Los Hermanos Musulmanes se repliegan agotados y desorientados
¡°Solo nos callar¨¢n si nos matan a todos, hasta el ¨²ltimo¡±, asegura un manifestante
Est¨¢n acorralados. Han vuelto a las mezquitas. Y aventurarse fuera de ellas es cada vez m¨¢s arriesgado. Cientos de los suyos han muerto ya. El cerco de los militares es cada vez m¨¢s estrecho y manifestarse en las calles es un ejercicio de verdadero coraje. Este domingo se not¨® el agotamiento y la confusi¨®n en la que viven los Hermanos Musulmanes. Deb¨ªa haber sido un d¨ªa de grandes marchas en El Cairo, pomposamente anunciado por la llamada Alianza Contra el Golpe. Acab¨® siendo un d¨ªa de escaramuzas en territorio enemigo, con multitudes cada vez m¨¢s magras. En las calles se vio claramente que los islamistas de Egipto est¨¢n desorientados y faltos de direcci¨®n, ante un futuro complicado, pero al que dicen no tenerle miedo alguno.
Tras el rezo de la tarde, pasadas las tres y media, un grupo de islamistas parti¨® de la mezquita de Al Rayan, en el distrito de Maadi, en el sur de El Cairo. Era una de las cinco marchas que se hab¨ªan convocado, y una de las pocas que no fue cancelada por los Hermanos Musulmanes. En principio iban a avanzar hasta la Corte Constitucional ¡ªel m¨¢s alto tribunal¡ª, pero en el camino m¨¢s corto hab¨ªa apostados tanques ligeros, soldados y patrullas policiales. En lugar de marchar por esas avenidas, decidieron enviar avanzadillas de dos o tres personas, que comprobaban si el camino estaba libre, sin francotiradores, para liderar las marchas por estrechas calles secundarias. En un momento la manifestaci¨®n, de unas 2.000 personas, lleg¨® a tomar el metro.
As¨ª ha quedado el movimiento islamista de los Hermanos Musulmanes. Hace dos meses controlaba los poderes Ejecutivo y Legislativo. Era un modelo para los partidos islamistas del mundo. Tras el golpe tom¨® las calles y protagoniz¨® acampadas multitudinarias. Pero las constantes cargas militares lo han dejado agotado y confundido, sin un claro plan de avance inmediato. El mi¨¦rcoles, en el desalojo de los campamentos, en El Cairo y Giza, murieron m¨¢s de 600 de los suyos. El viernes, en una jornada de protesta denominada de la ira, fallecieron al menos 170. Y el s¨¢bado, seg¨²n dijeron ayer las fuerzas de seguridad, hubo 79 bajas. La Alianza Contra el Golpe cancel¨® este domingo la mayor¨ªa de marchas ¡°por razones de seguridad¡±, seg¨²n Yasmine Adel, una de sus portavoces. Los organizadores dec¨ªan temer a los francotiradores.
En la marcha de Maadi no se vio a esos tiradores. Hab¨ªa, eso s¨ª, muchos retratos de Mohamed Morsi, el presidente depuesto. El grito m¨¢s coreado fue ¡°Morsi presidente¡±. En la cabecera exhib¨ªan una pancarta con sangrientas im¨¢genes de la carga policial del mi¨¦rcoles en la mezquita de Rabaa al Adauiya: cuerpos chamuscados, cad¨¢veres de ni?os, cabezas abiertas con los sesos expuestos. Hadiel Zahar, que tiene 29 a?os, mostraba un pa?uelo ennegrecido y manchado de sangre. Perteneci¨® a un amigo suyo herido de gravedad en las cargas del viernes en la plaza cairota de Rams¨¦s. ¡°La sangre de Egipto se vende ya muy barata¡±, exclam¨®. ¡°Pero los militares solo nos callar¨¢n si nos matan a todos nosotros, hasta el ¨²ltimo¡±.
Preguntados por su estrategia, por sus pr¨®ximos pasos o por un plan de acci¨®n, estos islamistas no tienen m¨¢s respuesta que sus propios temores. ¡°Pueden venir a matarnos, que seguramente es lo que har¨¢n, pero responderemos con manifestaciones pac¨ªficas¡±, dec¨ªa Mohamed Zawan, de 46 a?os, de los que lleva 18 afiliado a los Hermanos Musulmanes. En cierto modo, a personas como Zawan se les ve volviendo a una situaci¨®n que no les es ajena. ¡°De los a?os que llevo en la Hermandad, muchos los he pasado en la clandestinidad. Es cierto que los gobernantes sab¨ªan qui¨¦nes ¨¦ramos y d¨®nde est¨¢bamos, pero nos obligaban a actuar de forma callada. Hoy vemos que buscan empujarnos a una situaci¨®n similar, o peor¡±.
La manifestaci¨®n avanzaba estrictamente segregada. Los hombres al frente, seguidos por un grupo aislado y mucho menor de mujeres, la mayor¨ªa cubiertas con el niqab, el velo que solo deja al descubierto los ojos. ¡°Egipto es una naci¨®n isl¨¢mica¡±, dec¨ªa Nadia Ali, de 21 a?os. ¡°El Gobierno golpista est¨¢ actuando contra la voluntad divina y pagar¨¢ por ello¡±. Desde la calle, varios vecinos miraban la manifestaci¨®n con actitud entre curiosa e irritada. Tras cinco d¨ªas de estado de excepci¨®n y toque de queda, El Cairo buscaba la normalidad. Los islamistas quedaban marchando a solas, convertidos en una curiosidad en la calle o, seg¨²n la voluntad de los generales, un recuerdo del pasado.
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