Sangre colombiana all¨¢ en Corea

La guerra de Corea podr¨ªa ser una historia lejana para Colombia. Pocos recuerdan que en 1950, el pa¨ªs andino fue uno de los dos de Am¨¦rica Latina ¡ªjunto con Puerto Rico, Estado libre asociado a EE UU¡ª que respondi¨® al llamamiento de Naciones Unidas para defender Corea del Sur de la invasi¨®n de su vecino del norte. El conflicto, de cuyo armisticio se cumplen hoy 60 a?os, caus¨® cerca de tres millones de muertos y a¨²n no ha terminado oficialmente. Por eso sorprendi¨® ver a un grupo de 79 colombianos, veteranos de la guerra de Corea, desfilar por sorpresa en la parada militar del 20 de julio, d¨ªa de la independencia. All¨ª estaba Pedro Hernando Vergara, de 81 a?os, que recuerda como si hubiera sido ayer el d¨ªa que atraves¨® el Atl¨¢ntico con 19 a?os para llegar a un pa¨ªs que ni siquiera sab¨ªa que exist¨ªa.

Es la primera vez ¡ªseg¨²n sus propias cuentas¡ª que los olvidados soldados colombianos que participaron en esa guerra fueron invitados al desfile. La invitaci¨®n lleg¨® del general Alejandro Navas, comandante de las Fuerzas Armadas, para rendirles homenaje y entregarles un diploma de honor. Acudieron 79 de los 700 veteranos que siguen vivos, los que viven en Bogot¨¢.

¡°Nos dieron una corbata roja y un gorro verde¡±, cuenta Vergara, que es el secretario general de la Asociaci¨®n Colombiana de los Veteranos de Guerra de Corea (Ascove), una organizaci¨®n que tiene su sede principal en la capital desde 1958. Y as¨ª, siguiendo el m¨¢s estricto r¨¦gimen militar, el grupo de veteranos primero acudi¨® a dos ensayos y luego apareci¨® encabezando el desfile del 20 de julio, mientras cientos de aeronaves pasaban revista a¨¦rea por el cielo bogotano y m¨¢s de 12.000 uniformados los segu¨ªan.

La guerra de Corea (1950-1953) fue la primera confrontaci¨®n armada en lo que se conoci¨® como la Guerra Fr¨ªa. El apoyo del gobierno colombiano a Corea del Sur se formaliz¨® en agosto de 1950, cuando el entonces reci¨¦n posesionado presidente de Colombia, el conservador Laureano G¨®mez, envi¨® a 4.314 hombres, que integraban tres fragatas y un batall¨®n de infanter¨ªa.

Los j¨®venes soldados viajar¨ªan para ganar en d¨®lares el equivalente a los 15 pesos colombianos que ganaban mensualmente. Y as¨ª lo hicieron por tres a?os. ¡°Eso fue tremendo. Uno tan joven y sin experiencia, porque el ej¨¦rcito colombiano nunca hab¨ªa participado en una guerra, para llegar a enfrentarse al constante fuego enemigo¡±, recuerda Vergara.

Al momento de firmarse el armisticio entre las dos Coreas, el Batall¨®n Colombia hab¨ªa registrado 163 muertos y 448 heridos. A 17 de ellos el gobierno de Estados Unidos les concedi¨® la Estrella de Plata, que es la cuarta m¨¢s importante que entregan las Fuerzas Armadas de ese pa¨ªs a soldados por sus acciones frente al enemigo.

Pedro Vergara tuvo la suerte de regresar. Fue herido en las piernas por las esquirlas de una granada de mortero, en uno de los combates que se dieron en Old Boldy, un famoso cerro que los veteranos llaman Viejo Calvo y que fue considerado uno de los sectores m¨¢s dif¨ªciles del frente de batalla. ¡°Me condecoraron por haber ayudado a unos extranjeros heridos y luego de salir del hospital me ascendieron a cabo segundo¡±, cuenta Vergara.

De regreso a Colombia fueron recibidos como h¨¦roes, pero el olvido lleg¨® muy pronto. Unos ascendieron dentro del Ej¨¦rcito y otros fueron contratados por empresas reconocidas. Pero una buena mayor¨ªa termin¨® sin trabajo, algunos con graves problemas psicol¨®gicos por las secuelas de la guerra y otros tantos en la miseria.

Uno de los combatientes m¨¢s recordados fue H¨¦ctor Rivas, quien aprovech¨® su celebridad para convertirse en actor y gan¨® popularidad en la d¨¦cada de los ochentas por encarnar el papel de un alcalde comunista que se enfrentaba a un cura progresista en un pueblo del pa¨ªs. Rivas muri¨® en junio de 2010 y fue despedido por sus compa?eros de filas con un pasillo de honor.

¡°Pero el olvido ha sido una constante¡±, dice Vergara. Solo 40 a?os despu¨¦s de haber regresado de la guerra, en 2001 el Congreso aprob¨® una ley con la que les reconoci¨® una pensi¨®n de dos salarios m¨ªnimos, equivalente a cerca de 500 euros, pero solo para los veteranos que estuvieran en la indigencia, algo que les molest¨® enormemente. Ahora, a pesar de los a?os, contin¨²an luchando para que se apruebe un proyecto de ley que les reconozca, a todos, ese beneficio.