La carrera hacia la Casa Rosada irrumpe en el tablero pol¨ªtico de Argentina

La carrera hacia la Casa Rosada ha llegado a un extremo de suspense que podr¨ªa calificarse de apasionante y deprimente a la vez, a pesar de que a¨²n faltan dos a?os para que se sepa qui¨¦n ser¨¢ el nuevo presidente de Argentina. Apasionante, porque todas los ojos est¨¢n pendientes de un hombre que deshoja muy lentamente la margarita de su candidatura. Puede que el pol¨ªtico deje pasar la oportunidad de su vida o que suba al tren que lo lleve hacia la Casa Rosada. Y todo eso se sabr¨¢ antes del pr¨®ximo mi¨¦rcoles, que es cuando vence el plazo para presentar las alianzas electorales para las elecciones legislativas de octubre. Y deprimente tambi¨¦n, porque no se habla ni de ideas, ni proyectos ni programas. S¨®lo de nombres.

En la carrera hay tres grandes competidores. La zancada m¨¢s poderosa ¡ªen cuanto a exposici¨®n medi¨¢tica¡ª, hoy por hoy, sigue siendo la de la presidenta Cristina Fern¨¢ndez. La Constituci¨®n argentina le proh¨ªbe optar a un tercer mandato. Pero eso no impide que cada dos por tres un alto cargo de su Gobierno enarbole la bandera de su candidatura, lo que implicar¨ªa una reforma constitucional que exigir¨ªa una mayor¨ªa de dos tercios en el Congreso. El jueves, sin ir m¨¢s lejos, el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, declar¨®: ¡°No entregar¨ªa la continuidad de este modelo a nadie que no sea nuestra presidenta¡±. Por si no hab¨ªa quedado claro, a?adi¨®: ¡°No se me ocurre otro nombre que el de Cristina para seguir frente al modelo¡±.

La oposici¨®n, de momento, no cuenta con un candidato con opciones. As¨ª que el segundo corredor m¨¢s poderoso ¡ªpor la envergadura de su cargo, situaci¨®n en las encuestas y exposici¨®n en los medios¡ª, es Daniel Scioli, el gobernador de Buenos Aires, la provincia m¨¢s rica, poblada y decisiva en cualquier elecci¨®n presidencial. Scioli es el pol¨ªtico peronista que m¨¢s humillaciones p¨²blicas, desaf¨ªos, provocaciones, ahogos financieros, cr¨ªticas y reproches ha recibido por parte de N¨¦stor Kirchner, Cristina Fern¨¢ndez y sus ministros. Y el que mejor los ha sobrellevado. Scioli es un respetable jugador de ajedrez que cultiva la gimnasia de manejar los tiempos con suma frialdad. Hasta ahora su estrategia le sali¨® bien porque la carrera parec¨ªa ganarla el que m¨¢s quieto se quedara, el que menos fallos cometiera y menos desaf¨ªos aceptara. Pero las reglas de la carrera no son inamovibles.

La presidenta intent¨® la semana pasada sacarlo una vez de m¨¢s de sus casillas. El jueves 30 de mayo, en un acto p¨²blico y televisado en el que Daniel Scioli se encontraba presente, Fern¨¢ndez declar¨® que ya estaba cansada de que algunos la tomaran por idiota. Y se refiri¨® a las inundaciones de La Plata, ciudad perteneciente a la gobernaci¨®n de Scioli donde murieron m¨¢s de 50 vecinos el pasado abril: ¡°Cuando hace unos d¨ªas tuvimos la desgracia en la ciudad de La Plata de una tragedia sin precedentes, no se me ocurri¨® hacerme la est¨²pida y mirar para otro lado como hacen otros que siempre se borran y nunca ponen la cara y dicen que todo es lindo y que todo est¨¢ bien. Fui y puse la cara donde no ten¨ªa que ponerla porque no era mi responsabilidad¡±.

La mejor situada es Cristina Fern¨¢ndez, seguida por Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires

Scioli callaba. Fern¨¢ndez sigui¨® d¨¢ndole: ¡°Soy argentina y cuando hay otro argentino que sufre, ah¨ª voy a estar siempre, sin especulaciones, sin borrarme, sin mirar para otro lado, defendiendo a la gente pese a que a m¨ª no me defienden algunos dirigentes y que cuando dicen las cosas que dicen de m¨ª o de mi compa?ero, miran para otro lado. Yo no me hago m¨¢s la est¨²pida, no crean que soy est¨²pida¡±.

Scioli, callado y sin moverse. Y Fern¨¢ndez prosegu¨ªa: ¡°Por eso, valoro tanto a aquellos compa?eros, no que defienden al Gobierno, sino que defienden a un proyecto pol¨ªtico. Por supuesto que siempre es m¨¢s f¨¢cil y m¨¢s c¨®modo decir palabras de ocasi¨®n, siempre es mucho m¨¢s f¨¢cil y m¨¢s c¨®modo quedar bien con todos. Nada m¨¢s f¨¢cil que quedar bien con todos y tener un mill¨®n de amigos¡±.

Muchos de los asistentes al acto miraban de reojo a Scioli. ?Qu¨¦ har¨ªa? Y la presidenta continu¨® disparando: ¡°Ahora¡­ ?sab¨¦s cu¨¢l es el problema? Yo les pregunto a todos ustedes y m¨¢s que preguntarles, les pido por un minuto un ejercicio de imaginaci¨®n: imag¨ªnense a ese tipo de dirigentes frente a corporaciones como las que ya sabemos [Clar¨ªn, siempre Clar¨ªn], frente al Fondo Monetario; imag¨ªnense a esos discutiendo la reestructuraci¨®n de la deuda; imag¨ªnense a esos discutiendo la Ley de Medios; imag¨ªnense a esos discutiendo por los trabajadores o por los jubilados. Olv¨ªdenlo¡±. Y remat¨®: ¡°Y cu¨ªdense mucho de esos a los que parece ser que nada les toca ni nada les llega o que todo est¨¢ bien¡±.

