¡°Fue un abuso para mandar un mensaje a mi compa?ero¡±
El novio del periodista del 'caso Snowden' est¨¢ en el punto de mira de los servicios de inteligencia brit¨¢nicos
David Miranda, brasile?o de 28 a?os y novio de Glenn Greenwald, el periodista estadounidense de The Guardian que destap¨® el caso de espionaje de Estados Unidos est¨¢ en el punto de mira de los servicios de inteligencia brit¨¢nicos. Miranda volv¨ªa a Brasil desde Berl¨ªn despu¨¦s de reunirse con la cineasta Laura Poitras, colaboradora de Greenwald en la serie de reportajes basados en las filtraciones de Edward Snowden, el exagente de la NSA (Agencia Nacional de Seguridad, en sus siglas en ingl¨¦s). Tras detenerlo durante casi once horas en el aeropuerto de Heathrow y requisarle todos sus aparatos electr¨®nicos, Scotland Yard lanz¨® una investigaci¨®n criminal contra ¨¦l. Los datos encontrados en los dos l¨¢pices USB y el disco duro que Poitras le hab¨ªa dado podr¨ªan atentar "gravemente contra la seguridad nacional", mantiene la polic¨ªa.
La abogada de Miranda, Gwendolen Morgan, consigui¨® el jueves una peque?a victoria para la pareja. La Royal Court de Londres determin¨® que los documentos, con los que Greenwald iba a trabajar, solo puedan revisarse en base a esa amenaza a la ¡°seguridad nacional¡±. La Justicia proh¨ªbe que puedan distribuirse, copiarse o usarse para investigaciones criminales. Tambi¨¦n ha marcado un plazo m¨¢ximo para examinar el material, el pr¨®ximo 30 de agosto.
Greenwald, de 46 a?os, y Miranda se conocieron en 2005. El americano alquil¨® un apartamento en Rio de Janeiro cuando decidi¨® dejar Nueva York para alejarse de su d¨ªa a d¨ªa como abogado. Miranda, que trabaja desde que es adolescente para ayudar a su familia, creci¨® en la comunidad del Jacarezinho, en el norte de Rio de Janeiro, una favela ahora pacificada pero antes dominada por el narcotr¨¢fico.
En una entrevista de julio al diario carioca O Globo, Greenwald contaba que cuando conoci¨® a su pareja fue amor a primera vista y que enseguida decidieron vivir juntos. Escogieron Brasil porque Estados Unidos no contempla conceder la residencia a un extranjero por una uni¨®n homosexual. Brasil s¨ª.
Desde que estall¨® el caso del espionaje global de Estados Unidos, Miranda se ha convertido en el escudero de su pareja. Profesionalmente dice que solo se dedica a ayudarle o a orientarle sobre d¨®nde publicar. Un ejemplo de esa colaboraci¨®n, adem¨¢s del viaje que acab¨® con su detenci¨®n, es la exclusiva que Greenwald firm¨® en colaboraci¨®n con otros dos periodistas de O Globo en la que se revelaba que Brasil fue objetivo prioritario de los estadounidenses.?Por las tardes, y hasta las once de la noche, Miranda estudia m¨¢rketing en la universidad.
En esta entrevista telef¨®nica desde la casa que comparte con Greenwald en una urbanizaci¨®n de Rio de Janeiro, el brasile?o critica el ¡°abuso de poder¡± de las autoridades y c¨®mo se sienten vigilados.
Pregunta. ?En Alemania us¨® su m¨®vil brasile?o?
Respuesta. Us¨¦ mi m¨®vil brasile?o porque pod¨ªa conectarme a cualquier red wifi y llamaba por Skype. Creo que estoy siendo vigilado desde el comienzo de esta historia, desde que comenzaron a publicarse los reportajes, ellos sab¨ªan que yo iba a viajar y estaban esperando el momento. No quiero especular sobre si planearon mi detenci¨®n, pero estoy seguro de que hay una vigilancia importante sobre nosotros.
P.?Sospecharon que algo de esto podr¨ªa ocurrir?
R. No sospech¨¢bamos nada. Laura ya hab¨ªa viajado pasando por Gran Breta?a. Muchas personas del Guardian tambi¨¦n pasaron por ese aeropuerto para ir a Brasil y a EE UU y no las pararon. A mi me detuvieron porque soy brasile?o. Inglaterra y EE UU tienen a¨²n esa mentalidad imperialista de que somos como colonias para ellos y pueden hacer lo que quieran con nosotros.
P
. ?C¨®mo fue su detenci¨®n?
R. Una vez que vieron mi pasaporte me llevaron de inmediato a una sala. All¨ª me qued¨¦ ocho horas sin tener contacto con nadie del mundo exterior. Luego pude contactar con un abogado. Pas¨¦ una hora m¨¢s all¨ª y despu¨¦s me tuvieron dentro del aeropuerto con mi pasaporte retenido durante otras dos horas.
Eran siete polic¨ªas que entraban de dos en dos. Me repet¨ªan la misma amenaza de que si no cooperaba ir¨ªa a la c¨¢rcel. Porque cuando EE UU y Londres hablan sobre terrorismo, sabes que no tienen l¨ªmites. Ellos detienen a una persona en un pa¨ªs diferente, la llevan a la c¨¢rcel y la dejan cinco, seis, siete a?os sin juicio alguno.
P. ?Le preguntaron lo que hab¨ªa en sus dispositivos?
R. S¨ª. Les dije que en mi m¨®vil hab¨ªa grabaciones de varias reuniones, material confidencial. El ordenador lo hab¨ªa comprado el d¨ªa anterior por lo que no hab¨ªa nada. Y les dije que no sab¨ªa lo que hab¨ªa dentro de los dos lapices USB y el disco duro.
P. ?Grabaron su interrogatorio? ?Lleg¨® a firmar alguna declaraci¨®n?
R. Ellos me dijeron que no, pero hab¨ªa una c¨¢mara en el techo. Claro que estaban grabando.
No firm¨¦ ninguna declaraci¨®n, porque ellos escrib¨ªan a mano en un cuaderno. Firm¨¦ solo un papel que era la copia de la ley contra terrorismo. Y no quise firmar el documento de aprensi¨®n de los dispositvos.
P.? Tuvo miedo?
R. Acompa?o lo que hace Glenn hace mucho tiempo. Veo lo que hacen cuando dicen que est¨¢n utilizando una ley contra terrorismo y eso me hizo sentir mucho miedo en aquel momento. A pesar de todo, colabor¨¦. Les tuve que dar la contrase?a de mi m¨®vil, de mi ordenador...
El m¨®vil es uno de los bienes m¨¢s pr¨®ximos de una persona. La vida entera de una persona est¨¢ en un m¨®vil. Ellos ahora saben todo de mi. .
P. ?Qu¨¦ le preguntaron durante tanto tiempo?
R. Me preguntaron sobre mi pa¨ªs, sobre las protestas, sobre mi relaci¨®n con mi compa?ero. Me preguntaron sobre la empresa que tenemos juntos, sobre mi relaci¨®n con su trabajo, lo que hacemos, si conoc¨ªa los documentos con los que ¨¦l trabaja.
P. ?Como valor¨® la respuesta del Gobierno brasile?o?
R. El gobierno estuvo bien en la respuesta pero no fue suficiente. Fueron r¨¢pidos l, pero quiero una respuesta m¨¢s fuerte. Fui juzgado por ser brasile?o.
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