Zuma: ¡°Siempre te querremos, Madiba. Descansa en paz¡±
Fallece el primer presidente negro de Sud¨¢frica y el hombre clave contra el 'apartheid'
¡°Siempre te querremos, Madiba. Descansa en paz¡±. Nelson Mandela muri¨® anoche en su casa de Johanesburgo, despu¨¦s de casi seis meses ingresado en hospital de Pretoria. M¨¢s que un hombre, Sud¨¢frica perdi¨® ayer a ¡°un padre¡±, al ¡°hijo m¨¢s grande¡±, anunci¨® el presidente, Jacob Zuma, en un discurso televisado a toda la naci¨®n desde los Union Buildings, la sede del Gobierno en Pretoria. La muerte de Mandela se produjo hacia las 20.50 hora local (una menos en la Pen¨ªnsula). ¡°Mandela se ha ido en paz y rodeado de su familia¡±, inform¨® un Zuma visiblemente afectado, que anunci¨® que todas las banderas del pa¨ªs lucir¨¢n a media asta hasta el d¨ªa del funeral. Con Mandela no s¨®lo muere un hombre, un presidente sino que se va un icono y s¨ªmbolo de la paz y de la reconciliaci¨®n a nivel global.
Y Sud¨¢frica no quiere ahorrar en protocolo para despedirle. Madiba, como se le conoce en el pa¨ªs, tendr¨¢ un funeral de Estado, previsiblemente el pr¨®ximo 14 de diciembre, en el que con toda seguridad asistir¨¢n las m¨¢s altas representaciones pol¨ªticas, sociales y culturales de todo el mundo. Mandela no era un santo, como ¨¦l mismo no se cans¨® de repetir ante los elogios que casi lo elevaban a los altares, pero ya en vida pas¨® a la historia mucho m¨¢s all¨¢ del hombre.
Zuma tuvo palabras de cari?o para su extensa familia, empezando por su mujer Gra?a Machel, su exesposa Winnie, sus tres hijas, nietos y bisnietos, olvidando los disgustos que el clan ha dado al Gobierno al airear sus diferencias y trapos sucios en p¨²blico. Unas disputas que han enrojecido a los sudafricanos, acusando a los parientes de no respetar la memoria de su padre.
Tres a?os y medios hac¨ªa que el viejo presidente no aparec¨ªa en p¨²blico, desde el final de la Copa del Mundo de F¨²tbol, en julio de 2010. Pero Mandela ha continuado estando presente en la vida pol¨ªtica y social del pa¨ªs. No hay nadie que no se reclame heredero de su legado, quien no apele a su imagen para recaudar fondos para proyectos sociales que diluyan las sangrantes desigualdades sociales que a¨²n hoy coinciden mayoritariamente con las raciales. Mandela no ha podido ver, por ejemplo, ni empezadas las obras del hospital infantil que llevar¨¢ su nombre por falta de fondos. En cambio, ha construido una fundaci¨®n muy activa no s¨®lo en recordar su esp¨ªritu sino en promover campa?as solidarias, como el D¨ªa Mandela, en el que anima a dedicar 67 minutos a actos en favor de la comunidad.
Mandela deja hu¨¦rfana a una Sud¨¢frica y se va en vigilias de que el pa¨ªs celebre el 20 aniversario de la democracia que tanto ayud¨® a conseguir. ¡°Hemos perdido al m¨¢s grande de sus hijos, como el hijo que pierde a su padre¡±, afirm¨® Zuma, al tiempo que se?alaba que no s¨®lo es una p¨¦rdida para el pa¨ªs sino que su adi¨®s ser¨¢ sentido con el mismo dolor en todo el planeta. ¡°Su humildad, su compasi¨®n, su humanidad le hizo ganarse el cari?o de millones de personas de todo el mundo¡±. Un ejemplo de ello es que apenas se comunic¨® oficialmente la muerte en Pretoria, en Washington el presidente Obama daba cuenta de su pesar.
No por esperada, la muerte de Mandela ser¨¢ menos dolorosa, asegur¨® el presidente Zuma. Hace meses que se especulaba sobre el desenlace inminente, a veces alimentado por los comentarios de la propia familia de Madiba. Ayer por la tarde, los periodistas que desde que el pasado 1 de septiembre qued¨® ingresado en su casa de Johannesburgo estaban haciendo guardia, dieron la voz de alerta. Demasiados coches oficiales y de polic¨ªa una inusual reuni¨®n familiar en el interior del domicilio en una horas intempestivas para visitar a un enfermo. Esta vez no eran rumores. La confirmaci¨®n lleg¨® media hora antes de la medianoche.
De hecho, el mi¨¦rcoles por la noche empezaron a correr comentarios de que el Gobierno hab¨ªa suspendido actos oficiales previstos para finales de la semana que viene a la espera del funeral de Mandela. Lo que parec¨ªa una nueva ola de rumorolog¨ªa fue un avance de lo que pasar¨ªa horas despu¨¦s. En seguida, decenas de ciudadanos se acercaron al barrio de Houghton para dar tributo al pol¨ªtico que lider¨® la transici¨®n democr¨¢tica sin apenas violencia.
Y esa unidad que Mandela pidi¨® en vida, tan s¨®lo poner un pie en el suelo despu¨¦s de estar 27 a?os preso, la volvi¨® a pedir el presidente Zuma. Tras dos d¨¦cadas de democracia, Sud¨¢frica ha conseguido pocos s¨ªmbolos que una a todas las razas que conviven. Mandela es uno de ellos. Por eso, Zuma reclam¨® ¡°unidad¡± para ¡°despedir¡± a Madiba.
Muestra de que los sudafricanos van a volcarse en los actos f¨²nebres fueron las muestras espont¨¢neas ante su casa. Ciudadanos con banderas sudafricanas, entonando canciones tradicionales africanas en se?al de respeto, familias enteras con ni?os en pijama, aprovechando las temperaturas agradables del verano austral y las vacaciones escolares. La Sud¨¢frica del arco¨ªris, la de todas las razas coincidieron de nuevo ante la casa en que Mandela acababa de fallecer..
Madeleen Engelbrecht, una ingeniera afrik¨¢ner, asegur¨® anoche estar ¡°consternada¡± y explic¨® que se temi¨® ¡°lo peor¡± cuando la radio de su coche cort¨® la emisi¨®n para dar una ¨²ltima hora. ¡°Me parece mentira, aunque ya estaba muy mayor, me da mucha pena¡±, admit¨ª mientras mostraba su emoci¨®n acarici¨¢ndose los brazos.
Con Mandela se va el ¡°padre de la naci¨®n¡±, el l¨ªder que reconcili¨® un pa¨ªs que durante siglos, en el colonialismo y el apartheid, viv¨ªa discriminando a los no-blancos. Nadie como ¨¦l para pedir a su gente que fuera generoso con los blancos. ?l que hab¨ªa estado condenado por traici¨®n a cadena perpetua y pag¨® su lucha por la igualdad con 27 a?os de c¨¢rcel. Un profeta en su tierra.
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