Fichaje estrella en el valle de los esp¨ªas
La NSA campa a sus anchas por Silicon Valley: invierte de forma secreta en empresas, compra equipos y servicios, capta ¡®piratas¡¯ En 2010 reclut¨® al jefe de seguridad de Facebook
Cuando Max Kelly, el responsable principal de seguridad de Facebook, dej¨® la empresa de la red social en 2010 no fue a trabajar a Google, Twitter ni otra compa?¨ªa similar de Silicon Valley. El hombre responsable de proteger la informaci¨®n personal de los m¨¢s de mil millones de usuarios de Facebook contra ataques externos fue a otra instituci¨®n gigantesca que procesa y analiza un inmenso volumen de datos: la Agencia Nacional de Seguridad (NSA).
El traslado de Kelly, que hasta ahora no se conoc¨ªa, pone de relieve los lazos cada vez m¨¢s profundos que existen entre Silicon Valley y la agencia de espionaje, y lo similares que son sus respectivas actividades. En ambos casos se buscan maneras de recopilar, analizar y utilizar enormes vol¨²menes de datos sobre millones de estadounidenses. La ¨²nica diferencia es que la NSA lo hace para obtener informaci¨®n y Silicon Valley para ganar dinero.
Silicon Valley tiene lo que quiere la agencia de espionaje: enormes cantidades de datos privados y el software m¨¢s avanzado para analizarlos. A su vez, la agencia es uno de los mayores clientes de Silicon Valley en lo que se conoce como an¨¢lisis de datos, uno de los mercados que m¨¢s est¨¢ creciendo en el sector. Para tener acceso a la ¨²ltima tecnolog¨ªa inform¨¢tica y poder manipular y aprovechar esos grandes vol¨²menes de datos, los servicios de inteligencia de Estados Unidos invierten en empresas emergentes en Silicon Valley, otorgan contratos secretos y contratan a expertos en tecnolog¨ªa como Kelly. Dice Ray Wang, analista de tecnolog¨ªas y director ejecutivo de Constellation Research, con sede en San Francisco: ¡°Existen muchas conexiones, porque los especialistas en datos y las personas que construyen estos sistemas poseen numerosos intereses comunes¡±.
Aunque Silicon Valley ha vendido equipos a la NSA y a otros servicios de inteligencia desde hace muchos a?os, empezaron a tener en com¨²n intereses de nuevo tipo en los ¨²ltimos a?os, a medida que los avances en la tecnolog¨ªa de almacenamiento inform¨¢tico han reducido dr¨¢sticamente los costes de guardar enormes cantidades de datos, al mismo tiempo que el valor de esos datos en el mercado de consumo empezaba a aumentar. ¡°Estos mundos se solapan¡±, dice Philipp S. Kr¨¹ger, director ejecutivo de Explorist, una empresa emergente de Internet centrada en Nueva York. Las sumas que invierte la NSA en Silicon Valley son secretas, igual que el presupuesto total de la agencia, que, seg¨²n analistas independientes, es de entre 6.000 y 7.500 millones de euros al a?o.
Pese a las afirmaciones de las empresas de que solo cooperan con la agencia cuando se ven legalmente obligadas a hacerlo, representantes actuales y pasados del sector dicen que las empresas, a veces, forman equipos secretos de expertos para estudiar las maneras de cooperar m¨¢s a fondo con la NSA y hacer que la informaci¨®n de sus clientes est¨¦ m¨¢s al alcance de la agencia. Lo hacen, seg¨²n esos representantes, porque quieren ser ellas mismas las que controlen el proceso. Adem¨¢s, sufren presiones sutiles pero en¨¦rgicas de la NSA para facilitarle el acceso.
