El poeta de la pancarta
El franc¨¦s Voltuan ha recorrido las manifestaciones contra la austeridad de toda Europa Hoy celebra en Madrid el segundo aniversario del 15-M con sus consignas en letras de colores
Mide 1,92 y la envergadura de sus brazos le permite sujetar carteles muy grandes, de 1x1,40 metros. Adem¨¢s es poeta y maestro de escuela, lo que seguramente le ayuda, por un lado, a sintetizar sus ideas en lemas muy cortos y, por otro, a escribir con rotuladores gruesos (marca Posca) sobre la cartulina Kadapak. Jean-Baptiste Redde, Voltuan para la l¨ªrica y la protesta callejera, ha encontrado en las pancartas (un grito en may¨²sculas de tres o cuatro colores) una nueva forma de expresi¨®n que quiz¨¢ podr¨ªa llamarse el grafiti ambulante. Su afici¨®n a manifestarse, curtida a lo largo de las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, es su manera de estar en la vida, y le ha dado una creciente fama visual. Si se repasan las im¨¢genes de las grandes manifestaciones europeas contra la clase pol¨ªtica, los recortes y la troika de los ¨²ltimos a?os, Voltuan siempre aparece. Como ?D¨®nde est¨¢ Wally?, pero con bastante m¨¢s facilidad gracias a su estatura, su gorrito a rayas amarillo y negro y su habilidad para ponerse en el punto de mira de los fot¨®grafos. Con el Movimiento 15-M en Madrid, con los rescatados de Atenas, los indignados de Londres, Bruselas o Par¨ªs, ah¨ª est¨¢ siempre Voltuan. Es el hombre-pancarta, un emblema gr¨¢fico del malestar social que recorre Europa contra la pol¨ªtica ultraliberal impuesta por los conservadores y tolerada por los socialdem¨®cratas.
Redde cita al reportero en la plaza de la Sorbona, escenario m¨ªtico de las revueltas de Mayo del 68. All¨ª, en un agradable caf¨¦ llamado L' ecritoire, y a veces en un peque?o hotel cercano llamado Ruas, Voltuan fabrica sus pancartas y planea sus pr¨®ximas apariciones. Cuenta que ha venido directo desde su casa de la Borgo?a y que se ha levantado a las seis para tomar el tren. En una mochila de cuadraditos de colores pastel trae su curr¨ªculo: su antolog¨ªa po¨¦tica Amour ¨¤ vif (Amor en el borde) y las p¨¢ginas de peri¨®dicos y revistas que han publicado sus fotos. Hay diarios espa?oles, griegos, ingleses, franceses¡ Y sus pancartas pol¨ªglotas, muchas de ellas escritas en un castellano dubitativo: ¡°Urgencia social y ambiental¡±, ¡°Para verdaderas democracias¡±, ¡°?lites cortadas del pueblo¡±, ¡°Escuchad la ira del pueblo¡±, ¡°Compartamos las riquezas¡±, ¡°Lev¨¢ntate, pueblo explotado¡±, ¡°Por la VI Rep¨²blica¡± (esta es de hace unos d¨ªas: la sac¨® en la manifestaci¨®n del Frente de Izquierda contra la austeridad en Francia).
Lo primero que sorprende de Redde es su sonrisa, su car¨¢cter afable y jovial. Hace tiempo que dej¨® atr¨¢s la juventud, pero mantiene un entusiasmo adolescente. Si se le pregunta la edad, dice que ¡°eso no importa, solo importa el coraz¨®n¡±. Indagando m¨¢s, cuenta que naci¨® en Le Mans, ¡°aunque eso tampoco importa¡±, y que tiene m¨¢s de 50 a?os. Lleva el pelo rizado, cortado a lo paje y te?ido con mechas de color cerezo. Es enjuto y largo, tiene las piernas como alfileres, el ment¨®n huesudo, los ojos despiertos y dedos de pianista. Lleva unos vaqueros viejos y un chubasquero blanco con dos pintadas marca de la casa: por delante, ¡°Stop¡±; por detr¨¢s, ¡°Help the Syrian people¡± (ayuden al pueblo sirio).
