Crecer como pobres, envejecer como ricos
M¨¦xico supera los 118 millones de habitantes con el doble reto de atender las demandas del 65% de la poblaci¨®n en edad laboral y prever la multiplicaci¨®n del n¨²mero de jubilados
M¨¦xico ha alcanzado este a?o los 118,4 millones de habitantes, seis millones m¨¢s que los registrados en el censo de 2010, y superar¨¢ los 150 para mitad de siglo, seg¨²n el Consejo Nacional de Poblaci¨®n (Conapo). Los datos dibujan un pa¨ªs joven ¨Cel 65% de los mexicanos est¨¢ en edad laboral (entre los 15 y 65 a?os)- que ha logrado bajar su tasa de fecundidad ¨Cde siete hijos por mujer en los a?os sesenta ha pasado a tan solo 2,2 en la actualidad-, pero donde el n¨²mero de jubilados se disparar¨¢ a medio plazo. Dem¨®grafos y economistas consideran que las cifras, aunque no sean alarmantes, s¨ª entra?an dos grandes desaf¨ªos: c¨®mo atender las demandas en educaci¨®n y empleo de esos millones de j¨®venes y c¨®mo pagar las pensiones de 26 millones de personas en 2050, seg¨²n las proyecciones.
Como tantos pa¨ªses en desarrollo, M¨¦xico est¨¢ en plena transici¨®n demogr¨¢fica. ¡°Mientras que en Europa¡±, explica el dem¨®grafo Manuel Ordorica, ¡°las tasas de fecundidad y mortalidad descendieron en paralelo, en nuestro pa¨ªs la fecundidad permaneci¨® constante y la mortalidad disminuy¨® muy r¨¢pidamente. Esto dio lugar a una explosi¨®n demogr¨¢fica, con un crecimiento de la poblaci¨®n del 3,5% anual que auguraba que el n¨²mero de habitantes se duplicar¨ªa cada 20 a?os. Las consecuencias las vemos ahora cuando los nacidos en los a?os sesenta, los del baby boom mexicano, se encaminan hacia la jubilaci¨®n¡±. ¡°Agarramos una pauta de pa¨ªs rico siendo pobres. La poblaci¨®n de m¨¢s de 65 a?os se va a multiplicar por cuatro de aqu¨ª a 2050, pasando de 6,4 millones a 26, y no estamos preparados para ese crecimiento exponencial¡±, a?ade.
Al envejecimiento de la poblaci¨®n se une el reto de ofrecer formaci¨®n y empleos a la masa de mexicanos en edad adulta o por entrar en ella, aquellos con capacidad de ahorro y destinados a sostener a medio plazo a sus mayores. Como dice Ordorica, ¡°se trata de evitar que el bono demogr¨¢fico se convierta en pagar¨¦¡±. ¡°Se requiere¡±, coincide el economista Francisco Alba, profesor del Colegio de M¨¦xico, ¡°convertir el factor demogr¨¢fico en un recurso de alta calidad¡±. Sin embargo, de momento, los resultados obtenidos en este terreno son mediocres como ilustran los m¨¢s de siete millones de j¨®venes que ni estudian ni trabajan o que la econom¨ªa informal ocupe a casi la mitad de la poblaci¨®n activa. Alba considera que para superar este desaf¨ªo, M¨¦xico deber¨ªa en los pr¨®ximos a?os ¡°saltar de un crecimiento promedio del 3% a uno sostenido del 5% o 6% anual¡±.
El vicepresidente de la Sociedad Mexicana de Demograf¨ªa, Carlos Echarri, explica la disparidad entre el censo de 2010 y los datos ahora conocidos ¡°por un descenso de la fecundidad menor del que se cre¨ªa, el regreso de emigrantes y las deportaciones masivas dictadas por la Administraci¨®n Obama, as¨ª como por las ambiciones migratorias frustradas por la recesi¨®n econ¨®mica de Estados Unidos y el mayor control de la frontera, que han hecho que el saldo migratorio sea nulo desde 2010¡±.
La menor ca¨ªda de la fecundidad tiene que ver, en su opini¨®n, con el hecho de que en los ¨²ltimos 12 a?os de Gobiernos del Partido Acci¨®n Nacional (PAN, centro derecha) ¡°se abandonaran los programas de distribuci¨®n de anticonceptivos¡±. Adem¨¢s, se?ala, ¡°pese a que la ley establece que vacunas y anticonceptivos sean gratuitos , en realidad la distribuci¨®n de estos ¨²ltimos est¨¢ en manos del sector privado¡±. Asimismo, y restricciones al aborto aparte, ¡°al descentralizar el sistema de salud, los Gobiernos de los Estados se volvieron los responsables de las pol¨ªticas de control de la natalidad¡±.
Consecuencias de esta situaci¨®n, seg¨²n este dem¨®grafo, son el auge de las esterilizaciones ¨Ccuatro de cada 10 mexicanas ha sido esterilizada- y de los embarazos adolescentes. De los 26 millones de nacidos vivos en la primera d¨¦cada de este siglo, casi 3,5 millones fueron hijos de madres menores de 17 a?os. ¡°Hay que tener en cuenta que los programas de anticonceptivos suelen estar dirigidos a mujeres casadas y que en este pa¨ªs un embarazo adolescente no interrumpe un proyecto de vida, sino que es en s¨ª mismo un proyecto de vida. Los incentivos para continuar los estudios u obtener un trabajo con un buen salario son casi nulos. En cambio, al quedarse embarazada, el estatus de la adolescente en la familia y en la comunidad suele mejorar, pasa de ni?a a se?ora, y poco importa que haya pareja¡±.
Hay otros factores, se?alan los dem¨®grafos, que merecen atenci¨®n. Uno es que en M¨¦xico la esperanza de vida -74,5 a?os (77 para las mujeres y 71 para los hombres) en 2013 frente a 73,9 en 2010- no crezca de manera constante debido a que la violencia en a?os recientes ha mermado a la poblaci¨®n masculina. El otro, la concentraci¨®n de poblaci¨®n en entidades como el Estado de M¨¦xico (16,4 millones), DF (8,9), Veracruz (7,9) y capitales como Monterrey y Guadalajara, mientras las costas y otros territorios donde hay recursos est¨¢n despobladas.
Pese a todo, Ordorica se?ala que el crecimiento de poblaci¨®n (1,1%), siendo importante, est¨¢ dentro de la tendencia de ca¨ªda de la tasa de fecundidad, con una media de 2,2 hijos por mujer que es equivalente al nivel de reemplazo de poblaci¨®n. Las alarmas sonaron a mediados de los a?os setenta ¨Cse proyect¨® que la poblaci¨®n alcanzar¨ªa los 150 millones para el a?o 2000- y el control de natalidad se convirti¨® en pol¨ªtica de Estado. ¡°Las pol¨ªticas de poblaci¨®n le cumpli¨® al desarrollo, ahora falta que ocurra al rev¨¦s¡±, afirma.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.