Rey Felipe: ¡°La riqueza de B¨¦lgica es que hace de nuestra diversidad una fuerza¡±
El pr¨ªncipe heredero es entronizado en una ceremonia austera Las familias reales extranjeras no est¨¢n invitadas a los actos, el mismo d¨ªa de la fiesta nacional
B¨¦lgica estrena rey, el hasta ahora pr¨ªncipe Felipe. Su padre, Alberto II, ha abdicado este domingo a su favor en el transcurso de una ceremonia austera a la que no asisten los miembros de otras monarqu¨ªas del mundo. Una vez concluido el emotivo discurso en el que Alberto, de 79 a?os, ha dado el relevo a su hijo, de 53, los nuevos monarcas, Felipe y su esposa, Matilde, se han dirigido al Parlamento belga para asumir el cargo donde reside la soberan¨ªa nacional.
En su discurso ante la C¨¢mara, el nuevo monarca ha alabado la diversidad belga: "La riqueza de nuestro pa¨ªs y de nuestro sistema institucional reside especialmente en el hecho de que hacemos de nuestra diversidad una fuerza. Encontramos cada vez el equilibrio entre unidad y diversidad. La fuerza de B¨¦lgica es justamente dar un sentido a nuestra diversidad", informa Europa Press.
Tras una ceremonia de rezos que comenz¨® a las nueve de la ma?ana en la catedral de Bruselas, y una vez concluida la abdicaci¨®n en el elegante Palacio Real bruselense, los nuevos reyes ¨C¨¦l con sus galones militares, ella de riguroso blanco- han recorrido el centro de la ciudad en un coche descapotable desde el que saludaban a la poblaci¨®n bajo un resplandeciente sol veraniego. El discurso de aceptaci¨®n del cargo se ha producido en un ambiente mucho m¨¢s sobrio, el de una modesta ¨Cy abarrotada- sala de la C¨¢mara belga.
Alberto II deja hoy su cargo, tras 20 a?os de reinado, en buena medida por motivos de salud pero tambi¨¦n acosado por los esc¨¢ndalos que han azotado al trono belga en los ¨²ltimos a?os, y que se han acentuado en los ¨²ltimos meses. Los problemas fiscales de su cu?ada, la reina Fabiola ¨Cvestida de fucsia y aplaudida en la ceremonia de coronaci¨®n- y el convulso episodio en el que la supuesta hija extramatrimonial del hasta ahora monarca le ha reclamado la paternidad en los tribunales han terminado de decidir a Alberto II a abandonar el cargo. El anuncio se produjo a principios de este mismo mes para realizar el relevo hoy, fiesta nacional belga. Las primeras hip¨®tesis apuntaban a que el monarca belga dejar¨ªa su cargo en oto?o, pero los acontecimientos lo han precipitado.
Frente a los fastos que acompa?aron el reciente traspaso del trono en Holanda, donde la reina Beatriz abdic¨® a favor de su hijo Guillermo, la familia real belga ha preferido que su relevo est¨¦ presidido por la austeridad. Poco m¨¢s de 200 personas participan en la celebraci¨®n, principalmente los m¨¢ximos representantes pol¨ªticos y los embajadores de los pa¨ªses con representaci¨®n ante B¨¦lgica.
La celebraci¨®n se prolongar¨¢ durante todo el d¨ªa, con un recorrido de los nuevos reyes por la ciudad, que se paraliza para recibir a sus nuevos jefes de Estado. Hace d¨ªas que de las ventanas de muchos belgas cuelga la bandera nacional y las fiestas proliferan por los diferentes barrios bruselenses. Se trata de un hecho extra?o en un pa¨ªs presidido por las luchas fratricidas entre flamencos y valones.
El reto de Felipe consiste en demostrar a la naci¨®n que es capaz de tomar el mando en una situaci¨®n de par¨¢lisis como la que se produjo entre 2010 y 2011, cuando el pa¨ªs permaneci¨® a?o y medio sin Gobierno por la polarizaci¨®n parlamentaria a la que dieron lugar las elecciones federales y la incapacidad de los partidos pol¨ªticos para alcanzar un acuerdo de Gobierno. Finalmente el franc¨®fono Elio di Rupo, l¨ªder del Partido Socialista, tom¨® las riendas e hizo gobernable el pa¨ªs. Di Rupo, protagonista destacado de las celebraciones de hoy, es una de las personas que m¨¢s lamenta la salida precipitada de Alberto II. B¨¦lgica tendr¨¢ nuevas elecciones en mayo de 2014 y muchos temen un escenario pol¨ªtico similar al que se plante¨® hace cuatro a?os.
La ¨²ltima recomendaci¨®n como rey de Alberto II hacia su hijo no deja lugar a dudas: ¡°Trabajar sin reposo por la cohesi¨®n de B¨¦lgica¡±. Queda por ver si Felipe, hasta ahora de car¨¢cter reservado y con mucho recorrido por delante para reforzar su imagen p¨²blica, ser¨¢ capaz de seguir el sabio consejo de su padre.
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