Ninguna causa justa o perdida le es ajena. Su discurso es poco elaborado, a ratos un caos, pero resulta imposible no sentir empat¨ªa: detr¨¢s de cada palabra hay sencillez, franqueza, coraz¨®n. ¡°Debemos poner en el combate todo lo que les falta a los pol¨ªticos¡±, dice. A medias monje franciscano y perroflauta global, su pasi¨®n le a?ade autenticidad. ¡°Soy de izquierdas, anarquista, vegetariano, creyente y anticlerical, y solo intento reivindicar cuatro cosas: la justicia social, el respeto al medio ambiente, a los seres humanos y a los animales. Me pone enfermo la explotaci¨®n de los pobres, la miseria, la destrucci¨®n del planeta y los malos tratos a los animales. No podemos seguir as¨ª¡±.
Voltuan cuenta que lleva casi una d¨¦cada haciendo sus pancartas, pero fue en Madrid, hace dos a?os, donde se convirti¨® en un indignado global. ¡°Llegu¨¦ en el tren a Atocha, cog¨ª el metro a Sol y me recibieron como a un hermano. La gente me daba abrazos y besos, los espa?oles son gente muy c¨¢lida. Aqu¨ª lo somos menos, ?verdad? Yo antes era m¨¢s n¨®rdico, pero Madrid me enamor¨®. Estar con esos chicos es emocionante; te sientes en un mundo distinto, es una fiesta democr¨¢tica¡±, dice ense?ando el cuaderno donde anota las palabras espa?olas que ha ido aprendiendo.
Hoy estar¨¢ en Madrid otra vez para festejar el segundo aniversario del 15-M. ¡°Llevar¨¦ una pancarta que pone ¡®Humanos, no rentables¡¯. La humanidad est¨¢ siendo explotada por unas ¨¦lites que viven en una burbuja y que consideran que los que no son rentables no tienen sitio. Como dicen en Madrid, eso ¡®no es una crisis, es una estafa¡¯. Vivimos un momento crucial, y solidaridad es la palabra clave. Los artistas y los economistas que lo saben ayudan mucho. Joseph Stiglitz, Tony Gatlif, Naomi Klein, Almod¨®var, Viviane Forrester, que muri¨® hace poco, y Pierre Bourdieu, que denunci¨® la barbarie liberal, han conseguido que mucha gente se conciencie. Eso es una novedad muy grande¡±.
Su modelo es St¨¦phane Hessel, y cuando hace unos meses muri¨® el autor de ?Indignaos!, Voltuan fue al entierro con una pancarta que dec¨ªa: ¡°Gracias, St¨¦phane Hessel¡±. El poeta cree que los indignados no deben hacer la revoluci¨®n. ¡°Deben convertirse en partidos pol¨ªticos de honestos para renovar la clase pol¨ªtica. El 15-M es un movimiento muy adulto, responsable, maduro y coherente. Pero si hay incidentes, los medios y los pol¨ªticos solo hablar¨¢n de eso y desviar¨¢n la atenci¨®n del mensaje importante: las finanzas sin reglas y la corrupci¨®n pol¨ªtica van juntas; el 1% m¨¢s rico del planeta decide por el 99%, y el dinero que deber¨ªa pagar la deuda sigue escondido en los para¨ªsos fiscales¡±.
Voltuan ¡ªun seud¨®nimo que simboliza su afici¨®n a Nerval y Novalis¡ª piensa seguir dedicado al 100% a sus pancartas y su poes¨ªa. ¡°Desde hace varios meses tengo tendinitis en los dos brazos. Los carteles no pesan demasiado, pero alzarlos durante muchas horas es duro. No voy al cine, no tengo coche, no tengo hijos, vivo solo, y lo que gano lo dedico a protestar. Protesto por los vivos y por los muertos que no pudieron encontrar la libertad, por los desahuciados y los que se suicidan por la crisis, por los animales que nos miran en silencio. El ser humano lo hace todo al rev¨¦s. Los indignados hacen el mundo mejor¡±.
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