El jefe militar egipcio anuncia m¨¢s represi¨®n ante la ¡®semana de la ira¡¯
El Gobierno interino de Egipto inicia una ofensiva diplom¨¢tica para defender sus acciones El ministro de Exteriores anuncia una comisi¨®n de investigaci¨®n sobre las cargas militares
El comandante de las fuerzas armadas de Egipto y art¨ªfice del golpe de Estado del pasado 3 de julio, el general Abdel Fat¨¢ al Sisi, advirti¨® este domingo a los islamistas de que no tolerar¨¢ ¡°la destrucci¨®n del pa¨ªs y su gente, o el incendio de la naci¨®n¡±. El mensaje quedaba claro: el ej¨¦rcito, que ha tomado el control total del pa¨ªs, no tolerar¨¢ m¨¢s desaf¨ªos por parte de los Hermanos Musulmanes. No habr¨¢ m¨¢s acampadas o d¨ªas de la ira sin que act¨²en ante ellos con contundencia las fuerzas de seguridad. Este domingo, un mot¨ªn de islamistas que estaban siendo trasladados a un centro penitenciario en El Cairo se sald¨® con al menos 36 muertos, despu¨¦s de que la polic¨ªa empleara gases lacrim¨®genos contra los presos que intentaron escapar del cami¨®n con la ayuda de un grupo armado en otro veh¨ªculo, seg¨²n el ministerio del Interior.
En un punto de su discurso, ante representantes de la c¨²pula de las fuerzas armadas, el general Al Sisi lleg¨® a jactarse de que habla por la gran mayor¨ªa de los egipcios, pues ¡°el pueblo goza de la voluntad libre para elegir a quien desee¡±. A ¨¦l, sin embargo, no lo eligieron las urnas. En el primer experimento democr¨¢tico de Egipto fueron los Hermanos Musulmanes quienes ganaron los comicios. Al Sisi fue, m¨¢s bien, el art¨ªfice del golpe y, buscando legitimidad, en julio pidi¨® a la ciudadan¨ªa egipcia que saliera a las calles a manifestarse, demostrando que estaba de su parte en lo que calific¨® de su ¡°lucha contra el terrorismo¡±. Para el Ej¨¦rcito, pues, las marchas y manifestaciones -siempre que no sean islamistas- han sustituido de momento a las urnas.
El 26 de julio, el d¨ªa en que el general Al Sisi dijo recibir su mandato de las grandes marchas callejeras, murieron al menos 80 personas en ataques y cargas de las fuerzas de seguridad. Pocas, comparadas con las m¨¢s de 800 bajas registradas desde el mi¨¦rcoles, tras el desmantelamiento de los campamentos islamistas en Giza y El Cairo. Y por si a los l¨ªderes de las naciones extranjeras les cuesta comprender c¨®mo la legitimidad del gobierno se puede adquirir por esos medios, com operaciones militares y cargas contra manifestantes, el gobierno interino del pa¨ªs, al que han aupado y tutelan los generales, ha comenzado una ofensiva diplom¨¢tica y pol¨ªtica para justificar sus acciones recientes.
Este domingo, despu¨¦s de que la Uni¨®n Europea dijera que reevaluar¨¢ sus relaciones con Egipto, el ministro de Exteriores de este pa¨ªs, Nabil Fahmi, se esforz¨® en aclarar que, seg¨²n su opini¨®n, los nuevos gobernantes no luchan contra un movimiento social y pol¨ªtico que lleg¨® al poder por medios leg¨ªtimos, sino contra terroristas armados. ¡°Los actos violentos que ha cometido la otra parte no han sido reconocidos o condenados por occidente¡±, dijo en rueda de prensa. ¡°Conf¨ªo en los militares, y estoy seguro de que nuestros oficiales no est¨¢n obsesionados con el poder¡±.
No es esa la impresi¨®n que se han llevado numerosos enviados internacionales que se han reunido en privado con el general Al Sisi. A principios de agosto visitaron El Cairo dos senadores norteamericanos, los republicanos Lindsey Graham y John McCain, enviados por el presidente Barack Obama. Ambos le dijeron al comandante que lo l¨®gico ser¨ªa convocar elecciones y dejar que los Hermanos Musulmanes se presentaran, pues ser¨ªa muy poco probable que volvieran a ser reelegidos. Le pidieron, adem¨¢s, que liberara a Mohamed Morsi, el presidente depuesto, que se halla bajo arresto militar desde el golpe. Al Sisi se neg¨® a escucharles o a ceder y, despu¨¦s de su marcha, autoriz¨® las cargas mortales de los pasados d¨ªas.
¡°Egipto se va a convertir en un Estado fallido¡±, dijo este domingo, evaluando su visita a El Cairo, Graham en la cadena CNN. ¡°La hermandad volver¨¢ a la clandestinidad. Al Qaeda acudir¨¢ a su ayuda. Y habr¨¢ una insurgencia armada, no s¨®lo protestas, en 60 o 90 d¨ªas¡±, a?adi¨®. En privado, el senador ha dicho a otros legisladores y a oficiales de la Casa Blanca que cree que Al Sisi est¨¢ ¡°borracho de poder¡±.
Las cargas militares y la consolidaci¨®n de los generales en el poder han forzado a numerosos legisladores, como los propios McCain y Graham, a pedirle a la Casa Blanca que rescinda la ayuda militar que ofrece a las fuerzas armadas de Egipto, que asciende a 1.300 millones de d¨®lares anuales. De momento, Obama se ha limitado a condenar la violencia y a suspender una serie de maniobras militares. Fue simb¨®lico que, en las grandes manifestaciones contra los islamistas del 30 de junio, que precedieron al golpe, el ej¨¦rcito de Egipto mandara a sobrevolar la plaza de Tahrir a helic¨®pteros Apache que le ha proporcionado precisamente el Pent¨¢gono.
En teor¨ªa, la hoja de ruta del gobierno provisional sigue en pie. Contempla una reforma de la constituci¨®n y elecciones legislativas dentro del plazo de seis meses. En realidad, poco se ha avanzado en esa direcci¨®n, con las seis semanas de protestas islamistas y el caos en el que ha quedado sumida la naci¨®n en los pasados cinco d¨ªas. Y ante la falta de avance de un ejecutivo interino, con el parlamento disuelto, son los militares los que, en la sombra, detentan de momento todo el poder.
¡°La posibilidad de alcanzar un compromiso con la otra parte muri¨® con las v¨ªctimas la semana pasada¡±, asegura Nathan Brown, experto en Oriente Pr¨®ximo en la universidad de George Washington. ¡°El nuevo r¨¦gimen ha hecho posible su actitud actual de la forma m¨¢s contundente posible. Los egipcios han tomado sus decisiones. Y la mayor¨ªa parecen apoyar las afirmaciones del nuevo r¨¦gimen de que esta es una guerra entre los egipcios de verdad y los terroristas. Las voces discordantes son pocas y est¨¢n aisladas. Y los l¨ªderes del nuevo r¨¦gimen parecen creerse su propia propaganda¡±.
Este domingo por la noche, adem¨¢s, el ministerio del Interior anunci¨® que ha prohibido los grupos de vigilantes civiles que en las pasadas jornadas hab¨ªan creado puestos de control en El Cairo y hab¨ªan agredido y arrestado a islamistas y a ciudadanos extranjeros.
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