Skype, el servicio de llamadas a trav¨¦s de Internet, puso en marcha su propio programa secreto, Project Chess (Proyecto Ajedrez), para examinar las consecuencias legales y t¨¦cnicas que tendr¨ªa permitir que los servicios de inteligencia y policiales accedieran sin problemas a sus conversaciones telef¨®nicas, seg¨²n varias fuentes que conocen el programa pero prefieren mantener el anonimato para evitarse problemas con las agencias de espionaje. Project Chess, que hasta ahora nunca se hab¨ªa dado a conocer, era conocido por menos de una docena de personas dentro de Skype, y se desarroll¨® porque la empresa ten¨ªa choques ocasionales con el Gobierno por cuestiones legales, dice una de las personas mencionadas. El programa se puso en marcha hace unos cinco a?os, antes de que la empresa matriz, eBay, vendiera la mayor parte de la compa?¨ªa a inversores externos en 2009. Microsoft compr¨® Skype mediante un contrato de 6.500 millones de euros que se firm¨® en octubre de 2011. Pero Skype descubri¨® c¨®mo cooperar con los servicios de inteligencia antes de que Microsoft adquiriera la compa?¨ªa, seg¨²n los documentos filtrados por Edward J. Snowden, antiguo contratista de la NSA. Uno de los papeles del programa Prisma dados a conocer por Snowden dice que Skype se incorpor¨® al proyecto el 6 de febrero de 2011. Los directivos de Microsoft ya no est¨¢n dispuestos a confirmar las declaraciones hechas hace a?os por Skype de que era imposible intervenir sus llamadas. Frank X. Shaw, portavoz de Microsoft, no ha querido hacer ning¨²n comentario.
Para contratar a gente en Silicon Valley, la NSA env¨ªa a sus m¨¢s altos funcionarios con el fin de atraer a los mejores. El verano pasado, en una de las mayores reuniones de piratas inform¨¢ticos del mundo, en Las Vegas, apareci¨® nada menos que el general Keith B. Alexander, director de la agencia y jefe del Cibercomando del Pent¨¢gono, con aspecto inc¨®modo y poco acostumbrado a ir en camiseta y vaqueros, con el fin de pronunciar el discurso central. Su principal prop¨®sito en Defcon, la reuni¨®n, era contratar a hackers para que fueran a trabajar a su agencia.
Es frecuente ver distintivos de la NSA en las solapas de funcionarios presentes en otras reuniones y conferencias sobre tecnolog¨ªa y seguridad de la informaci¨®n. ¡°Manifiestan sin reparos su inter¨¦s por contratar a gente del mundo de los piratas inform¨¢ticos¡±, dice Jennifer Granick, directora de libertades civiles en el Departamento de Internet y Sociedad en la Facultad de Derecho de Stanford.
Pero tal vez quien mejor encarna la relaci¨®n cada vez m¨¢s estrecha entre la NSA y Silicon Valley es Kenneth A. Minihan. Este oficial de los servicios de inteligencia de las Fuerzas A¨¦reas fue director de la NSA durante el mandato de Clinton hasta que se jubil¨®, a finales de los noventa, y luego se encarg¨® de la organizaci¨®n de contactos profesionales externos de la agencia. Hoy es director ejecutivo del Paladin Capital Group, una empresa de capital riesgo con sede en Washington que en parte se especializa en financiar nuevas empresas que suministran soluciones avanzadas a la NSA y otros organismos de inteligencia. En la pr¨¢ctica, Minihan hace de ojeador para la NSA, que quiere aprovechar las ¨²ltimas tecnolog¨ªas con el fin de analizar y utilizar las inmensas cantidades de datos que circulan en todo el mundo y por el interior de Estados Unidos.
La perspectiva para el futuro es de una cooperaci¨®n cada vez mayor entre Silicon Valley y la NSA, porque se prev¨¦ que el almacenamiento de datos aumente a una tasa anual compuesta del 53% de aqu¨ª a 2016, seg¨²n la International Data Corporation. ¡°Hemos llegado a un punto de inflexi¨®n en el que el valor de tener los datos de los usuarios ha superado el coste de almacenarlos¡±, explica Dan Auerbach, analista de tecnolog¨ªas en la Electronic Frontier Foundation, un grupo dedicado a la privacidad electr¨®nica en San Francisco. ¡°Ahora tenemos incentivos para conservarlos eternamente¡±.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez
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