Los siete magn¨ªficos de la Justicia en Argentina afrontan su hora m¨¢s dif¨ªcil
Semblanza de los magistrados de la Corte Suprema que van a decidir si es constitucional la reforma judicial que impuls¨® Cristina Fern¨¢ndez
La Justicia de Argentina se pronunciar¨¢ esta semana sobre la reforma de la justicia en Argentina. Y despu¨¦s tendr¨¢ que hacerlo sobre la Ley de Medios que enfrenta desde hace m¨¢s de tres a?os al Gobierno con Clar¨ªn, el grupo medi¨¢tico m¨¢s poderoso del pa¨ªs. Ambas decisiones recaer¨¢n sobre los cinco hombres y dos mujeres que integran la Corte Suprema.
Conviene recordar que hubo un tiempo no tan lejano en el pa¨ªs, cuando gobernaba el reci¨¦n condenado Carlos Sa¨²l Menem (1989-1999), en que la Corte estaba dividida y enfrentada en dos bandos irreconciliables. Hab¨ªa cinco jueces menemistas y cuatro opositores. Los casos se resolv¨ªan mediante lo que con cierta sorna pas¨® a llamarse la ¡°mayor¨ªa autom¨¢tica¡±. Las disputas se aireaban en los peri¨®dicos y el desprestigio del m¨¢ximo tribunal estaba en boca de todos.
Cuatro a?os despu¨¦s lleg¨® N¨¦stor Kirchner (2003-2007) a la Casa Rosada y se propuso reformar la Corte. De aquella minor¨ªa que votaba contra la mayor¨ªa menemista se quedaron dos jueces. Un tercero hab¨ªa sido nombrado en 2002 y los cuatro restantes fueron elegidos bajo el auspicio de Kirchner. Ahora, hay un miembro af¨ªn al Gobierno, un antiguo militante del Partido Socialista, dos peronistas no kirchneristas, dos mujeres sin antecedentes pol¨ªticos¡ A lo largo de 20 a?os, los siete han logrado infundir a la instituci¨®n una imagen de independencia y unidad. En varias ocasiones fallaron contra los intereses del Gobierno. Y eso les vali¨® la cr¨ªtica de la presidenta Cristina Fern¨¢ndez, quien percibe tras sus sentencias la poderosa mano de las grandes corporaciones, l¨¦ase, el Grupo Clar¨ªn. ¡°Qu¨¦ celeridad para actuar sobre las leyes que involucran al Poder Judicial por parte de los propios jueces y cu¨¢nta lentitud para decidir sobre una ley que ya lleva cuatro a?os como es la ley de medios¡±, declar¨® el lunes.
Esta semana la Corte deber¨¢ resolver si es legal la reforma que impuls¨® Cristina Fern¨¢ndez y aprob¨® el Congreso. El punto m¨¢s pol¨¦mico es el que regula la elecci¨®n de los miembros del Consejo de la Magistratura mediante voto popular, con sus nombres inscritos en las papeletas de partidos pol¨ªticos. ?Es constitucional que el pueblo argentino elija de forma directa a las personas que conforman el ¨®rgano de Gobierno de los jueces? Si lo es, cada partido deber¨¢ presentar a sus candidatos antes del pr¨®ximo s¨¢bado 22 de junio. Y si no, deber¨¢n dictaminarlo antes del jueves, d¨ªa festivo en Argentina.
La decisi¨®n recae sobre los hombros de siete personas. ?stas son sus semblanzas.
Ricardo Luis Lorenzetti. El presidente, equilibrista y ambicioso
Sobre Lorenzetti Cristina Fern¨¢ndez afirm¨® la semana pasada: ¡°El propio presidente de la Corte Suprema fue propuesto durante nuestro Gobierno. Me lo present¨® en mi despacho un querido amigo ex senador de esta provincia (Santa Cruz), porque yo no lo conoc¨ªa. (¡) Ten¨ªa excelentes antecedentes como abogado. Lo conoc¨ª all¨ª, y N¨¦stor, presidente, lo propuso sin siquiera conocerlo de vista¡±.
Lorenzetti es el interlocutor oficial de Fern¨¢nez en representaci¨®n de la Corte. Oficialmente, el trato es correcto. Pero la relaci¨®n se ha ido enfriando con los a?os. En los di¨¢logos sin grabadora Lorenzetti se muestra ¨²ltimamente muy cr¨ªtico con el Gobierno. ¡°Cristina cree que en realidad ¨¦l a aspira a ser presidente del Gobierno. Y puede que no est¨¦ equivocada, porque es muy ambicioso¡±, afirma un conocido suyo.
Lorenzetti trata de que en las sentencias sobre los grandes temas de fondo sean refrendada por los siete. ¡°Pero no es el hombre que lleva una idea y los convence. Por lo general escucha mucho y consulta. Y va creando un consenso¡±, indica la citada fuente.
El presidente de la Corte sabe halagar oportunamente la val¨ªa de sus compa?eros. ¡°Cuando habla con los otros miembros, no los llama a su despacho. Es ¨¦l quien suele visitarlos en los despachos de ellos. Y eso, en un mundo de egos tan grande, los otros lo agradecen¡±, explica la misma fuente. Es el m¨¢s joven, a sus 57 a?os. Y el que m¨¢s tarde lleg¨® a la Corte. Asumi¨® el cargo en 2007.
