El misterio de ganar tiempo
Si Putin no puede evitar el tema, como desear¨ªa, tal vez trate de despistar mientras el fugitivo deambula por universos virtuales en espera de que se perfile alguna soluci¨®n.
La informaci¨®n sobre el paradero de Eduard Snowden en Rusia es confusa. Los aviones de Mosc¨² a La Habana parten sin ¨¦l y los empleados del hotel en la zona de tr¨¢nsito del aeropuerto de Sherem¨¦tevo generan noticias contradictorias. Una fuente dijo a la agencia Ria N¨®vosti que Snowden efectivamente se aloj¨® en el hotel durante cuatro horas y se march¨® despu¨¦s acompa?ado de unos se?ores, pero otra fuente afirm¨® a Interfax que Snowden mir¨® los precios del establecimiento, pero no se hosped¨® en ¨¦l.
Dondequiera que est¨¦ el empleado de los servicios de seguridad norteamericano portador de secretos, su simple paso por Mosc¨² pone a los dirigentes rusos en una posici¨®n delicada y podr¨ªa llevarlos a tomar decisiones con independencia de sus propios deseos. Tal como se presenta el personaje, Snowden no es un esp¨ªa que se pasa de un servicio secreto a otro, al que entrega en exclusiva su ¡°capital¡± informativo, sino que, por razones morales y en nombre de los derechos c¨ªvicos, ha decidido airear al mundo lo que sabe sobre la vigilancia total del Internet. Para Mosc¨², esta imagen, --verdadera o falsa--, es m¨¢s dif¨ªcil de tratar que la del esp¨ªa cl¨¢sico de la Guerra Fr¨ªa.
Dondequiera que est¨¦ el empleado de los servicios de seguridad, su simple paso por Mosc¨² pone a los dirigentes rusos en una posici¨®n delicada
Como veterano del KGB, Putin (y cualquiera marcado por las reglas y los h¨¢bitos de trabajo en los servicios de seguridad) seguramente preferir¨ªa recibir secretos de Estado para consumo propio en exclusiva en lugar de ten¨¦rselas que v¨¦rselas con la difusi¨®n libre e incontrolada de los trapos sucios norteamericanos,que por otra parte pueden ser muy parecidos a los de Rusia. En el tratamiento de este asunto, Putin tal vez era sincero cuando dijo que ¡°preferir¨ªa no tener que ocuparse de estas cosas, porque es como trasquilar a un cerdo: mucho chillido y poca lana¡±.
La denuncia de los m¨¦todos ilegales de vigilancia total sobre el ciudadano con la que se identifica a Snowden lo convierte en un h¨¦roe a los ojos de los defensores de derechos c¨ªvicos rusos. En teor¨ªa, Rusia tiene una magn¨ªfica oportunidad de enarbolar la bandera de su defensa. Pero no es tan simple. Putin critica con sa?a los m¨¦todos y filosof¨ªa de EEUU, pero EEUU es tambi¨¦n un pa¨ªs al que el Kremlin emula y con el que Rusia pretende colaborar en los grandes temas de la pol¨ªtica internacional y tambi¨¦n en la lucha conjunta de sus servicios secretos contra el terrorismo.
Como veterano del KGB, Putin, y cualquiera marcado por las reglas y los h¨¢bitos de trabajo en los servicios de seguridad, seguramente preferir¨ªa recibir secretos de Estado para consumo propio
En contra de la extradici¨®n y a favor del asilo de Snowden se han declarado varios integrantes del Consejo de Derechos Humanos adjunto al presidente Putin, comenzando por el m¨¢ximo dirigente de esta entidad Mija¨ªl Fed¨®tov. Rusia no puede entregar a Snowden porque lo proh¨ªbe la convenci¨®n sobre el estatus de refugiado de Ginebra de 1951, ha puntualizado Fed¨®tov, seg¨²n el cual, mientras se decide si se da asilo pol¨ªtico o no, el refugiado est¨¢ protegido por la Organizaci¨®n de Naciones Unidas. Y si Rusia observa las normas del derecho internacional, no puede entregarlo, dijo el funcionario al canal Rusia-24. Fed¨®tov cree que ¡°Snowden merece protecci¨®n¡± y considera que este personaje tiene las mismas motivaciones que el fundador de Wikileaks Julian Assange y el soldado estadounidense Bradley Manning. Todos ellos quieren informar a la sociedad y son productos del mundo moderno impensables sin el Internet. ¡°Desean lo mejor para la humanidad. Sus acciones merecen ser elogiadas porque es bueno revelar cualquier informaci¨®n sobre los abusos¡±, sentenci¨® F¨¦dotov.
¡°Si Gerard Depardieu recibi¨® la ciudadan¨ªa rusa cuando trataba de zafarse de los impuestos, ?por qu¨¦ no darle la ciudadan¨ªa a Snowden?¡±, opin¨® la veterana de defensa de los derechos humanos Liudmila Alex¨¦ieva, que asegura simpatizar con el norteamericano.
Kirill Kab¨¢nov, miembro tambi¨¦n del Consejo de Derechos Humanos, anunci¨® que ha convocado a sus colegas a reunirse y enviar un mensaje a Putin solicitando asilo pol¨ªtico para Snowden. Lo que nadie ha dicho es si Snowden quiere y ha pedido asilo pol¨ªtico en Mosc¨².
?Si Putin no puede evitar el tema, como desear¨ªa, tal vez trate de ganar tiempo mientras el fugitivo deambula por universos virtuales y mundos paralelos en espera de que se perfile alguna soluci¨®n. Pero si Putin se ve obligado a ocuparse del asunto, porque Snowden pide asilo o porque no hay manera de que se vaya, entonces el l¨ªder ruso tendr¨¢ que decidir si se configura como patr¨®n y protector del h¨¦roe desenmascarador de EEUU. Pero, en el caso de que Putin, como Obama, no quiera que Snowden se interponga en las relaciones bilaterales, el presidente ruso no podr¨¢ explotar a fondo todo el r¨¦dito propagand¨ªstico antiamericano que Snowden le podr¨ªa generar. As¨ª que este puede ser verdaderamente un asunto de ¡°mucho chillido y poca lana¡±.
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