Un conflicto de poder muy poco educativo
Las c¨²pulas sindicales temen perder el control de la asignaci¨®n de plazas y los ascensos de los maestros con la reforma educativa Los profesores en M¨¦xico cobra, como media, la mitad del salario promedio de la OCDE.
![Miles de maestros marchan hoy en el DF.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/DV7XDBWRRBC6NV5HLGKOQGMZRM.jpg?auth=dc399ea6f6da6e2a8f3f2af54f4f21a637e418d3503f4d6a4ba81064d1482a1f&width=414)
M¨¦xico dedica el 6,2% del gasto de su PIB a educaci¨®n, una cifra muy cercana al 6,3% que es el promedio entre una treintena de pa¨ªses de la OCDE, pero ocupa el ¨²ltimo lugar en el informe Pisa en educaci¨®n. El 93% del dinero destinado a la educaci¨®n p¨²blica va a pagar salarios, pero el pa¨ªs no sabe exactamente cu¨¢ntos profesores hay. Solo la mitad de los alumnos que entran a la primaria terminan el curso y siete de cada 10 adolescentes no entienden lo que leen o no saben multiplicar. El estado de la educaci¨®n p¨²blica es una de las asignaturas pendientes m¨¢s dolorosas del pa¨ªs hispanohablante m¨¢s poblado del mundo.
¡°Tenemos un sistema educativo que ha entregado a los sindicatos el poder sobre el ingreso, la permanencia, los ascensos, los est¨ªmulos y las evaluaciones de los maestros¡±, explica por tel¨¦fono Alberto Serd¨¢n, coordinador de Activaci¨®n Ciudadana de la Asociaci¨®n civil Mexicanos Primero.
Si bien no hay un padr¨®n actualizado del n¨²mero de profesores que hay en M¨¦xico, la Secretar¨ªa de Educaci¨®n calcula que en el pa¨ªs hay por lo menos 1,4 millones de maestros de ense?anza p¨²blica. Los trabajadores se dividen entre el poderoso Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educaci¨®n (SNTE, dirigido hasta febrero de este a?o por la ahora presa Elba Esther Gordillo y que concentra por lo menos a un mill¨®n de agremiados) y de la fracci¨®n disidente, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educaci¨®n (CNTE, separada desde 1979 del SNTE y que re¨²ne al resto).
Desde el pasado 18 de agosto, miembros de la CNTE han protagonizado manifestaciones en la capital del pa¨ªs, que han desquiciado el de por s¨ª ca¨®tico ritmo de la Ciudad de M¨¦xico. Los organizadores aseguran que al menos 100.000 maestros han participado en las movilizaciones. Los ni?os de los Estados del sureste del pa¨ªs donde la CNTE tiene m¨¢s fuerza ¨CGuerrero, Oaxaca y Michoac¨¢n¨C permanecen sin clases desde entonces.
Un profesor mexicano trabaja, en promedio, 800 horas al a?o durante 42 semanas, por encima del promedio de la OCDE (762 horas en 38 semanas). El 60,5% tiene un t¨ªtulo universitario y el 23,3% provienen de escuelas de normalistas (formadoras de profesores). El nivel de especializaci¨®n, no obstante, es bajo: solo el 8,9% ha cursado alg¨²n posgrado.
Aunque el 51% de los maestros son mujeres, solamente el 34,7% de las profesoras ocupa alg¨²n puesto directivo. M¨¢s de la mitad ¡ªun 52,6%¡ª han dado clases desde, por lo menos, 15 a?os. Aunque M¨¦xico es el n¨²mero 13 de 34 pa¨ªses revisados en el informe Pisa en cuanto a gasto educativo, ocupa el ¨²ltimo lugar en inversi¨®n por alumno y es el quinto que paga peor sueldo a los profesores.
Serd¨¢n explica que, desde los a?os cuarenta, el 50% de las plazas de maestros en M¨¦xico son controladas por los sindicatos y su ascenso y permanencia, por un complejo sistema de puntos en que las actividades sindicales son mucho m¨¢s premiadas que las acad¨¦micas. ¡°Los sindicatos manejan a su antojo y de acuerdo con el control pol¨ªtico que les favorezca los puntos, plazas y sueldos de los profesores. As¨ª ha sido y sigue siendo en muchos Estados de la rep¨²blica mexicana¡±. Afirma que la reforma educativa promovida por Enrique Pe?a Nieto y aprobada y ratificada esta semana en el Congreso mexicano es un paso ¡°estructural¡± que no se hab¨ªa dado en d¨¦cadas.
