¡°Estaban locos, como animales¡±
Los testigos del atentado detallan la frialdad con la que los presuntos autores atacaron al militar y permanecieron ensangrentados en el lugar de los hechos
Woolwich parec¨ªa anoche un barrio fantasma. Las calles estaban cortadas al tr¨¢fico en un per¨ªmetro de varios kil¨®metros y por la calzada no circulaban coches. Este barrio situado cerca de Greenwich, al sudeste de Londres, es una zona muy transitada, pero ayer pocos se atrev¨ªan a llegar hasta el cord¨®n de seguridad policial desplegado en torno al lugar del atentado.
?A lo lejos se pod¨ªa ver una caseta blanca y amarilla, el punto exacto donde un soldado fue apu?alado ayer y donde la polic¨ªa forense buscaba anoche pruebas que puedan aclarar lo sucedido. La zona acordonada se extiende desde el lugar de los hechos hasta el cuartel donde parece que estaba destacado el militar, a unos diez minutos andando. El nombre y edad de la v¨ªctima estaban a¨²n por confirmarse.
El asesinato que ha consternado a Londres se produjo a plena luz del d¨ªa, con gente alrededor y muchos testigos, que no dudaron en usar sus m¨®viles, bien para llamar a la polic¨ªa, bien para grabar la imagen de los atacantes. ¡°La mayor¨ªa de ellos ya no se encuentran por aqu¨ª, los hemos llevado a tomar declaraci¨®n¡±, coment¨® un agente de polic¨ªa. John Willson Street fue el escenario que eligieron los dos presuntos autores para cometer su ataque. Aunque muchos datos sobre el atentado permanezcan a¨²n en el aire, parece que los agresores no escogieron el momento y el lugar por casualidad. ¡°Estaban mucho m¨¢s preocupados por conseguir su foto, corriendo de un lado para otro¡±, relat¨® un testigo, en declaraciones al canal de radio LBC. La polic¨ªa dispar¨® e hiri¨® a ambos. M¨¢s tarde fueron detenidos y trasladados a dos hospitales diferentes para ser tratados de sus heridas, informa la BBC.
Seg¨²n el v¨ªdeo que un ciudadano grab¨® y emiti¨® la cadena ITV, este testigo no andaba desencaminado. El metraje, de calidad casera, muestra a un hombre negro y corpulento, enfundado en una trenca gris y gorro de lana, con dos cuchillos de carnicero en las manos cubiertas de sangre. ¡°Estaban como enloquecidos, eran animales¡±, cuenta el mismo testigo. Arrastraron el cuerpo hasta el centro de la calzada¡±.
Otros testigos aseguraron que la v¨ªctima hab¨ªa sido degollada. El matrimonio formado por Graham y Julia Wilders, contactado por el diario The Guardian, se acerc¨® a la zona para auxiliar en lo que cre¨ªan que hab¨ªa sido un accidente de coche. ¡°Mi marido¡±, cont¨® Julia, ¡°me dijo que hab¨ªa dos hombres que estaban tratando de reanimar a alguien¡±. Seg¨²n algunas versiones del ataque, los dos agresores atropellaron al soldado, del Segundo Regimiento Real de los Pr¨ªncipes de Gales. La pareja se acerc¨® y vio a un hombre incorpor¨¢ndose con una pistola en la mano. ¡°Al¨¦jate, al¨¦jate¡¯, me dijo mi marido; los dos parec¨ªan estar drogados¡±.
Y esa impresi¨®n es la que deja la fotograf¨ªa hecha por otro ciudadano y difundida por The Guardian, en la que el segundo atacante, con abrigo beis y cuchillo en mano, habla con una mujer con las manos en los bolsillos que atiende paciente. Despu¨¦s de esa charla y de varios paseos de los atacantes entre la acera y la calzada, seg¨²n cuenta Graham Wilders, empez¨® el tiroteo. ¡°Solo dispar¨® la polic¨ªa¡±.
Los agentes estaban al final de la calle, junto a un colegio y varias viviendas. Esperaban la llegada de una unidad de polic¨ªa armada. Al final del v¨ªdeo difundido por ITV se ve c¨®mo los dos individuos, siempre con los cuchillos en ristre, se acercan y conversan.
¡°La polic¨ªa dec¨ªa que no pod¨ªa hacer nada hasta que llegasen los Trojan [agentes armados]¡±, afirm¨® Graham. La polic¨ªa lleg¨® y los dos atacantes se lanzaron hacia ellos con ¡°cuchillos, machetes y pistolas¡±, seg¨²n el relato de Graham. ¡°Solo escuch¨¦ cuatro tiros cuando aparecieron los Trojan¡±. Los dos individuos resultaron heridos.
La estaci¨®n del overground (el metro de superficie de Londres) estaba anoche tomada por la polic¨ªa. Los vecinos del barrio de Woolwich a¨²n ten¨ªan sensaci¨®n de alerta y el nerviosismo se sent¨ªa en las calles. Un grupo de personas recorri¨® una avenida cercana al asesinato en actitud violenta, ondeando la bandera brit¨¢nica y gritando frases en contra de los inmigrantes y los islamistas. ¡°Este es un barrio pac¨ªfico y yo no recordaba nada similar desde el verano de los disturbios en 2011¡±, asegur¨® una vecina.
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