La guerra fuerza otro ¨¦xodo a Irak

¡°Huyen del sectarismo, de las bombas y del hambre¡±. Yusef Mahmud, portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Irak, resume las causas del ¨¦xodo que, desde el pasado jueves, ha llevado a casi 40.000 sirios a escapar hacia el al Kurdist¨¢n iraqu¨ª. ¡°Tienen miedo de todo y poca esperanza¡±, se?ala por tel¨¦fono Mahmud mientras atiende avisos urgentes: un problema de permisos con un cami¨®n que viene de Jordania, la contrataci¨®n de operarios que monten las carpas para alojar a los refugiados, c¨®mo conseguir m¨¢s agua para ellos... Confiesa que la situaci¨®n ha ¡°superado¡± al ACNUR. ¡°Los refugiados nos cuentan que la situaci¨®n ha empeorado r¨¢pidamente en pocas semanas, y que era imposible seguir en Siria¡±, explica.

El 95% de estos exiliados son kurdos. Ayer entraron 5.100, pese al l¨ªmite de 3.000 refugiados diarios impuesto por el Gobierno regional del Kurdist¨¢n iraqu¨ª presidido por Masud Barzani. La mitad de ellos son menores de edad y hay varias decenas que llegan sin ir acompa?ados. En total, rozan ya los 200.000. Llegan agotados por las caminatas y tras largos d¨ªas de espera al otro lado de la frontera, en el desierto, donde permanecen a¨²n cerca de 4.000 personas. Llegan sin nada. Necesitan de todo. Para ellos era m¨¢s urgente conservar la vida que detenerse para recoger v¨ªveres. Proceden sobre todo de Nasakeh y Qamishli, un territorio del noreste sirio que las tropas de Bachar el Asad abandonaron el pasado verano para centrarse en zonas donde los rebeldes estaban avanzando. Los kurdos sirios del partido Uni¨®n y Democracia comenzaron entonces a controlar la regi¨®n, apoyados en los 30.000 miembros de la milicia Comit¨¦s de Protecci¨®n Popular.

No hubo grandes incidentes en esta zona en los dos primeros a?os del conflicto sirio, pero a comienzos de 2013 los guerrilleros kurdos comenzaron a enfrentarse al rebelde Ej¨¦rcito Libre de Siria (ELS). ¡°Al principio, hab¨ªa miedo por la presencia de tropas del r¨¦gimen. Luego se fueron y avanzaron los rebeldes. Hay facciones que no respetan a la minor¨ªa kurda y no consienten que ellos gobiernen su zona y controlen parcialmente las reservas de petr¨®leo y las refiner¨ªas. Por eso comenzaron los enfrentamientos¡±, explica Iman Maluf, miembro del Observatorio Sirio por los Derechos Humanos en Londres.

En marzo se logr¨® una tregua, con los rebeldes retrocediendo hacia el oeste. Pero pronto comenz¨® otra batalla. Aparecieron los yihadistas. El Frente Al Nusra y el Estado Isl¨¢mico en Irak y el Levante ¡ªvinculados a Al Qaeda y que seg¨²n la inteligencia norteamericana cuentan con efectivos cada vez m¨¢s numerosos y mejor armados¡ª reforzaron su presencia en las provincias kurdas en un intento de hacerse con sus recursos. Adem¨¢s, esa regi¨®n sirve de paso clave hacia Irak, donde cuentan con el apoyo de grupos afines e incluso sus propias bases.

Maluf confirma que ayer tres aldeas de Hassakeh fueron arrasadas en los enfrentamientos armados entre kurdos y yihadistas. Se desconoce a¨²n el n¨²mero de v¨ªctimas. Hassiba Hadj Sahraui, directora adjunta del Programa de Amnist¨ªa Internacional para Oriente Pr¨®ximo y Norte de ?frica, explica que esta guerra contra los kurdos de Siria se desarrolla a trav¨¦s de arrestos, fusilamientos y quema de bienes.

Suficiente para salir corriendo. Sin embargo, a¨²n hay m¨¢s. Los bombardeos del Gobierno algo m¨¢s al oeste, en Efrin o Alepo, est¨¢n desencadenando tambi¨¦n la huida de sirios sun¨ªes y kurdos que no tienen casi qu¨¦ comer.

Los campos est¨¢n muy da?ados por los combates directos y las carreteras, por la aviaci¨®n. La apertura, hace una semana, de un puente sobre el Tigris, una frontera que llevaba cerrada desde mayo, permiti¨® la huida masiva de kurdos sirios.

¡°Llegan en tan mal estado que hasta se ha roto la norma de que viajen mujeres y ni?os primero. Hay caos en los autobuses que van a los campamentos¡±, insiste ACNUR. El primer campo abierto en el Kurdist¨¢n estaba dise?ado para 15.000 personas y ya aloja a 55.000. Se est¨¢ ultimando la instalaci¨®n de otros dos campamentos.