Dejar de ser grande
El esc¨¢ndalo del espionaje masivo se extiende como una mancha de aceite transformada en bumer¨¢n contra el cr¨¦dito de la primera potencia mundial
El estallido de la vasta operaci¨®n de espionaje electr¨®nico sobre presuntos adversarios, competidores econ¨®micos, enemigos, terroristas o no, incluso aliados en varios continentes, perpetrada por Estados Unidos, se extiende como una mancha de aceite transformada en bumer¨¢n contra el cr¨¦dito de la primera potencia mundial. Incluso en el interior del pa¨ªs se levantan voces, desde el Congreso, la sociedad civil, los mismos gigantes tecnol¨®gicos que han cooperado en la trastienda con la Agencia de Seguridad Nacional, contra el cibererspionaje a todas luces ilegitimo. Parecer¨ªa que en alg¨²n lugar del poder norteamericano, todav¨ªa enfermo de la conmoci¨®n que produjo el Pearl Harbor terrorista del 11-S de 2001, alguien haya decidido romper todo principio de proporcionalidad entre la libertad y la seguridad. EE UU usa su tecnolog¨ªa superior y su presencia global como naci¨®n todav¨ªa necesaria, aunque ya no indispensable, para mantener su primac¨ªa econ¨®mica y militar en una realidad geopol¨ªtica cambiante. Cuidado con diagnosticar antes de tiempo el declive de la naci¨®n de George Washington; parad¨®jicamente la crisis del espionaje tous azimuts que estamos viviendo este verano, ejemplarizar¨ªa todo lo contrario. Aunque la leyenda urbana mantiene que este siglo ser¨¢ asi¨¢tico y su capital, Pek¨ªn. Un estudio del centro de investigaci¨®n norteamericano Pew, conocido esta semana, sobre las actitudes globales en 39 pa¨ªses, refleja la percepci¨®n mayoritaria de que es inevitable que China reemplace a EE UU como primera potencia mundial.
Alemania ha sufrido la humillaci¨®n de enterarse de que la NSA, a trav¨¦s de la operaci¨®n Prisma, recoge al mes 500 millones de conversaciones originadas en la cabeza de Europa. Merkel, que fue educada en las juventudes comunistas de la RDA y sabe perfectamente lo que es vivir en una sociedad espiada, ha tenido que advertir a Washington de que en su pa¨ªs rigen las leyes alemanas y de que la eufem¨ªstica monitorizaci¨®n de los amigos es intolerable. Pero se ha tenido que tragar el sapo y ha enviado a su ministro del Interior a Washington, donde le dijeron que no pod¨ªa acceder a los detalles del totalitarismo de datos, fuera de los ojos extranjeros, pero que gracias al mismo han sido evitados 45 ataques terroristas, 25 de ellos en Europa, 5 en la propia Alemania. La NSA ha contado con la ayuda del servicio secreto alem¨¢n, el BND. Entre bomberos no se pisan la manguera y se produce una divisi¨®n del trabajo entre los servicios de inteligencia. Los dise?adores y ejecutores pueden admitir que es feo, pero es lo que hay y viene haci¨¦ndose desde hace d¨¦cadas. Merkel es nuestro capit¨¢n Schettino, el del buque Costa Concordia, clama la prensa alemana. La canciller, que ya est¨¢ en campa?a para las elecciones del 22 de septiembre, ha sido responsabilizada por la oposici¨®n socialdem¨®crata de no proteger a los ciudadanos alemanes violando as¨ª el art¨ªculo 56 de la Constituci¨®n. Frau Merkel se va de vacaciones sin contestar dos preguntas: ?Qu¨¦ sab¨ªa? y ?cu¨¢ndo lo supo?
La pedrada lanzada por el analista Snowden, que vegeta en el aeropuerto de Mosc¨², acogido a la interesada benevolencia del aut¨®crata Putin que contin¨²a su camino hacia un Estado policial, ha provocado ondas mayores que las conseguidas por Assange con su Wikileaks. Esta saga, que est¨¢ pidiendo a gritos un nuevo Le Carr¨¦, es extraordinaria por sus dimensiones y su secretismo. Desde 1985, 80 grandes corporaciones, que operan con trafico de datos, empresas de telecomunicaci¨®n, proveedoras de infraestructura de redes, compa?¨ªas de software y empresas de seguridad, cooperan con la NSA. El espionaje afecta a billones de minutos de trafico internacional telef¨®nico, cables submarinos de internet que transportan, en segundos, datos equivalentes a los que almacena la Biblioteca del Congreso en Washington, m¨¢s billones de correos electr¨®nicos. La tecnolog¨ªa permite recoger ininterrumpidamente estas se?ales. La NSA ha construido una enorme instalaci¨®n en el Estado de Utah con centenares de servidores que almacenan el tesoro.
?C¨®mo alguien pens¨® que algo de esta dimensi¨®n pod¨ªa mantenerse oculto? La filosof¨ªa que envuelve esta inmensa aspiradora de datos globales es muy reveladora. La cuenta el Washington Post que se la atribuye al general de 4 estrellas Keith Alexander, director de la NSA. Durante una visita a la agencia de recolecci¨®n de datos de los primos hermanos brit¨¢nicos, reflexion¨® que en vez de buscar selectivamente la aguja en el pajar, ser¨ªa mucho m¨¢s pr¨¢ctico hacerse con el pajar entero: ¡°recogerlo todo, etiquetarlo y almacenarlo¡±. Ante este estado orwelliano fabricado por los EE UU de Obama, la permanencia de la c¨¢rcel de Guant¨¢namo y el uso de los drones para ejecutar asesinatos selectivos, incluso de tus propios ciudadanos, no es impertinente reflexionar sobre como un gran pa¨ªs puede dejar de serlo. Adoptemos la visi¨®n m¨¢s optimista mantenida por Winston Churchill: ¡°los estadounidenses har¨¢n lo correcto despu¨¦s de agotar todas las dem¨¢s posibilidades¡±.
fgbasterra@gmail.com
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