Francia y Alemania cierran las heridas de Oradour-sur-Glane, el pueblo m¨¢rtir
Hollande y el presidente alem¨¢n visitan hoy el pueblo arrasado por los nazis el 10 de junio de 1944, donde 642 personas fueron asesinadas
El desembarco aliado en Normand¨ªa se hab¨ªa producido unos d¨ªas antes, el 6 de junio. Los maquis redoblaron sus ataques contra los soldados alemanes en el centro de Francia, y el 9 de junio, la divisi¨®n Das Reich, que avanzaba hacia el norte para reforzar el frente normando, decidi¨® ahorcar a 99 personas en las calles de Tulle, una peque?a ciudad de la Corr¨¨ze que acabar¨ªa siendo feudo electoral de dos presidentes franceses: el gaullista Jacques Chirac y el socialista Fran?ois Hollande. Un d¨ªa despu¨¦s, el 10 de junio de 1944, las SS llegaron al pueblo de Oradour-sur-Glane, situado a 110 kil¨®metros de Tulle y a unos 20 kil¨®metros de Limoges. En unas horas, arrasaron e incendiaron la aldea, matando a 642 personas, entre ellas 205 menores. Las mujeres y los ni?os fueron encerrados en la iglesia del pueblo antes de ser quemados vivos. Solo seis vecinos de Oradour escaparon vivos.
69 a?os despu¨¦s, las cicatrices f¨ªsicas y morales de la mayor matanza de civiles cometida por los nazis en Francia durante la II Guerra Mundial siguen siendo visibles. Los esqueletos de los edificios en ruinas de Oradour permanecen intactos, y mantienen fresca la memoria de aquel espanto franco-alem¨¢n que fue tambi¨¦n muy franc¨¦s, porque en la divisi¨®n Das Reich hab¨ªa varias decenas de alsacianos, los llamados ¡°Malgr¨¦ Nous¡± -¡°A pesar nuestro¡±-, que se hab¨ªan visto forzados a enrolarse en el ej¨¦rcito nazi tras la anexi¨®n de Alsacia.
69 a?os despu¨¦s, las cicatrices f¨ªsicas y morales de la mayor matanza de civiles cometida por los nazis en Francia durante la II Guerra Mundial siguen siendo visibles
Hoy, el presidente franc¨¦s Fran?ois Hollande, y su hom¨®logo alem¨¢n, Joachim Gauck, cumplen una hist¨®rica visita a Oradour para rendir homenaje a las v¨ªctimas y tratar de resta?ar una de las grandes heridas bilaterales entre Francia y Alemania. Como sucedi¨® cuando Helmut Kohl y Fran?ois Mitterrand recorrieron juntos Verdun en 1984, esta ser¨¢ la primera vez que un dirigente alem¨¢n visita Oradour.
La visita se decidi¨® el pasado 23 de mayo, en Leipzig, donde Hollande asisti¨® a los actos del 150? aniversario del SPD. El presidente franc¨¦s invit¨® al presidente de la Rep¨²blica Federal Alemana a hacer un viaje de Estado a Francia en septiembre, y este le pidi¨® detenerse en alg¨²n lugar altamente simb¨®lico, cuentan en El El¨ªseo. Sobre la marcha, Hollande, siempre atento a la memoria hist¨®rica, y aficionado a reconocer errores y extraer lecciones del pasado, propuso Oradour, y Gauck acept¨® sin dudarlo.
Ayer, en la conferencia de prensa conjunta, Hollande ensalz¨® el coraje pol¨ªtico de Gauck. ¡°Su visita a Oradour¡±, dijo el presidente franc¨¦s, ¡°representa un s¨ªmbolo, el s¨ªmbolo de una historia, de un pasado que se debe mirar de frente, de una verdad que debe ser dicha, proclamada, reconocida en presencia de las familias, pero tambi¨¦n de los supervivientes. Usted ha hecho esa elecci¨®n, que le honra y que al mismo tiempo nos obliga a emprender, una vez reconocido el pasado, una preparaci¨®n audaz del futuro¡±.