Hay analistas que creen que Scioli perdi¨® en ese momento la oportunidad de su vida. Piensan que con el simple gesto de marcharse sin decir una palabra el gobernador habr¨ªa roto de una vez por todas con el kirchnerismo y en 2015 ser¨ªa presidente de Argentina. Pero Scioli aguant¨® y en los d¨ªas siguientes respondi¨® a su manera, concediendo entrevistas entre otros a Clar¨ªn ¨Cun sacrilegio en la Casa Rosada¡ªdonde llamaba una vez m¨¢s a la conciliaci¨®n y al di¨¢logo. Scioli no piensa romper con el kirchnerismo¡­ al menos, hasta despu¨¦s de las legislativas de octubre. Sus asesores creen que si rompiera podr¨ªa suceder algo parecido a lo que el l¨ªder sindicalista disidente Hugo Moyano augura: ¡°(Se) pretende que (Scioli) renuncie y asuma el vicegobernador (el kirchnerista Gabriel Mariotto). A partir de ah¨ª (Mariotto) se convertir¨ªa en el gobernador m¨¢s importante de la historia, porque le dar¨ªan todos los recursos que hoy no le dan a Scioli para poder hacer un Gobierno como corresponde en la provincia m¨¢s grande y numerosa del pa¨ªs".

El tercero en discordia es Sergio Massa, que deshoja la margarita de concurrir a las urnas

Hasta ahora, su enorme capacidad de aguante le ha garantizado a Scioli seguir al frente de la provincia, mantener una excelente imagen en las encuestas y cultivar su relaci¨®n con los diarios Clar¨ªn y La Naci¨®n, muy cr¨ªticos con la Casa Rosada. El problema para Scioli y tambi¨¦n para la presidenta es que hay un personaje que puede destrozar todas sus t¨¢cticas de ajedrez y hasta el propio tablero con un solo movimiento: el hombre de la margarita. Desde hace varias semanas la prensa argentina viene especulando con dos preguntas: ?Jugar¨¢ Messi en el partido del viernes 7 de junio entre Colombia y Argentina? La otra es m¨¢s dif¨ªcil de contestar: ?Jugar¨¢ Massa? O sea: ?se atrever¨¢ Massa a disputar las elecciones legislativas de octubre, es decir, a saltar a la cancha pol¨ªtica como firme candidato presidencial?

Sergio Massa es el hombre de la margarita, al que todos siguen en cada peque?o gesto. Fue jefe de Gabinete en el Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez entre 2007 y 2008. Ahora es el alcalde del municipio de Tigre, localidad de clase media de 308.000 habitantes, en Buenos Aires. Hoy por hoy ser¨ªa, seg¨²n varias encuestas, el candidato con m¨¢s opciones para llegar a la Casa Rosada en 2015. Pero para eso tiene que salir ¡°a jugar¡±. Y salir significa romper con el kirchnerismo y presentar una lista de diputados propia para las legislativas de octubre.

Massa es uno de esos h¨¢biles pol¨ªticos que, como dir¨ªa Cristina Fern¨¢ndez, "les gusta quedar bien con todos¡±. Su t¨¢ctica hasta ahora, ha sido muy parecida a la de Scioli: alimentar su buena imagen en las encuestas a base de gestos ambiguos y mucho silencio. Cuenta con m¨¢s de una decena de alcaldes peronistas en el poderoso conurbano bonaerense que estar¨ªan dispuestos a apoyarle. Pero ¨¦l sigue deshojando la margarita. ¡°Massa sabe que el tren de la historia pasa muy pocas veces delante de uno¡±, se?ala un asesor de Massa que prefiere mantenerse en el anonimato. ¡°Sabe que si quiere ser presidente tiene que jugar por fuera del kirchnerismo, presentarse a las legislativas. Su lista de diputados ganar¨ªa, con toda seguridad, en Buenos Aires. Y la misma noche en que las gane deber¨¢ anunciar su candidatura a presidente. Y empezar a recorrer el pa¨ªs hasta 2015. Pero lo que en ¨²ltima instancia vaya hacer, s¨®lo ¨¦l lo sabe¡±.

Hay decenas de alcaldes y diputados de la oposici¨®n esperando a ver qu¨¦ hace Massa para tomar ellos una decisi¨®n. ¡°Todo esto habla de la fragilidad del sistema pol¨ªtico argentino¡±, explica el bloguero y novelista Jorge Za¨ªn As¨ªs. ¡°Hay muchos pol¨ªticos ahora esperando con sus media lunas, a ver en qu¨¦ caf¨¦ la mojan. O sea, esperando la decisi¨®n de Massa a ver si van en su lista o en la de otro. Si este muchacho decide jugar se enfrentar¨¢ como diputado a un Gobierno y a un Estado a la vez. Y en dos a?os el Gobierno puede convencer con su plata a muchos de los intendentes que ahora apoyan a Massa¡±, concluye As¨ªs.

La carrera, el baile, o la partida de ajedrez que conduce a la Casa Rosada se presenta m¨¢s deslumbrante que nunca. ¡°Pero el panorama es tambi¨¦n muy deprimente¡±, asume el citado asesor de Sergio Massa. ¡°De lo que menos se habla en estos momentos es de proyectos pol¨ªticos¡±.