La Uni¨®n Europea teme por la privacidad de sus datos

El espionaje inform¨¢tico en Estados Unidos ha colocado en primer plano un problema que inquieta a Europa desde hace meses: la desprotecci¨®n de los datos personales. Apenas unas horas m¨¢s de conversaci¨®n les faltaron a los ministros europeos de Justicia del pasado jueves para que la revelaci¨®n del programa estadounidense centrara la reuni¨®n en la que los mandatarios trataban de reforzar las normas comunitarias de protecci¨®n de datos. La Comisi¨®n Europea constat¨® con pesar que hay Estados dispuestos a bloquear esa regulaci¨®n poco antes de que The Guardian revelara con sus informaciones la urgencia de pactar ese nuevo marco.

Las normas comunitarias sobre esta materia datan de 1995. Pese a figurar todav¨ªa entre las m¨¢s garantistas del mundo, la irrupci¨®n de Internet en la vida diaria de los europeos ¡ªy especialmente la llegada de las redes sociales¡ª ha convertido en obsoleta la regulaci¨®n. El Ejecutivo comunitario lanz¨® hace ya a?o y medio una propuesta para restringir el acceso que compa?¨ªas y poderes p¨²blicos tienen a datos sensibles de los usuarios y regular cuestiones tan novedosas como el derecho al olvido.

Desde entonces, los Estados miembros se resisten a ponerse de acuerdo en elementos fundamentales de la regulaci¨®n. Pero la irrupci¨®n del espionaje estadounidense ha desatado el nerviosismo de algunos miembros de la Comisi¨®n Europea. ¡°Este caso demuestra que un marco legal para la protecci¨®n de datos personales no es un lujo, sino un derecho fundamental. Ya es hora de que el Consejo Europeo demuestre que puede actuar r¨¢pidamente para reforzar los derechos de los ciudadanos¡±, reclam¨® la vicepresidenta de la Comisi¨®n Europea y responsable de Justicia, Viviane Reding, tras conocerse el espionaje.

A la hora de evaluar el grado de desprotecci¨®n de los ciudadanos en la red, tan importante resulta la regulaci¨®n europea como la que detalla los intercambios de datos entre Europa y Estados Unidos. Ninguna de las dos acaba de concretarse. Pero el esc¨¢ndalo de la vigilancia ha llegado a tiempo para centrar la reuni¨®n que mantendr¨¢n a partir del mi¨¦rcoles en Dubl¨ªn los responsables europeos con las autoridades estadounidenses. La casualidad ha querido que este encuentro anual se dedique en esta ocasi¨®n a la protecci¨®n de datos.

Ni la regulaci¨®n europea ni la que controla los intercambios con EE UU termina de concretarse

Reding tendr¨¢ la oportunidad de preguntar a Estados Unidos los detalles del espionaje, a cu¨¢ntos europeos ha afectado y c¨®mo piensa garantizar la seguridad de las comunicaciones, seg¨²n explica una portavoz de la comisaria. La preocupaci¨®n no es nueva. La Uni¨®n Europea entrega ya numerosos datos de sus ciudadanos a Estados Unidos (de los pasajeros a¨¦reos, de las transferencias bancarias...), pero no tiene garant¨ªas de que el tratamiento de esos datos respete los est¨¢ndares europeos. Por eso la comisaria de Justicia explora desde 2011 un acuerdo de protecci¨®n de datos vinculado a la cooperaci¨®n policial y judicial. Porque en la pr¨¢ctica, por muchas regulaciones que se aprueben al respecto, tanto los poderes p¨²blicos como los privados tienen acceso a informaci¨®n clave del ciudadano que puede ser utilizada en su contra.

Varios elementos bloquean desde hace tiempo esa colaboraci¨®n entre las dos potencias. Entre ellos, que un ciudadano estadounidense que considere violada su privacidad puede reclamar ante las autoridades europeas, mientras un europeo no puede hacer lo mismo frente la administraci¨®n estadounidense. La Comisi¨®n quiere, adem¨¢s, clarificar si esos intercambios implicar¨ªan una cesi¨®n indiscriminada de datos o se tratar¨ªa de peticiones cuando existan ¡°sospechas concretas¡±, explican fuentes comunitarias. ¡°Cuando un ciudadano europeo manda mensajes o llama por tel¨¦fono a alguien en Estados Unidos no espera que sus datos personales sean interceptados o transmitidos a terceras personas¡±, describen.

Otras fuentes comunitarias consideran que las posibilidades de aproximaci¨®n en este acuerdo de intercambio de datos son ahora m¨¢s limitadas que antes de conocerse la revelaci¨®n del cerco a las comunicaciones privadas. Aunque algunos Estados miembros son menos beligerantes en este terreno, la mayor¨ªa recela del uso que Estados Unidos pueda dar a esas bases de datos, mucho m¨¢s ahora. La propia canciller alemana, Angela Merkel, aprovechar¨¢ la cita que mantendr¨¢ con el presidente estadounidense, Barack Obama, el pr¨®ximo 18 de junio para pedirle explicaciones sobre este caso.

El control de las comunicaciones indigna especialmente al Parlamento Europeo, muy celoso de la privacidad de los ciudadanos. ¡°?C¨®mo podemos hablar de relaci¨®n especial entre la Uni¨®n Europea y Estados Unidos cuando Obama dice expl¨ªcitamente que solo han espiado a extranjeros?¡±, se pregunta la diputada holandesa liberal Sophie in 't Veld, gran defensora de las libertades civiles.