Snowden promete guardar silencio para entrar en Rusia
El exanalista se compromete a no da?ar los intereses de EE UU, como le exig¨ªa el Kremlin El estadounidense denuncia una "campa?a ilegal" de Washington para evitar que obtenga asilo
Casi tres semanas ha tardado Edward Snowden en aparecer ante el mundo. El analista inform¨¢tico que desvel¨® el espionaje masivo de Estados Unidos se reuni¨® ayer con un grupo de activistas defensores de derechos humanos en la terminal del aeropuerto moscovita de Sherem¨¦tievo. Poco despu¨¦s salieron a la luz las palabras e incluso im¨¢genes del filtrador. ¡°La decisi¨®n moral de hacer p¨²blico el espionaje que nos afecta a todos ha tenido un precio, pero era lo que hab¨ªa que hacer. No me arrepiento¡±, dijo Snowden a sus interlocutores, seg¨²n una transcripci¨®n de su intervenci¨®n difundida por Wikileaks.
Snowden explic¨® que pedir¨ªa asilo en Rusia con la idea de saltar desde all¨ª a Am¨¦rica Latina, donde varios pa¨ªses se han ofrecido a acoger al analista acusado en Estados Unidos de desvelar el programa de espionaje masivo a Gobiernos y ciudadanos puesto en marcha por EE UU.
Snowden se ha comprometido a no da?ar los intereses de Estados Unidos, seg¨²n el diputado ruso Viacheslav N¨ªkonov. Esa era precisamente la condici¨®n que puso el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, para conceder asilo al filtrador. ¡°Ha anunciado que conoce la condici¨®n y que le ha resultado f¨¢cil aceptarla. No tiene intenci¨®n de causar da?o a EE UU porque es un patriota de su propio pa¨ªs¡±, dijo N¨ªkonov.
Tatiana Lochkina, de Human Rights Watch, dijo haber recibido una llamada telef¨®nica de la Embajada de EE UU. El embajador Michael McFaul le pidi¨® que le hiciera llegar un mensaje a Snowden. ¡°La posici¨®n de las autoridades americanas es que [Snowden] no es un defensor de los derechos humanos¡±, dijo Lochkina citando al diplom¨¢tico de EE UU. ¡°[Snowden] ha violado la ley y por eso debe comparecer ante la justicia¡±, a?adi¨®. El embajador, sin embargo, contact¨® con la revista New Yorker para negar la mencionada conversaci¨®n con Lochkina.
Las peticiones de asilo
El exanalista estadounidense ha pedido supuestamente asilo a 27 pa¨ªses, de los que se conocen 21. Adem¨¢s de Cuba, que ha recordado el derecho soberano de los pa¨ªses a otorgar el asilo, los otros pa¨ªses son:
Los que se han mostrado receptivos. Nicaragua, Venezuela y Bolivia. Rusia tambi¨¦n mostr¨® su acuerdo, pero con una condici¨®n: que Snowden dejase de perjudicar a EE UU.
Los que han rechazado formalmente la petici¨®n.?India, Francia, Polonia, Alemania y Brasil. Este ¨²ltimo pa¨ªs asegur¨® que ni siquiera leer¨ªa la petici¨®n.
Los que la han rechazado por defecto de forma. Espa?a, Holanda, Austria, Italia, Ecuador, Islandia, Finlandia y Noruega. La objeci¨®n ha sido casi siempre la misma: la petici¨®n ha de hacerse en persona desde la frontera o en el propio territorio nacional.
Los que han rehusado hacer comentarios. China e Irlanda. Ninguno de los dos pa¨ªses explica si han recibido petici¨®n de asilo.?El ministerio irland¨¦s de Exteriores ha afirmado que "no comenta casos individuales".
Los que niegan haber recibido la solicitud. Suiza. La confederaci¨®n helv¨¦tica mantiene que en ning¨²n momento ha recibido una petici¨®n formal de Snowden para asilarse.
En medio de una abrumadora expectaci¨®n medi¨¢tica, Snowden fue trasladado en autob¨²s desde la terminal donde se encontraba hasta la sala en la que mantuvo una reuni¨®n con 13 defensores de derechos humanos y conocidos abogados, a los que se hab¨ªa dirigido por carta.
En su mensaje, Snowden denunci¨® adem¨¢s ¡°la campa?a de persecuci¨®n¡± que ha desatado en su contra el Gobierno de Estados Unidos y que tiene como fin impedir que pueda ejercer su ¡°derecho a buscar asilo¡±. En su comunicado Snowden agradece a los pa¨ªses que le han ofrecido asilo ¡ªRusia, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador entre otros¡ª y lamenta que algunos pa¨ªses ¡°hayan conspirado para obligar a un avi¨®n presidencial [el del boliviano Evo Morales] a aterrizar para buscar a un refugiado pol¨ªtico¡±. Esto ¡°constituye una amenaza no solo a la dignidad de Am¨¦rica Latina o mi propia seguridad, sino tambi¨¦n al derecho elemental compartido por toda persona de vivir libre de persecuci¨®n¡±.
Snowden ha estado supuestamente en la zona de tr¨¢nsito internacional de una de las terminales del aeropuerto desde el 23 de junio, cuando lleg¨® en un vuelo de Aeroflot procedente de Hong Kong. El exanalista ha pedido asilo a 27 pa¨ªses.
A primera hora de la tarde, m¨¢s de un centenar de periodistas estaban ya a la espera en el ¨¢rea adyacente a la zona de tr¨¢nsito. Antes de participar en la reuni¨®n, el diputado de la gubernamental Rusia Unida declar¨® ante los reporteros que ¡°Snowden no puede ser entregado¡±, que su situaci¨®n debe ser ¡°resuelta seg¨²n la legislaci¨®n internacional¡± y que, si pidiera asilo a Rusia, ¡°tendr¨ªa derecho a recibirlo¡±. El abogado Gu¨¦nrij Reznik coincidi¨® en que Snowden tendr¨ªa ¡°derecho a recibir asilo en Rusia¡± si lo pidiera. Seg¨²n ¨¦l, su situaci¨®n encaja con ¡°los criterios establecidos por la Constituci¨®n rusa¡±.
Entre los personajes que el estadounidense ha invitado a Shererm¨¦tievo, donde ning¨²n periodista ha logrado hasta ahora verle ni contactar con ¨¦l, figuran Vlad¨ªmir Luk¨ªn, Defensor del Pueblo, y activistas de Human Rights Watch, de Transparencia Internacional, de Amnist¨ªa Internacional y varios conocidos abogados rusos.
El ministro ruso de Justicia, Alexandr Konov¨¢lov, asegur¨® que la cita de Snowden con los activistas no supone ninguna violaci¨®n del derecho internacional. ¡°Me parece que en el mismo hecho de la reuni¨®n no hay ninguna violaci¨®n ni a las leyes rusas ni a las convenciones internacionales. ?D¨®nde est¨¢ la violaci¨®n? A la gente se le permite entrar en esa zona (de tr¨¢nsito del aeropuerto) y a ¨¦l se le permite estar all¨ª¡±, precis¨® el ministro de Justicia.
Amnist¨ªa Internacional reiter¨® su apoyo al exanalista. ¡°Seguiremos presionando a los gobiernos para garantizar que se respetan sus derechos. Esto incluye el derecho incuestionable a reclamar asilo donde quiera¡±.
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