Los esp¨ªas australianos, espiados por los chinos

En casa de herrero, cuchillo de palo. Piratas inform¨¢ticos chinos han robado planos secretos de la nueva sede de la principal agencia australiana de espionaje, seg¨²n la cadena de televisi¨®n ABC (Australian Broadcasting Corporation). El Gobierno se ha negado a confirmar o negar el incidente, mientras Pek¨ªn ha rechazado estar implicado.

ABC asegur¨® el lunes por la noche que el robo fue realizado mediante un ciberataque a un contratista que participa en la construcci¨®n del nuevo cuartel general de Australian Security Intelligence Organization (ASIO), y que las copias de los planos incluyen la distribuci¨®n de los sistemas de seguridad y comunicaciones del inmenso edificio, los esquemas de las plantas y la localizaci¨®n de los servidores. El programa de investigaci¨®n Four Corners (Cuatro Esquinas) afirm¨® que la incursi¨®n inform¨¢tica se origin¨® en un servidor localizado en China.

Seg¨²n Des Ball, un experto en ciberseguridad de la Universidad Nacional de Australia citado por la cadena, Pek¨ªn podr¨ªa utilizar los datos obtenidos para realizar escuchas en el edificio, situado en Canberra. Ball dijo a ABC que, ante lo ocurrido, ASIO tendr¨¢ que operar con ¡°el m¨¢ximo cuidado¡± o deshacer todas las instalaciones interiores y montarlas de nuevo. La sede, con un presupuesto inicial de 630 millones de d¨®lares australianos (471 millones de euros), est¨¢ casi acabada, tras numerosos retrasos y aumentos de costes.

Bob Carr, ministro de Exteriores australiano, se ha negado a confirmar el ataque o su procedencia, pero ha afirmado que el Gobierno es ¡°muy consciente¡± de la amenaza de ciberataques contra la seguridad nacional y que ¡°nada de lo que se est¨¢ especulando nos coge por sorpresa¡±, informa France Presse. Carr ha insistido que las relaciones con Pek¨ªn no se ver¨¢n afectadas por el supuesto caso de espionaje.

China, por su parte, ha vuelto a repetir el argumento utilizado en anteriores ocasiones en que ha sido acusada de ciberpirateo. El portavoz de Exteriores, Hong Lei, ha asegurado que es ¡°muy dif¨ªcil encontrar el origen de los ataques piratas¡± y ha preguntado ¡°d¨®nde est¨¢n las pruebas para que el medio de comunicaci¨®n pertinente haga tal reportaje¡±. ¡°China presta mucha atenci¨®n a los temas de ciberseguridad y se opone con firmeza a todas las formas de pirateo¡±, ha se?alado.

Pol¨ªticos en la oposici¨®n han pedido una investigaci¨®n independiente. La primera ministra, Julia Gillard, se ha negado a dar detalles y ha dicho ¨²nicamente que la informaci¨®n de ABC es ¡°inexacta¡± y ¡°no est¨¢ demostrada¡±.

El informe de la cadena, que no dijo cu¨¢ndo se produjo el supuesto robo de los planos, ha llegado tras una serie de acusaciones p¨²blicas de ciberespionaje contra China. La compa?¨ªa estadounidense Mandiant dijo en febrero pasado que una unidad del ej¨¦rcito chino hab¨ªa robado gran cantidad de informaci¨®n de un m¨ªnimo de 141 organizaciones, la mayor parte de ellas en Estados Unidos. El documento sigui¨® a un informe, el a?o pasado, del Congreso de Estados Unidos que calific¨® a China del ¡°actor m¨¢s amenazante en el ciberespacio¡±.

Se sospecha que los ordenadores de la primera ministra y los ministros de Exteriores y Defensa de Australia fueron pirateados en 2011 desde China, una acusaci¨®n que Pek¨ªn tild¨® de ¡°sin fundamento y con motivos ocultos¡±. Las redes inform¨¢ticas del banco de la reserva de Australia han sido atacadas este a?o, y algunas de ellas fueron infectadas con programas desarrollados en China capaces de buscar informaci¨®n sensible, seg¨²n algunas informaciones.

En 2012, la compa?¨ªa de telecomunicaciones china Huawei fue vetada en contratos valorados en 36 millones de d¨®lares australianos (27 millones de euros), destinados a desarrollar la red de banda ancha de internet en el pa¨ªs, por miedo a ciberataques.

ASIO ha ganado r¨¢pidamente tama?o desde los ataques de Al Qaeda el 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, y necesita la nueva sede para albergar a sus empleados, cuyo n¨²mero se ha triplicado hasta casi 1.800 personas en la ¨²ltima d¨¦cada.