Y Gauck respondi¨®: ¡°Usted ha querido que est¨¦ a su lado en Oradour para que recordemos las atrocidades que cometieron los alemanes de aquella otra Alemania. Acepto su proposici¨®n con una mezcla de reconocimiento y humildad¡±. Gauck, antiguo pastor y expresidente de la comisi¨®n federal que se encarg¨® de los archivos de la STASI a?adi¨® que Oradour es ¡°el punto culminante, emocional¡± de su visita de Estado, y concluy¨®: ¡°Esta Alemania que tengo el honor de representar es una Alemania distinta de la que averg¨¹enza nuestros recuerdos¡±.
Los encuentros directos con el pasado nazi son una actividad familiar para Gauck. Desde que lleg¨® al cargo en marzo de 2012, ha visitado tambi¨¦n Lidice, un municipio de la Rep¨²blica Checa que los alemanes borraron del mapa en 1942, y Sant'Anna di Stazzema, un pueblo de la Toscana donde 560 civiles fueron asesinados por las SS en agosto de 1944.
Una herida francofrancesa
Las heridas francesas no se han cerrado del todo en Oradour. Las familias de los ¡°Malgr¨¦ Nous¡± nunca han recibido un consuelo oficial del Estado franc¨¦s y desean que su ¡°trauma¡± sea reconocido. Al mismo tiempo, las familias de las v¨ªctimas temen que ese reconocimiento pueda servir para relativizar la responsabilidad individual de los culpables.
El proceso judicial abierto en 1953 ante el tribunal militar de Burdeos dividi¨® a los franceses y acab¨® por no satisfacer a nadie. Entre los 21 soldados acusados de la matanza, casi todos de baja graduaci¨®n, hab¨ªa 14 alsacianos. Alsacia protest¨® porque sus ciudadanos fueran juzgados junto a los alemanes, aduciendo que fueron obligados a vestir el uniforme nazi. Los representantes de la regi¨®n de Limoges, el Lemos¨ªn, pidieron en cambio la m¨¢xima severidad para todos los encausados por igual. El 13 de febrero de 1953, todos los procesados, incluidos los alsacianos, fueron condenados a duras penas. Cuatro d¨ªas despu¨¦s, un grupo de diputados alsacianos present¨® una ley de amnist¨ªa que acab¨® siendo aprobada por el Parlamento el 19 de febrero. Los habitantes de Oradour colocaron entonces en las ruinas una placa con los nombres de los diputados alsacianos, consider¨¢ndoles art¨ªfices de una traici¨®n. La placa solo ser¨ªa retirada en los a?os sesenta.
El principal responsable de la matanza, el general de las SS Lammerding, fue condenado a muerte en rebeld¨ªa por el tribunal de Burdeos. Pero nunca fue extraditado a Francia, y muri¨® en 1971 despu¨¦s de haber llevado una tranquila segunda vida de ingeniero en Dusseldorf.
Tras dos pol¨¦micas visitas de Mitterrand ¨Cque vot¨® a favor de la amnist¨ªa- a Oradour, ser¨ªa Jacques Chirac quien apaciguara la inquietud de los habitantes del Lemos¨ªn. El 16 de julio de 1999, el presidente inaugur¨® el Centro de la Memoria junto a la ministra de Cultura Catherine Trautmann, ex alcaldesa de Estrasburgo. Y esta tendi¨® la mano al alcalde de Oradour: un signo de reconciliaci¨®n entre Alsacia y el Lemos¨ªn y entre el Estado y Oradour. La paz dur¨® hasta el 8 de mayo de 2010. Ese d¨ªa, en Colmar, Nicolas Sarkozy declar¨® que los ¡°Malgr¨¦ Nous" no fueron traidores sino, al contrario, unas v¨ªctimas de un verdadero crimen de guerra¡±.
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