Texas ejecutar¨¢ a su reo n¨²mero 500 la semana que viene si falla el ¨²ltimo recurso

Texas est¨¢ a punto de batir un penoso r¨¦cord. Si el pr¨®ximo mi¨¦rcoles ese Estado ejecuta a Kimberly McCarthy tras agotar todos sus recursos de apelaci¨®n, el n¨²mero de homicidios legales cometidos en Texas desde que en 1976 se reinstaurase la pena de muerte en Estados Unidos ascender¨¢ a 500. El hito alcanzar¨¢ tambi¨¦n a Rick Perry, que con la muerte de McCarthy se convertir¨¢ en el Gobernador ¨Cno solo de Texas, sino de toda la Uni¨®n- con mayores ejecuciones consumadas bajo su r¨²brica.

Por su parte, McCarthy ser¨¢ la quinta mujer que ese Estado del sur ejecuta desde 1854 y la tercera que es negra. Desde 1976 y hasta el pasado martes ¨Ccon la ejecuci¨®n en Oklahoma de James DeRosa-, EEUU hab¨ªa acabado con la vida de 1.336 personas, 12 de ellas mujeres. Desde 2010 no se ejecuta a ninguna.

La del mi¨¦rcoles ser¨¢ la tercera cita que McCarthy, 52 a?os, tiene con la muerte en menos de cinco meses. En las dos anteriores -29 de enero y 3 de abril-, su abogada logr¨® parar su traslado desde el corredor de la muerte hasta el pat¨ªbulo donde se le aplicar¨¢ la inyecci¨®n letal que parar¨¢ su coraz¨®n tras impedirle respirar debido a los barbit¨²ricos que se le administrar¨¢n por vena alegando que su clienta tuvo una mala asesor¨ªa legal una vez que fue condenada y que su juicio estuvo marcado por prejuicios raciales que llevaron a que s¨®lo un jurado de los 12 fuera de raza negra.

McCarthy era adicta al crack cuando cometi¨® el crimen que la llev¨® al corredor de la muerte por el asesinato en 1997, cerca de Dallas, de su vecina Dorothy Booth (de raza blanca), 71 a?os, a qui¨¦n enga?¨® haciendo creer que necesitaba pedirle az¨²car prestada para entrar en su casa y apu?alarla hasta la muerte para roberle un anillo y varias tarjetas de cr¨¦dito, adem¨¢s del coche. Aaron Michaels, fundador de los New Black Panther y exmarido de McCarthy, testific¨® durante su juicio a pesar de que la pareja ya estaba divorciada cuando se cometi¨® el crimen.

El hito alcanzar¨¢ tambi¨¦n a Rick Perry, que con la muerte de McCarthy se convertir¨¢ en el Gobernador ¨Cno solo de Texas, sino de toda la Uni¨®n- con mayores ejecuciones consumadas bajo su r¨²brica

Seg¨²n Maurie Levin, abogada de la condenada, cuando se llev¨® a cabo el proceso contra su representada la cultura de la discriminaci¨®n racial segu¨ªa imperando en el proceso de selecci¨®n del jurado. Una investigaci¨®n del diario Dallas Morning News establec¨ªa que los fiscales todav¨ªa tend¨ªan a excluir a personas de raza negra en los jurados, a los que eleg¨ªan dos veces menos que a los blancos. Entre los a?os sesenta y los ochenta, dos manuales usados por los fiscales recomendaban ¨Cen los sesenta- ¡°no elegir para jurado ni a jud¨ªos, negros, mexicanos o alg¨²n miembro de una minor¨ªa racial" por muy rico que fuera o bien educado que estuviera y ¡°no seleccionar a personas con m¨²ltiples cadenas de oro en su cuello o aspecto de librepensador¡± ¨Cen los ochenta-.

Seg¨²n el director del Centro de Informaci¨®n de la Pena de Muerte (DPCI, siglas en ingl¨¦s), Richard Dieter, ¡°un caso como el de McCarthy casi seguro que en la actualidad no hubiera acabado con una sentencia de muerte¡±. ¡°Con su adicci¨®n a las drogas y otras circunstancias atenuantes,el juicio? hubiera conclu¨ªdo de otra manera¡±, finaliza Dieter. Adem¨¢s, a?ade el activista que cuando McCarthy fue condenada Texas dictaba 40 sentencias a muerte por a?o y hoy esa cifra ha descencido a ocho.

La ¨²ltima ejecuci¨®n de una mujer fue en septiembre de 2010. Teresa Lewis fue ejecutada en el Correccional de Greensville (Virgina) con una inyecci¨®n letal, m¨¦todo que la condenada a muerte prefiri¨® a la silla el¨¦ctrica. El caso de Lewis provoc¨® la indignaci¨®n de quienes reclamaban clemencia para la condenada debido a que su coeficiente intelectual rozaba el l¨ªmite establecido para considerar a una persona discapacitada mental (Lewis pose¨ªa un 72 y el l¨ªmite est¨¢ en 70). En el a?o 2002, el Supremo declar¨® inconstitucional aplicar la pena de muerte a personas con discapacidad mental.