Adolfo P¨¦rez Esquivel: ¡°Este es un Gobierno de confrontaci¨®n¡±
El premio Nobel de la Paz argentino alerta del riesgo para la democracia que supone la reforma judicial de Cristina Fern¨¢ndez
En el despacho porte?o de su fundaci¨®n Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) hay algunas fotos de obispos, pero ninguna del Papa Francisco. De momento s¨®lo queda espacio en las paredes para sus ¡°amigos de caminada¡±, los que lucharon junto a ¨¦l contra la dictadura. ¡°Apenas eran cinco obispos de un total de 83¡±. Sin embargo, a sus 81 a?os, la voz del premio Nobel de la Paz, el argentino Adolfo P¨¦rez Esquivel, fue determinante para absolver a Jorge Mario Bergoglio ante la opini¨®n p¨²blica del mundo. Se hab¨ªa escrito mucho sobre el silencio c¨®mplice de la Iglesia Argentina. Pero bast¨® que ¨¦l dijera: ¡°Bergoglio no ten¨ªa nexos con la dictadura¡± para que la balanza se inclinara a favor del Papa.
P¨¦rez Esquivel fue detenido en abril de 1977, poco despu¨¦s de imponerse la dictadura militar (1976-1983). Ya era candidato al Nobel de la Paz que la Academia Noruega terminar¨ªa otorg¨¢ndole en 1980, ¨¦poca en la que no ten¨ªa ning¨²n traje oscuro con que asistir a la ceremonia, ni dinero para comprarlo. La Academia se?al¨® que era uno de los argentinos que hab¨ªan ¡°aportado un poco de luz a una noche profunda¡±.
Sostiene que sus principios y sus fines son los mismo que antes de que le dieran el premio, aunque ahora se le escucha m¨¢s. En algunas cuestiones de derechos humanos coincide con el Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez y en otras no. Se queja, por ejemplo, de la forma en que el Gobierno ha aprobado una reforma judicial que, a su modo de ver, atenta contra la democracia. Lamenta que el antiguo presidente N¨¦stor Kirchner (2003-2007) jam¨¢s lo recibiera, a pesar de las cuatro peticiones por escrito que le formul¨®. Y lamenta tambi¨¦n que la actual presidenta tampoco lo haya recibido a pesar de que ha perdido la cuenta de las veces en que le solicit¨® una audiencia personal.
La entrevista se celebr¨® el mi¨¦rcoles, el mismo d¨ªa en que visitaba el pa¨ªs el presidente venezolano, Nicol¨¢s Maduro, y la misma tarde en que el Senado de Argentina convirti¨® en ley el pol¨¦mico proyecto por el que el ¨®rgano rector de los jueces, el Consejo de Magistratura, pasar¨¢ a contar de 13 a 19 miembros, de los cuales 12 ser¨¢n elegidos por sufragio universal, seg¨²n el partido al que pertenezcan.
Pregunta. ?Qu¨¦ opina sobre la reforma judicial?
Respuesta. El pa¨ªs necesita una reforma. Hay que terminar con estas corporaciones jur¨ªdicas y con la continuidad de vicios dentro del poder judicial. El problema es el c¨®mo. La elecci¨®n de jueces no puede estar sujeta a la voluntad de los partidos pol¨ªticos. El otro problema es que no se consult¨® a los sindicatos jur¨ªdicos, ni a la ciudadan¨ªa. ?ste es un pa¨ªs sin di¨¢logo. Existe la imposici¨®n. Y por eso se llega a tantas tensiones internas y no a lograr las cosas por consenso.
P. ?Cu¨¢l cree que es la causa de que no haya di¨¢logo?
R. ?ste es un Gobierno de confrontaci¨®n. No se convocan a los sectores sociales para dialogar. Aunque no se est¨¦ de acuerdo. Ahora con la reforma judicial tendr¨¢ que pronunciarse, seguramente, la Corte Suprema. Pero si hubiesen evitado muchas cosas si hay consenso y di¨¢logo con ciertos sectores sociales¡ que no todos son opositores. Pero con ellos tampoco se dialoga.
P. ?Qu¨¦ opina sobre las ¨²ltimas elecciones presidenciales de Venezuela?
R. Maduro gan¨® por un pelo. Pero gan¨®. Yo he apoyado mucho la pol¨ªtica que llev¨® adelante Ch¨¢vez. Conozco Venezuela desde hace casi 50 a?os. He estado en los cerros (barrios m¨¢s pobres). Ch¨¢vez cambi¨® esto. Hoy cuando uno va a los cerros encuentra salud, educaci¨®n, trabajo, vivienda digna, cooperativa... Adem¨¢s, Ch¨¢vez abri¨® espacios con otros pa¨ªses de Latinoam¨¦rica. Fue un visionario. Me ha preocupado mucho la campa?a en Europa y en Espa?a que ponen a Ch¨¢vez como dictador. Cuando todas las elecciones las gan¨® honestamente. Y por amplia mayor¨ªa. Tuvo un golpe de Estado. L¨®gicamente, Estados Unidos no quer¨ªa perder su dominio sobre Venezuela. Y esto le llev¨® a un enfrentamiento muy duro con Ch¨¢vez.
