con Chile, Per¨² y Colombia. No veo mayor relaci¨®n con Brasil o Argentina, m¨¢s all¨¢ de que este presidente tengan una aproximaci¨®n m¨¢s pragm¨¢tica y menos sangu¨ªnea e ideol¨®gica que Calder¨®n en los conflictos bilaterales¡±, agrega. En los ¨²ltimos meses de 2012, M¨¦xico form¨® la Alianza Pacifico con los tres primeros pa¨ªses.
¡°La diplomacia brasile?a fracas¨® en su acercamiento a Ir¨¢n, en su mediaci¨®n en Honduras cuando fue derribado el presidente Manuel Zelaya, con el abrazo de Lula a Fidel¡±, afirma Rub¨¦n Aguilar. ¡°Con la presidenta Dilma Rousseff ha habido un cambio radical y se ha acabado ese atrevimiento y esa ligereza ante las violaciones de los derechos humanos de la etapa de Lula¡±.
El investigador Gerardo Esquivel subraya que Obama viaj¨® a M¨¦xico y Centroam¨¦rica con ¡°una intenci¨®n clara de impulsar el Acuerdo Transpac¨ªfico (TPP, en sus siglas en ingl¨¦s) por el inter¨¦s de EE UU de abrir su econom¨ªa a esos mercados¡±. Estas tendencias podr¨ªan abrir a medio plazo una l¨ªnea de divisi¨®n vertical en Am¨¦rica Latina entre el Pac¨ªfico y Mercosur o ¨¢rea atl¨¢ntica.
En el terreno econ¨®mico, se?ala este economista, ¡±la burbuja brasile?a empieza a desinflarse. Se sobreestim¨® por el boom de las materias primas¡±. Esquivel, que estuvo recientemente en ese pa¨ªs, apunta, que ¡°Brasil no hizo las reformas que ahora M¨¦xico quiere llevar a cabo, muchos de sus recursos est¨¢n mal utilizados y su sistema financiero est¨¢ rezagado en tecnolog¨ªa. Las infraestructuras para los Juegos Ol¨ªmpicos y el Mundial de F¨²tbol no marchan¡±.
Tambi¨¦n advierte sobre el excesivo optimismo sobre M¨¦xico. ¡°Los dos pa¨ªses dependen del exterior, pero es verdad que la fuerza de M¨¦xico no depende de las materias primas y su econom¨ªa est¨¢ en un ciclo positivo. Sin embargo, tiene graves fallos estructurales y el comercio mundial se est¨¢ desacelerando. El Gobierno mantiene una previsi¨®n de crecimiento del 3,5% para este a?o, pero seg¨²n mis c¨¢lculos nos quedaremos en el 2%¡±.
Durante su visita, Obama habl¨® de un ¡°nuevo M¨¦xico emergente¡± y expuso su visi¨®n de una Norteam¨¦rica integrada econ¨®mica, social y culturalmente. ¡°Hay razones para ser optimista. El boom del gas shale abaratar¨¢ la energ¨ªa y permitir¨¢ una reindustrializaci¨®n de EE UU, lo que generar¨¢ m¨¢s empleos en M¨¦xico porque muchos procesos de producci¨®n ser¨¢n m¨¢s f¨¢ciles de hacerlos aqu¨ª. Podr¨ªa representar un cambio geopol¨ªtico de gran trascendencia, pero llevar¨¢ tiempo¡±, asegura Esquivel.
Pese a la gran dependencia de su vecino del Norte, Luis Miguel Gonz¨¢lez cree que existe una gran oportunidad para M¨¦xico, ¡°si es capaz de trascender su historia conflictiva con EE UU¡±. ¡°La relaci¨®n entre los dos pa¨ªses es muy joven a pesar del pasado, tiene margen para reinventarse¡±.
M¨¦xico y Brasil compiten recurrentemente cuando se debate otorgar a Am¨¦rica Latina un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU y ni ellos ni Argentina, los tres pa¨ªses miembros del G-20, se coordinan ante cada cita de este gobierno econ¨®mico mundial. Su rivalidad tanto comercial como en imagen exterior anula su influencia en la escena internacional. M¨¦xico est¨¢ interesado en un tratado de libre comercio que el proteccionismo brasile?o desde?a al tiempo que le irrita su mala fama por la violencia cuando sus ¨ªndices de criminalidad son menores -una tasa de homicidios del 21% por cada 100.000 habitantes frente al 23%-. Como dice Esquivel, ¡°Ser¨ªa necesario forjar una agenda com¨²n, un pacto por Am¨¦rica Latina, para hacer fuerza¡±.
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