Los comunistas chilenos buscan entrar en el Gobierno por primera vez en 40 a?os
El partido ha decidido respaldar a la expresidente socialista en las primarias La ¨²ltima vez que el PC particip¨® en el Ejecutivo fue en la Administraci¨®n de Allende
Los comunistas chilenos han dado un paso hist¨®rico y, por primera vez desde el retorno de la democracia en 1990, han decidido apoyar a la candidata de centroizquierda, la expresidente Michelle Bachelet, con miras a las elecciones primarias del 30 de junio pr¨®ximo. La decisi¨®n marca un hito para este partido: el PC no ha sido parte de ning¨²n Gobierno desde la Administraci¨®n de Salvador Allende y, si la m¨¦dico socialista gana las presidenciales de noviembre, la colectividad regresar¨¢ a La Moneda despu¨¦s de 40 a?os en la oposici¨®n.
¡°Nuestro partido va a apoyar a Michelle Bachelet como nuestra candidata para las primarias. Y seguro tambi¨¦n lo va a ser para la primera vuelta¡±, anunci¨® el s¨¢bado por la noche el presidente del PC, Guillermo Teillier, que enfrent¨® una dura oposici¨®n interna la reuni¨®n del comit¨¦ central que se extendi¨® por 10 horas.
La candidata Bachelet, desde su regreso a Chile a fines de marzo, ha insistido en la creaci¨®n de una nueva mayor¨ªa pol¨ªtica que trascienda los m¨¢rgenes de la Concertaci¨®n, el conglomerado de centroizquierda que abarca desde la Democracia Cristiana hasta el Partido Socialista y que tuvo el poder en Chile entre 1990 y 2010. ¡°Voy a trabajar para conducir el pr¨®ximo gobierno: el primer gobierno de una nueva mayor¨ªa pol¨ªtica y social que nos permita enfrentar la desigualdad y construir un Chile m¨¢s inclusivo¡±, dijo la exdirectora de ONU Mujeres al lanzar su campa?a hace dos meses.
La expresidente no solamente necesita al PC para asegurar su reelecci¨®n, altamente probable a juzgar por las encuestas, sino sobre todo tener fuerza parlamentaria para las reformas que pretende realizar en un eventual segundo per¨ªodo. La abanderada piensa que Chile cambi¨® de ciclo pol¨ªtico despu¨¦s del movimiento estudiantil de 2011, que esta nueva etapa debe centrarse en el combate de la inequidad y ha anunciado cambios tributarios, una nueva Constituci¨®n y prioridad para las ¨¢reas de Educaci¨®n, Salud y Trabajo. Hasta la fecha, sin embargo, se desconoce el nivel de profundidad de sus propuestas y es una inc¨®gnita si Bachelet dar¨¢ un verdadero giro a la izquierda, a diferencia de los 20 a?os de la Concertaci¨®n en que el bloque sigui¨® un camino reformista.
El PC tambi¨¦n ser¨¢ un engranaje clave para intentar controlar las protestas callejeras en una eventual nueva Administraci¨®n de la socialista y evitar, de esa forma, que se repitan los problemas sociales que ha debido enfrentar el Presidente de derecha Sebasti¨¢n Pi?era. Los comunistas controlan la principal organizaci¨®n sindical, la Central Unitaria de Trabajadores y, aunque han perdido fuerza en el movimiento estudiantil, que ve con recelo el acercamiento del PC al establishment, mantienen cierta influencia en las federaciones de secundarios y universitarios.
En la dictadura de Augusto Pinochet, despu¨¦s del golpe de Estado de 1973, el PC apost¨® por la v¨ªa armada e insurreccional a trav¨¦s del Frente Patri¨®tico Manuel Rodr¨ªguez (FPMR). En los a?os ochenta, el propio Teillier fue jefe militar de su partido y, bajo el seud¨®nimo de Sebasti¨¢n Larra¨ªn, autoriz¨® en 1986 el frustrado atentado contra el general. En 1990, la colectividad consider¨® que no estaban dadas las condiciones para generar un pacto de gobernabilidad entre el centro y la izquierda y, liderados por la dirigente Gladys Mar¨ªn, apost¨® por un camino testimonial que, en la pr¨¢ctica, produjo su aislamiento pol¨ªtico.
Con la muerte de Mar¨ªn en 2005, el PC emprendi¨® una estrategia paulatina para retomar el papel institucional que hab¨ªa cumplido hist¨®ricamente hasta 1973. En 2008, un acuerdo con la Concertaci¨®n le permiti¨® conseguir dos alcaldes. En 2009, gracias a un pacto instrumental, el partido obtuvo tres diputados y Teillier lleg¨® al Congreso. Durante el Gobierno de Pi?era, el acercamiento entre los comunistas y el centroizquierda se hizo n¨ªtido y el PC comenz¨® a mover sus piezas para regresar a La Moneda despu¨¦s de cuatro d¨¦cadas de la mano de Bachelet.
Este paso in¨¦dito abre una inc¨®gnita: m¨¢s all¨¢ de una posible nueva Administraci¨®n de Bachelet de cuatro a?os, ?qu¨¦ futuro tiene la singular alianza entre el centro y la izquierda chilena que hizo posible la salida de Pinochet y los veinte a?os de gobierno de la Concertaci¨®n? La Democracia Cristiana chilena, que cumpli¨® un papel crucial en el derrocamiento de Allende en 1973, ha tenido hist¨®ricamente un sello anticomunista que, pese a los acuerdos de corto plazo, se han mantenido vigentes. El candidato democristiano a la presidencial Claudio Orrego, que deber¨¢ medirse en primarias con Bachelet, critic¨® este domingo la decisi¨®n del PC de apoyar a su contrincante: ¡°Da cuenta de que hay un polo de izquierda muy fuerte en la Concertaci¨®n¡±.
Las reticencias de Camila Vallejo
El rostro m¨¢s visible del movimiento estudiantil y del PC chileno, la comunista Camila Vallejo, era parte de un sector de los militantes que observaba con desconfianza el proceso de acercamiento de su partido con el centroizquierda y su candidata Michelle Bachelet. ¡°Jam¨¢s estar¨ªa dispuesta a hacer campa?a por Bachelet ni a llamar a los j¨®venes a votar por ella¡±, se?al¨® en enero de 2012 en entrevista con EL PA?S, encendiendo las alarmas de la direcci¨®n del partido.
El argumento de algunos sectores juveniles, sindicales y de la base era que el PC iba a perder su identidad e influencia en el electorado de izquierda, que en las ¨²ltimas elecciones municipales de octubre alcanz¨® el 6,4%. En la memoria de los militantes est¨¢ el ejemplo franc¨¦s de 1981: el Presidente Fran?ois Mitterrand incorpor¨® al Partido Comunista (PCF) a su primer gabinete, le concedi¨® cuatro ministerios y, despu¨¦s de tres a?os en el oficialismo, la colectividad decidi¨® regresar a la oposici¨®n por continuas bajas en su votaci¨®n.
Vallejo fue moderando su postura con el paso de los meses, en paralelo a las negociaciones del partido para consagrarla como candidata a diputada por La Florida, una comuna numerosa y popular de la capital chilena. La ge¨®grafa dijo que Bachelet era la mejor carta para derrotar a la derecha aunque, p¨²blicamente, mantuvo sus cr¨ªticas hacia la Concertaci¨®n: ¡°Me duele un poco el est¨®mago hacer alianzas con sectores democristianos¡±, dijo la ex l¨ªder de los estudiantes en marzo.
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