Argentina pone a prueba al kirchnerismo
Las primarias marcan el punto de partida del mapa pol¨ªtico para los ¨²ltimos dos a?os de Cristina Fern¨¢ndez en el poder y la supervivencia de un modelo en vigor desde 2003
Las elecciones primarias de este domingo en Argentina marcan el principio del fin del segundo Gobierno de la peronista Cristina Fern¨¢ndez y la capacidad del kirchnerismo de preservar un modelo que est¨¢ en vigor desde 2003. La Constituci¨®n argentina no permite que un presidente sea reelegido dos veces consecutivas, por lo que si no se modifica, la jefa de Estado acabar¨¢ su mandato en diciembre de 2015. A partir de los comicios de este domingo y de las legislativas generales de octubre pr¨®ximo, se delinear¨¢ el mapa pol¨ªtico para los pr¨®ximos dos a?os de gobierno.
La presidenta argentina ha dicho que no quiere reformar la Constituci¨®n. En principio, en 2015 acabar¨ªan 12 a?os de gobiernos kirchneristas, entre los cuatro de su fallecido marido, N¨¦stor Kirchner, y ocho de ella, un periodo m¨¢s largo que el que gobernaron otros l¨ªderes de Argentina, como el radical Hip¨®lito Yrigoyen (1916-1922 y 1928-1930), Juan Domingo Per¨®n (1946-1954 y 1973-1974) y el peronista Carlos Menem (1989-1999). Pero algunos dirigentes kirchneristas abogan por una reforma de la Carta Magna para que Fern¨¢ndez contin¨²e m¨¢s all¨¢ de 2015 en el poder. Para ello, el kirchnerismo deber¨ªa arrasar en las elecciones de octubre, para aumentar su mayor¨ªa absoluta en la C¨¢mara de Diputados y en el Senado hasta controlar dos tercios de los esca?os de ambos hemiciclos. Pero los pron¨®sticos vaticinan que el gobernante Frente para la Victoria mantendr¨¢ una cantidad de legisladores similar a la actual.
Si Fern¨¢ndez no busca la reelecci¨®n, puede producirse el fen¨®meno del pato cojo, es decir, del gobernante que entra en la recta final de su gobierno y que, por tanto, pierde poder en su partido. En el Frente para la Victoria no est¨¢ claro qu¨¦ candidato a sucederla preferir¨ªa la presidenta. El l¨ªder con mejor imagen dentro ese frente es el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, pero sus posiciones conservadoras repelen a los kirchneristas puros y duros. En cambio, hay un gobernador de provincia, Sergio Urribarri, de Entre R¨ªos (este de Argentina), que aparece como m¨¢s cercano a la izquierda peronista. Una inc¨®gnita es si Fern¨¢ndez podr¨¢ controlar su proceso de sucesi¨®n, del mismo modo que ahora nombra a dedo qu¨¦ pol¨ªticos deben presentarse en las listas de candidatos a diputados y senadores del Frente para la Victoria en los distritos clave.
Los pr¨®ximos dos a?os tambi¨¦n ser¨¢n tiempos en los que la oposici¨®n deber¨¢ ir pensando cu¨¢les de sus figuras pueden dejar al kirchnerismo fuera del Gobierno. Los opositores est¨¢n muy divididos entre s¨ª. Los peronistas disidentes est¨¢n peleados entre ellos, la conservadora Propuesta Republicana (PRO), del alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, por ahora solo ha demostrado fortaleza en la capital, mientras otras tres fuerzas se han presentado en estos comicios aliadas en algunos distritos y separadas en otros: la Uni¨®n C¨ªvica Radical (UCR), el convulsionado Frente Amplio Progresista (FAP) y la Coalici¨®n C¨ªvica (CC). En el peronismo disidente, el alcalde del municipio de Tigre (periferia norte de la capital), Sergio Massa, kirchnerista hasta hace pocos meses, aspirar¨¢ a vencer en las elecciones a diputado por la provincia de Buenos Aires (37% del electorado argentino) en octubre para convertirse en un nuevo l¨ªder, pero tambi¨¦n el gobernador de C¨®rdoba, Jos¨¦ Manuel de la Sota, sue?a con el cargo. Macri tambi¨¦n lo anhela, aunque sabe que para eso deber¨¢ conseguir que el peronismo disidente lo acepte como jefe, tarea complicada. La UCR y lo que queda del FAP seguramente intenten un acuerdo. Tienen dos presidenciables que son candidatos a diputados este a?o: en Mendoza, el radical Julio Cobos, que fue vicepresidente de Argentina en el primer Gobierno de Fern¨¢ndez (2007-2011), y en Santa Fe, el socialista Hermes Binner, que acab¨® segundo en las presidenciales de 2011, por encima del radicalismo y el peronismo disidente.
El resultado de las elecciones primarias de este domingo condiciona el de las generales de octubre porque fortalecer¨¢ a los que se posicionaron bien y debilitar¨¢ a los que anduvieron mal. Dentro de dos meses, los comicios resultar¨ªan m¨¢s polarizados. En octubre, el kirchnerismo pone en juego solo alrededor de un tercio de sus esca?os en el Parlamento. Si consigue un resultado modesto, mantendr¨¢ sus diputados y senadores y podr¨¢ seguir aprobando los proyectos de ley que desee, como hizo en los ¨²ltimos dos a?os, cuando se expropi¨® el 51% de Repsol en YPF o se reformaron la carta org¨¢nica del Banco Central o la regulaci¨®n del mercado de capitales. En cambio, si pierde la mayor¨ªa absoluta de alguna de las dos c¨¢maras, tal vez el Congreso vuelva a la par¨¢lisis que sufri¨® en una situaci¨®n similar que ocurri¨® entre 2009 y 2011.
Pero adem¨¢s de pol¨ªticos, los desaf¨ªos del final del segundo Gobierno de Fern¨¢ndez tambi¨¦n ser¨¢n econ¨®micos. Ni Argentina ni el resto de Latinoam¨¦rica crecen tan r¨¢pido como hasta 2011, cuando la jefa de Estado fue reelegida. La econom¨ªa creci¨® el 2,8% en el primer semestre del a?o, el paro est¨¢ en el 7,2%, el empleo informal afecta a un tercio de los trabajadores y la pobreza castiga a por lo menos un quinto de los argentinos, pese las mejoras sociales de los diez a?os de gobiernos kirchneristas. En la regi¨®n solo Venezuela supera en inflaci¨®n a Argentina (23%).?
En los pr¨®ximos meses, un tribunal de segunda instancia de EE UU sentenciar¨¢ en un caso sobre la deuda impagada desde 2001, aquella que est¨¢ en manos de la minor¨ªa de acreedores que no acept¨® renegociarla; y Argentina corre el riesgo de caer en suspensi¨®n de pagos. Adem¨¢s, est¨¢ por verse si los precios de las materias primas, sobre todo las agr¨ªcolas, mantienen los altos precios de los ¨²ltimos 11 a?os, lo que ha permitido un fuerte crecimiento de toda Sudam¨¦rica. Las cotizaciones depender¨¢n de la evoluci¨®n de los tipos de inter¨¦s de EE UU y la demanda de China, pero al menos Argentina corre con la ventaja de que las cotizaciones los productos b¨¢sicos agr¨ªcolas aparecen menos vol¨¢tiles que las de los minerales y que en su estructura productiva la industria tiene m¨¢s peso que en la de otros vecinos.
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