Elena I. Highton de Nolasco. La jueza tradicional de carrera
Es la ¨²nica jueza que accedi¨® a la Corte mientras ejerc¨ªa a¨²n en los tribunales argentinos. Los otros miembros trabajaban como abogados, profesores, jueces internacionales o pol¨ªticos. Pero ella tra¨ªa 30 a?os de experiencia como jueza. Habla un ingl¨¦s perfecto, estudi¨® en Harvard, tiene fama de eficiente y fue la primera mujer en incorporarse a la Corte en la ¨¦poca democr¨¢tica de Argentina, en 2004. Durante sus primeros a?os se encontraba m¨¢s cerca del Gobierno que ahora. Tiene 71 a?os.
Carlos Fayt. ¡°El casi centenario¡±.
Tiene 95 a?os, es socialista y miembro de la Corte desde hace 30, cuando gobernaba Ra¨²l Alfons¨ªn. La semana pasada, en Twitter, Cristina Fern¨¢ndes se refiri¨® a ¨¦l como ¡°el casi centenario miembro de la Corte, que pertenece al hist¨®rico y tambi¨¦n centenario Partido Socialista¡±. Fern¨¢ndez cuestion¨® la constitucionalidad de que se mantenga en el cargo despu¨¦s de cumplidos los 75 a?os. Fayt le respondi¨® en un breve comunicado: ¡°Los hechos son sagrados, las opiniones libres¡±.
El pasado mi¨¦rcoles 5 de junio la Corte le ech¨® un enorme salvavidas al Gobierno argentino cuando revoc¨® la orden de embargo por valor de 19.000 millones de d¨®lares que arrastraba la petrolera estadounidense Chevron desde Ecuador. Ahora Chevron tiene las manos libres para asociarse con YPF. El ¨²nico de los siete que vot¨® en contra de esa sentencia fue Fayt.
Enrique Santiago Petracchi. El viejo cazador
Es, a sus 77 a?os, el segundo magistrado m¨¢s anciano. Y, al igual que Fayt, es miembro de la Corte desde 1983, en los albores de la democracia argentina. ¡°Es cazador y en la vida cotidiana tiene tambi¨¦n la punter¨ªa, el tiempo y la paciencia del cazador Habla poco, pero sus definiciones suelen ser acertadas y precisas¡±, indica una fuente pr¨®xima a la Corte. Fue presidente de la Corte en algunos periodos. Es uno de los jueces que m¨¢s se enfrent¨® a Menem.
Juan Carlos Maqueda. Antiguo senador peronista
Es un h¨¢bil pol¨ªtico que procede de la derecha peronista y comparti¨® esca?o en el Senado con la presidenta Fern¨¢ndez. ¡°A quien los otros escuchan como gran referencia pol¨ªtica es ¨¦l¡±. Tiene 62 a?os y se incorpor¨® a la Corte en 2002, propuesto por el antikirchnerista Eduardo Duhalde.
E. Ra¨²l Zaffaroni. El m¨¢s af¨ªn al Gobierno.
El m¨¢s brillante, la mente m¨¢s luminosa, el m¨¢s creativo, el m¨¢s informal. Y tambi¨¦n, el m¨¢s cercano al Gobierno. ?sa es la imagen de Zaffaroni. Su curr¨ªculum en la p¨¢gina oficial de la Corte ocupa 200 p¨¢ginas. Sus libros sobre derecho penal son un cl¨¢sico en las universidades argentinas. Lo reclaman para impartir clase desde varios pa¨ªses. ¡°Es de lo m¨¢s sencillo y afable. Lo puedes ver entrando en ropa informal, sin corbata. Con ¨¦l se puede hablar de cualquier tema y de cualquier tema est¨¢ informado¡±, asegura un antiguo compa?ero.
Tiene 73 a?os y lo propuso N¨¦stor Kirchner. A veces, se ha dejado ver en fotos con miembros del Gobierno, cosa que no le ha hecho ninguna gracia al resto de sus compa?eros.
En 2011 atraves¨® la parte m¨¢s pol¨¦mica de su carrera cuando la ONG La Alameda, dedicada a la lucha contra la prostituci¨®n, denunci¨® que el juez pose¨ªa cuatro prost¨ªbulos. Zaffaroni, de 73 a?os y miembro de la Corte desde 2003, reconoci¨® ser el due?o de las cuatro viviendas, pero aleg¨® que desconoc¨ªa la actividad que se ejerc¨ªa en ellos porque posee 15 propiedades inmobiliarias y delega la misi¨®n de buscar inquilinos en una agencia y un apoderado.
Carmen Mar¨ªa Argibay. La jueza ¡°desagradecida¡±
Tiene fama de persona recta, imparcial y de fuerte car¨¢cter. En 2007, dos a?os despu¨¦s de que la nombraran, declar¨®: ¡°Para ser un buen juez, nuestro primer deber es ser desagradecidos con quien nos nombr¨®. Estrecharle la mano con educaci¨®n, agradecerle el cargo, y no volverlo a ver".
Durante la dictadura, en 1976, permaneci¨® nueve meses detenida sin ning¨²n cargo ni proceso. En 2001 fue nombrada por la Asamblea de las Naciones Unidas como jueza del Tribunal Criminal Internacional que juzga cr¨ªmenes de guerra en la ex-Yugoslavia. Se form¨® en un colegio de monjas, pero se define como atea --¡°porque no creo en Dios¡±-- y militante --¡°porque lo digo¡±--. Defiende el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo, lo que le acarre¨® la oposici¨®n de la Iglesia a su nombramiento. El s¨¢bado cumpli¨® 74 a?os.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.