El servicio m¨¦dico obligatorio de Rousseff desata la pol¨¦mica
Los estudiantes deber¨¢n trabajar dos a?os en la atenci¨®n p¨²blica para licenciarse, lo que el gremio ve como "trabajo esclavo"
El Gobierno de la presidenta brasile?a Dilma Rousseff ha lanzado un pol¨¦mico programa de sanidad llamado M¨¢s M¨¦dicos que supone, entre otras cosas, un servicio m¨¦dico obligatorio durante dos a?os en hospitales y ambulatorios p¨²blicos para todos los estudiantes de medicina. Sin ese servicio, que tendr¨¢ que ser prestado una vez acabada la carrera de seis a?os, los estudiantes de medicina no podr¨¢n adquirir el diploma oficial. La iniciativa ha sido duramente criticada por las entidades m¨¦dicas nacionales, que ya anunciaron que recurrir¨¢n contra ella a la justicia.?
En una nota dichas entidades han calificado la medida del servicio m¨¦dico obligatorio como ¡°trabajo esclavo¡± que retrasa dos a?os la carrera m¨¦dica, que no se reduce a los seis a?os de facultad sino que generalmente implica varios a?os m¨¢s de especializaci¨®n. Los m¨¦dicos no excluyen promover una huelga general y salir a la calle.
La presidenta Rousseff ha defendido con fuerza la decisi¨®n de su gobierno que ayudar¨¢, seg¨²n ella, a los estudiantes de medicina a formarse en el Sistema ?nico de Salud (SUS), uno de los m¨¢s avanzados del mundo ya que ofrece asistencia m¨¦dica gratuita a todos los ciudadanos sin distinci¨®n.
Para Rousseff, el programa M¨¢s M¨¦dicos llega en el momento en el que el pa¨ªs est¨¢ adquiriendo ¡°una mayor conciencia ciudadana¡±. A las instituciones m¨¦dicas que han criticado ese servicio m¨¦dico obligatorio ha respondido Mar¨ªa do Socorro de Souza, Presidenta del Consejo Nacional de Sanidad (CNS) recordando que los estudiantes ¡°deben retribuir a la sociedad lo que invirti¨® en ellos¡±.
El programa M¨¢s M¨¦dicos presenta tambi¨¦n una serie de propuestas para aumentar el n¨²mero de puestos de especializaciones m¨¦dicas en las facultades de medicina de todo el pa¨ªs, sobre todo en los lugares con mayor carencia de m¨¦dicos.
Uno de los puntos tambi¨¦n pol¨¦micos del programa M¨¢s M¨¦dicos es el de la contrataci¨®n de m¨¦dicos extranjeros, sobre todo espa?oles y portugueses para trabajar tres a?os en las zonas m¨¢s pobres del pa¨ªs donde generalmente se niegan a ir los m¨¦dicos brasile?os. Los m¨¦dicos extranjeros empezar¨¢n a trabajar ya en septiembre con un sueldo de 10.000 reales (3.445 euros). Podr¨¢n ocupar los puestos que no quieran los m¨¦dicos brasile?os, que tendr¨¢n prioridad, y necesitar¨¢n conocer el portugu¨¦s.
La presidenta Dilma ha insistido en que todos los pa¨ªses del mundo contratan m¨¦dicos extranjeros y que los alcaldes de los lugares pobres del pa¨ªs, alejados de las grandes urbes, se quejan de una falta grave de m¨¦dicos.
De nuevo las entidades m¨¦dicas han criticado la forma de contrataci¨®n de m¨¦dicos extranjeros. Seg¨²n dichas entidades Brasil tiene m¨¦dicos suficientes y si no quieren ir a trabajar en esas zonas de la periferia del pa¨ªs no es por un sueldo mayor o menor, sino por la falta en esos lugares de estructuras hospitalarias donde falta de todo y donde les es dif¨ªcil a esos m¨¦dicos crearse una carrera profesional.
Se dicen favorables a que cualquier m¨¦dico de fuera pueda trabajar en el pa¨ªs, pero tras haber pasado un examen de rev¨¢lida. Las deficiencias en la salud p¨²blica ha sido una de las mayores reivindicaciones de las protestas callejeras junto con las de la educaci¨®n y los transportes. Por ello, el gobierno no ha querido esperar y ha lanzado enseguida ese programa revolucionario criticado por unos y aplaudido por otros.
Ahora el Congreso tendr¨¢ que aprobar la medida m¨¢s pol¨¦mica, la del servicio m¨¦dico obligatorio. De cualquier modo, los ministros de Dilma creen que peor hubiese sido el inmovilismo en un momento en el que la opini¨®n p¨²blica exige una medicina digna de un pa¨ªs que es la sexta potencia econ¨®mica del planeta.
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