Una diputada lesbiana lidera la causa por el matrimonio gay en Costa Rica
Existen cinco proyectos que pretenden hacer que el Estado otorgue las parejas del mismo sexo los mismos derechos
Se llama Carmen Mu?oz y no hace alarde de su preferencia sexual. No la niega, pero es la primera l¨ªnea del curr¨ªculum. Ni siquiera hab¨ªa sido activista de los derechos gays, pero la coyuntura pol¨ªtica no le dej¨® otra opci¨®n. Es la portavoz parlamentaria del principal partido opositor de Costa Rica en un a?o electoral que se prev¨¦ determinante para los proyectos de reconocimiento legal de las parejas homosexuales.
Mu?oz asumi¨® la jefatura del Partido Acci¨®n Ciudadana (PAC, centro) despu¨¦s de tres a?os de ejercicio legislativo en los que asumi¨® como propia la causa de los derechos de las parejas del mismo sexo, pero hace dos meses habl¨® abiertamente de su ¡°no heterosexualidad¡± en una entrevista en el diario La Naci¨®n. Ahora se reconoce ¡°una mujer m¨¢s libre¡± para enfrentar ¡°sin remilgos¡± las fuerzas conservadoras que pretenden mantener a Costa Rica dentro de la norma en Centroam¨¦rica: una pareja del mismo sexo tiene el mismo reconocimiento legal que tendr¨ªa un par de amigos que comparten piso.
La figura del matrimonio homosexual es solo la forma m¨¢s extrema, pero los activistas mantienen cinco proyectos legislativos que, con grados y formas distintas, pretenden hacer que el Estado otorgue las parejas del mismo sexo los mismos derechos que poseen los heterosexuales. No es tarea f¨¢cil en un pa¨ªs confesional cat¨®lico por Constituci¨®n Pol¨ªtica y donde tambi¨¦n crecen corrientes cristianas evang¨¦licas cuyos l¨ªderes se oponen a las uniones legales homosexuales con mucha m¨¢s dureza.
Uno de estos representantes se llama Justo Orozco y es quiz¨¢ el diputado m¨¢s conocido del pa¨ªs, sobre todo por oponerse a rajatabla y sin pudores a cualquier reforma que abra la ventana a la validez legal de las parejas homosexuales. Es uno de los dos congresistas (de 57) representante de partidos religiosos. El s¨ªmbolo de su agrupaci¨®n es el pez cristiano, suele llevar la Biblia al plenario legislativo y exigi¨® a Carmen Mu?oz inhibirse de votar en una comisi¨®n el proyecto sobre parejas del mismo sexo, por considerar que estar¨ªa legislando en beneficio propio.
¡°Fue notorio en medios de comunicaci¨®n y hasta en Wikipedia que ella se declara lesbiana, por lo que me opongo a que sea parte de la votaci¨®n¡±, dijo hace tres semanas, lo que volvi¨® a indignar a grupos activistas y otros legisladores, aunque Carmen Mu?oz dice tener claro que el diputado cristiano responde a un sector de la poblaci¨®n conservador y que detr¨¢s de ¨¦l hay otros grupos de m¨¢s peso pol¨ªtico contentos de que Orozco sea quien d¨¦ la cara sin tapujos. Dos ejemplos: la Iglesia Cat¨®lica y buena parte del oficialista Partido Liberaci¨®n Nacional (PLN).
El Gobierno de Laura Chinchilla ha tenido que hacer malabares ret¨®ricos para no quedar como enemigo del reconocimiento legal de las parejas del mismo sexo, aunque ministros puntuales han dado el apoyo, incluido el de Educaci¨®n, Leonardo Garnier. La mandataria empez¨® su gesti¨®n diciendo que el tema no era prioridad suya y la ¨²ltima referencia p¨²blica la hizo hace un mes y medio, cuando visit¨® el pa¨ªs el presidente Barack Obama, quien apoya la validez legal de las parejas homosexuales. ¡°Cada naci¨®n tiene su propio tiempo¡±, manifest¨® Chinchilla, queriendo decir que Costa Rica a¨²n no est¨¢ lista para sumarse a los 19 pa¨ªses (seis en Am¨¦rica) que reconocen total o parcialmente los matrimonios homosexuales o las uniones libres.
Mu?oz no est¨¢ tan segura de que el cuatrienio de Chinchilla acabe sin reconocer las uniones de parejas homosexuales. Hay expedientes legislativos en espera de una oportunidad pol¨ªtica un resquicio en la din¨¢mica del Congreso en este 2013 marcado por la lucha electoral de cara a las elecciones de febrero de 2014. ¡°No descarto nada. Todas las bancadas est¨¢n divididas entre apoyar o rechazar esto, pero cada vez hay m¨¢s apoyo popular y eso cuenta en las elecciones¡±, opin¨® Mu?oz, a pesar de que en 2012 los grupos activistas se opusieron a un referendo nacional por considerar que los derechos humanos de minor¨ªas no se deben someter a las urnas, donde habr¨ªa altas posibilidades de salir derrotados.
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