¡°Lo ocurrido en Egipto es m¨¢s complejo que un golpe de Estado¡±
Bernardino Le¨®n, el enviado especial de la UE para el Mediterr¨¢neo Sur, centra sus esfuerzos en mostrar una salida negociada a la violencia en Egipto
Bernardino Le¨®n se esperaba un verano complicado, pero no tanto como lo est¨¢ siendo. El enviado especial de la UE para el Mediterr¨¢neo Sur ¨Cy antiguo hombre de confianza del expresidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero- centra todos sus esfuerzos en mostrar una salida negociada a la violencia en Egipto. Le¨®n (M¨¢laga, 1964) recibe en su despacho a EL PA?S y al S¨¹ddeutsche Zeitung, desde donde prepara la reuni¨®n del mi¨¦rcoles en la que la UE deber¨¢ dar una respuesta pol¨ªtica a los centenares de muertos en un pa¨ªs fundamental para el futuro de la regi¨®n.
Pregunta. Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE se re¨²nen ma?ana para estudiar su respuesta a la crisis. ?Qu¨¦ margen de maniobra tienen?
Respuesta. Habr¨¢ un debate sobre las medidas que estamos barajando. Pero la UE quiere ser constructiva y mantener una puerta abierta al di¨¢logo para impulsar una soluci¨®n pol¨ªtica, pese a lo dif¨ªcil de la situaci¨®n.
P. La canciller Angela Merkel ha hablado de un bloqueo de la exportaci¨®n de armas. ?Qu¨¦ efecto real tendr¨ªa sobre el terreno?
R.?Creo que se hablar¨¢ m¨¢s en t¨¦rminos de coordinaci¨®n de mensajes, pero luego cada pa¨ªs tomar¨¢ la decisi¨®n unilateralmente. Podr¨ªan comunitarizar el tono de la respuesta, que luego cada uno modular¨ªa.
P.??Cu¨¢l es la influencia real que le queda a la UE?
R.?Much¨ªsima. La UE es un interlocutor importante, percibido como todas las partes como el m¨¢s central. Adem¨¢s, somos el socio comercial de Egipto m¨¢s importante, de donde procede el 80% del turismo, la mayor parte de la inversi¨®n y de la ayuda no militar.
P.?Arabia Saud¨ª ha dicho que reemplazar¨¢ la ayuda que se retire a Egipto. ?No teme la UE que su peso quede diluido?
R.?Pese a toda la ayuda que ha recibido Egipto, su econom¨ªa no se recupera. Necesita que vuelvan los inversores. Por eso Europa insiste en que hay que recuperar la confianza. Es fundamental el apoyo de los pa¨ªses del Golfo, pero tambi¨¦n de los occidentales.
P.?Esa vuelta de la confianza parece imposible ahora.
R.?Hay una situaci¨®n muy grave. La UE ha condenado de la manera m¨¢s clara lo ocurrido, atribuyendo la responsabilidad especial al Gobierno, pero tambi¨¦n dejando muy claro que la violencia viene de ambas partes. Todos estamos de acuerdo en que lo importante es detener esta situaci¨®n e incentivar un retorno al di¨¢logo.
P.?La UE habla de los moderados en ambos bandos, pero es evidente que ahora no son ellos los que dirigen la situaci¨®n. ?C¨®mo espera dar voz a estos sectores?
R.?Si logr¨¢ramos entrar en un di¨¢logo pol¨ªtico, entonces esos sectores estar¨ªan imponiendo su criterio. Hay iniciativas, tenemos contactos y vamos a apoyarlos para que su voz se escuche m¨¢s. No podemos permitir que un pa¨ªs tan central quede en manos de los extremistas.
P.??Tras la marcha del exvicepresidente Mohamed El Baradei, quedan voces moderadas en el Gobierno actual?
R.?S¨ª, a¨²n hay sectores que hacen esfuerzos a diario por contener la situaci¨®n.
P.??Por qu¨¦ le cuesta tanto a la UE hablar de golpe de Estado al referirse a la ca¨ªda del expresidente Mohamed Morsi?
R.?Porque lo que ocurri¨® entre el 30 de junio y el 3 de julio es una situaci¨®n mucho m¨¢s compleja que una simple intervenci¨®n militar. Nunca hemos negado un elemento de intervenci¨®n militar. Pero hab¨ªa cientos de miles o millones de personas en las calles y una amenaza de enfrentamiento entre todos los colectivos. La comunidad internacional apoy¨® al presidente para que facilitara una salida (un refer¨¦ndum, elecciones anticipadas¡) para evitar el enfrentamiento.
P.?Da la sensaci¨®n de que se prefiri¨® mirar hacia otro lado ante la ca¨ªda de un Gobierno no amigo y ahora la situaci¨®n es mucho peor.