P. Pero usted hablaba de di¨¢logo y de la necesidad de preservar la independencia entre los tres poderes del Estado. Human Rights Watch ha denunciado la falta de independencia judicial en varios informes sobre Venezuela. El m¨¢ximo tribunal del pa¨ªs nunca fall¨® en contra del Gobierno. Tambi¨¦n se queja la oposici¨®n de la pol¨ªtica de confrontaci¨®n.
R. S¨ª. Con una diferencia: Venezuela tuvo mucho intento de golpe de Estado. Y eso no es f¨¢cil sobrellevarlo. En cuanto a la situaci¨®n presente, ahora hay que ver si hay un control de los votos de unos y otros. Pero pienso que el pa¨ªs perder¨ªa much¨ªsimo con Capriles, porque tiene una pol¨ªtica muy proclive a Estados Unidos y a grupos econ¨®micos muy fuertes.
P. La oposici¨®n exige que se auditen los votos.
R. Lo tendr¨¢n que resolver. Si no es pol¨ªticamente, a nivel jur¨ªdico. Pueden ir a la Corte. Todo pa¨ªs tiene los instrumentos adecuados para resolver un conflicto.
P. ?Su intervenci¨®n en defensa del Papa Francisco defraud¨® a mucha gente?
R. Hubo gente que no estaba de acuerdo. Pero hay algo que hay que entender: Bergoglio, en la ¨¦poca de la dictadura no era obispo. Era el superior de la orden de los jesuitas. Y era muy joven entonces. Ten¨ªa 36 a?os. Y yo me acuerdo de haber mantenido discusiones muy duras con el representante del Vaticano, el nuncio P¨ªo Lahgi. Yo le dec¨ªa: "Usted, como representante del Papa tiene que evitar que se siga matando a la gente". Y ¨¦l me dijo: "?Qu¨¦ quer¨¦s que haga? Yo no puedo hacer lo que los obispos argentinos no quieren hacer". Eran muy pocos los que nos acompa?aron, s¨®lo cinco obispos de 83. Pero eso no quiere decir que el resto fueran c¨®mplices. Bergoglio no fue de los religiosos que iba al frente. Pero dentro de su comunidad hac¨ªa una pol¨ªtica silenciosa. Hay unas cartas de dos jesuitas que le critican porque estuvieron cinco meses presos. Dicen que Bergoglio, como superior no hizo todo lo que pod¨ªa haber hecho.
P. Y sostuvieron que, en cierta forma, Bergoglio los se?al¨® ante los militares.
R. No fue as¨ª. Bergoglio les pidi¨® que ellos no siguieran haciendo el trabajo en las villas [los barrios m¨¢s marginales]. Hubo sacerdotes que fueron asesinados en las villas. Lo dijo por su seguridad. Ellos no quisieron retirarse. Ahora: estuvieron cinco meses y logr¨® sacarlos de la c¨¢rcel. Yo estuve dos a?os y dos meses y por m¨¢s que tuve apoyo de todo el mundo, de Gobiernos, de Iglesias, no s¨®lo de la cat¨®lica sino de Iglesias Evang¨¦licas, de los Estados Unidos, la familia Kennedy pidi¨® por m¨ª¡ Y no me pudieron sacar de la prisi¨®n. Entonces, si los sac¨® en cinco meses fue poco tiempo. Hoy Bergoglio es el Papa. Y los gestos que tuvo han sido muy positivos. Y creo que en estos momentos tiene muchas dificultades dentro del Vaticano. Hay que ver c¨®mo acompa?arlo lo mejor posible para que pueda cumplir su misi¨®n.
P. ?Cu¨¢l es su postura sobre la Ley de Medios en Argentina?
R. El Gobierno ha llegado a una confrontaci¨®n muy dura con Clar¨ªn. Yo no estoy de acuerdo en cambiar un monopolio por otro monopolio. No puede ser un monopolio estatal. Y que esto ¨²nicamente se regule a trav¨¦s de la publicidad oficial. Hay que evitar eso de ¡°si me apoy¨¢s ten¨¦s la publicad y si no me apoy¨¢s te la quito¡±. Eso es extorsi¨®n. Pero es importante promover a los medios alternativos. Yo escribo much¨ªsimo y mis notas no salen en los grandes medios de Argentina, s¨®lo en los alternativos.
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