Los adolescentes de R¨ªo, atrapados por los narcos

El aumento creciente en los dos ¨²ltimos a?os de adolescentes detenidos por la polic¨ªa en R¨ªo de Janeiro por delitos relacionados con el narcotr¨¢fico ha hecho saltar la alarma y la preocupaci¨®n por ese ej¨¦rcito de menores que trabaja bajo las ¨®rdenes y consignas de los traficantes de droga.

En los tres primeros meses de este a?o fueron detenidos 1.730 menores. En ese mismo periodo, en 2011, fueron arrestados 739. El aumento de j¨®venes menores de 18 a?os, ca¨ªdos en manos de las fuerzas del orden ha sido del 134% en el Estado de R¨ªo y de un 237 % en la capital.

La media hoy es de 22 nuevas detenciones diarias, hasta el punto de que el Departamento General de Acciones Socioeducativas (Degase) se ha visto desbordado por la masificaci¨®n de sus dependencias, que han pasado de albergar de 500 a 1.000 detenidos.

De todas las infracciones cometidas por adolescentes, el 40% se debe a acciones realizadas en el campo de venta de drogas. El resto suelen ser robos, que disminuyen cada d¨ªa para aumentar los delitos de venta de drogas.

Todos esos menores trabajaban para los narcos en las favelas hoy pacificadas. En general ayudaban a los traficantes a vigilar la llegada de la polic¨ªa a la favela o a anunciar que la droga estaba disponible para la venta Ahora, que los narcos no pueden ya actuar en esas favelas se han desplazado a la ciudad y est¨¢n usando a los menores para la venta directa de los diversos tipos de droga.

A ello hay que a?adir que el gobierno de Brasil, apoyado por la Iglesia, se niega a aumentar la edad penal que hoy es de 18 a?os. En el Congreso duermen 30 proyectos de ley para rebajar la edad penal, pero la oposici¨®n es muy fuerte ya que cualquier iniciativa del g¨¦nero es tachada de ¡°car¨¢cter vengativo¡± de la adolescencia.

Los favorables a esa disminuci¨®n de edad se fundan en el hecho de que hoy en Brasil los j¨®venes pueden votar a los 16 a?os y participar en la elecci¨®n del Presidente de la Rep¨²blica pero no pueden ser encarcelados ni cuando son asesinos confesos. De ello se aprovechan los traficantes usando mano de obra hasta los 17 a?os a sabiendas de que, si son detenidos, no ir¨¢n a la c¨¢rcel y pronto estar¨¢n libres de nuevo.

En lo que todos coinciden es que es urgente una pol¨ªtica de ayuda a los adolescentes para arrancarles de las garras del tr¨¢fico de drogas y de los asaltadores, facilit¨¢ndoles cursos de especializaci¨®n profesional para alimentar en ellos el deseo por el deporte y las artes, en vez de dejarse arrastrar por una ganancia f¨¢cil pero que acaba destruyendo sus vidas antes a¨²n de hacerse adultos.