R.?Tras las elecciones, la UE dijo que el justo vencedor fue Morsi. Bruselas fue de las primeras capitales que visit¨® tras ser elegido. La UE firm¨® ayudas por valor de 5.500 millones de euros. No se puede decir que la UE haya mantenido distancias. Pero a finales de noviembre, Morsi empieza a tomar decisiones que nos parecen muy discutibles: asume poderes legislativos, defiende la Constituci¨®n sin apoyarse en un grupo m¨¢s amplio, va a un refer¨¦ndum con los liberales enfrentados¡ Entra en una din¨¢mica muy poco inclusiva. Se le tiende la mano, pero empieza a tomar decisiones que revelan una cultura de falta de acuerdo, que no es achacable solo a ¨¦l o a los Hermanos Musulmanes, sino que es com¨²n a todos los partidos pol¨ªticos egipcios.
P.??Lo que ocurri¨® el 3 de julio no fue un golpe de Estado?
R.?No vamos a entra en la guerra de las etiquetas ni de las legitimidades, porque lo que queremos es reconstruir la transici¨®n democr¨¢tica. Que es algo que no tiene nada que ver con lo que estamos viendo. Buscamos un proceso inclusivo en el que todos los partidos pol¨ªticos participen en igualdad de condiciones, con un acuerdo sobre el sistema electoral, sin l¨ªderes pol¨ªticos en prisi¨®n, con respeto a los derechos humanos. No se puede reprochar a la UE haber sido ambigua en su enjuiciamiento.
P.??Qu¨¦ supondr¨ªa para la UE la ilegalizaci¨®n de los Hermanos Musulmanes?
R.?Requerir¨¢ un debate de la UE, pero personalmente creo que ser¨ªa un error. No ir¨ªa en la buena direcci¨®n. No se puede demonizar una instituci¨®n que representa a tantas personas, pese a los errores que ha cometido. Ese no es el camino.
P.??Y la liberaci¨®n de Mubarak?
R.?Cuesta trabajo pensar que se tome esta decisi¨®n. Se est¨¢ hablando de una recuperaci¨®n democr¨¢tica y al mismo tiempo se habla de liberar al presidente contra el que se rebelaron todos los egipcios unidos hace dos a?os. En un contexto como el actual de inestabilidad, ?va a a?adir un elemento m¨¢s de confrontaci¨®n? Creo que s¨ª.
P.??Se ha convertido la primavera ¨¢rabe en una pesadilla?
R.?Nunca pensamos que iba a ser un proceso f¨¢cil ni corto. No tenemos la perspectiva necesaria. Todav¨ªa hoy se sigue hablando de transici¨®n en algunos pa¨ªses del este de Europa. En T¨²nez hablamos de una transici¨®n pol¨ªtica. Pero Egipto no solo tiene pendiente eso, sino tambi¨¦n una aut¨¦ntica revoluci¨®n social en indicadores como el papel de la mujer, el nivel de la educaci¨®n y el desarrollo de la clase media. No har¨¢n falta a?os, sino quiz¨¢s d¨¦cadas.
P.??C¨®mo vivi¨® los momentos previos al aplastamiento de los campamentos islamistas la semana pasada?
R.?Con mucha angustia. Con llamadas permanentes a distintos interlocutores. Dec¨ªamos que era imposible que esa operaci¨®n se pudiera hacer sin derramamiento de sangre. Era inevitable que hubiera situaciones de p¨¢nico. Pero la realidad super¨® las expectativas.
P.??Duda la UE de la cifra de seis centenares de muertos que han dado las autoridades?
R.?Se dijo que hab¨ªa habido miles de heridos, pero no sabemos qu¨¦ ha pasado con ellos despu¨¦s. No sabemos si se retiraron cad¨¢veres y se contabilizaron de forma adecuada. Los Hermanos Musulmanes hablaban de miles de muertos, quiz¨¢s la cifra real est¨¦ en un punto intermedio. No s¨¦ si alguna vez sabremos exactamente cu¨¢nta gente muri¨®.
P.??C¨®mo cicatriza una herida as¨ª?
R. Con determinaci¨®n y voluntad pol¨ªtica. El problema es que no vemos esa voluntad en el Gobierno actual. S¨ª en algunos miembros del Gobierno, pero no en los que est¨¢n tomando las decisiones ahora.
P.??Est¨¢ Egipto al borde de la guerra civil?
R.?No. El Gobierno y los Hermanos Musulmanes siguen existiendo en que debe haber una salida pac¨ªfica. Estamos lejos de algo parecido. Pero es importante detener ahora la escalada, porque al final del proceso podr¨ªa darse un enfrentamiento mucho m¨¢s amplio.
P.?Egipto tiene un papel fundamental en la regi¨®n. ?Temen un efecto contagio a pa¨ªses como T¨²nez?
R. Acabo de regresar de all¨ª. Desde que empezaron las movilizaciones en las calles egipcias, hab¨ªa un cierto contagio. Hay una correa de transmisi¨®n muy inmediata en Libia, T¨²nez¡
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