Un maestro en M¨¦xico, particularmente en los Estados m¨¢s pobres del pa¨ªs, no solo se enfrenta a aulas sobrepobladas y un baj¨ªsimo salario (de hasta 3.000 pesos mensuales ¨C224 d¨®lares¨C en algunos Estados). Tambi¨¦n debe de defender su trabajo de acuerdo con las exigencias sindicales. ¡°Pueden perder cualquier posibilidad de ascenso si hacen algo que los l¨ªderes sindicales juzguen como 'en contra del movimiento de los trabajadores'¡±. ?C¨®mo qu¨¦? ¡°Negarse a venir a una manifestaci¨®n al Distrito Federal, por ejemplo, comenta Serd¨¢n. ¡°Y en un pa¨ªs como el nuestro, con los alt¨ªsimos niveles de pobreza que tenemos, si el ¨²nico ingreso de una persona es el que tiene como maestro, no le queda otra m¨¢s que obedecer¡±.
El salario inicial de un profesor en M¨¦xico ronda, en promedio, los 14.302 d¨®lares al a?o, la mitad de la media de la OCDE (28.523 d¨®lares). Las prestaciones var¨ªan de acuerdo con el Estado en el que trabaje y el sindicato al que pertenezca. En el caso de Oaxaca, por ejemplo, un profesor puede recibir el pago por 478 d¨ªas cada a?o entre salario, bono navide?o, primas vacacionales y d¨ªas festivos. M¨¢s del doble de los 200 d¨ªas que marca el calendario escolar.
El f¨¦rreo control que los sindicatos mantienen sobre la repartici¨®n de las plazas ha causado que los puestos de trabajo se hereden a familiares sin ning¨²n tipo de vocaci¨®n. ¡°El salario de profesor se considera como algo seguro¡±, asegura Serd¨¢n. Hay personas que reciben un sueldo como maestro que no han pisado nunca un aula para impartir clases. ¡°Los hay l¨ªderes sindicales, alcaldes, diputados, senadores y hasta gobernadores¡±, enumera. La situaci¨®n es de tal nivel que el a?o pasado se difundi¨® que uno de los l¨ªderes del cartel michoacano Los Caballeros Templarios, Servando G¨®mez La Tuta, recibe un salario de profesor pagado por el Gobierno federal. En el primer trimestre de 2010 cobr¨® cerca de 51.000 pesos (unos 3.800 d¨®lares).
El tambi¨¦n investigador comenta que en los Estados m¨¢s pobres del pa¨ªs, como son los tres en los que la CNTE concentra a la mayor¨ªa de sus afiliados, han descubierto lo que llaman como ¡°escuelas embarazadas¡±, donde est¨¢n empleados m¨¢s profesores de los que realmente acuden a dar clases. Los que s¨ª van al aula se enfrentan a un escenario poco amigable. La jornada escolar es corta (en algunos casos de solo cuatro horas y media), muchos tienen que cubrir dos turnos, no disponen de tiempo pagado para corregir tareas ni preparar clases y mucho menos para conversar con los padres de familia.
La reforma educativa ratificada el martes en el Senado, explica Serd¨¢n, toca dos rubros que son los que, a su juicio, afectan de lleno los intereses de las c¨²pulas sindicales. La ley del Instituto Nacional de Evaluaci¨®n para la Educaci¨®n (INEE) y la prohibici¨®n de que profesores que reciban un sueldo del Estado acepten otro trabajo.
La nueva legislaci¨®n marca que los profesores deber¨¢n someterse cada cuatro a?os a una evaluaci¨®n que, de suspender, podr¨¢n presentar en otras dos ocasiones. Si el maestro ingres¨® en una nueva plaza, a la tercera suspensi¨®n ser¨¢ separado de su trabajo. Si manten¨ªa una plaza, seguir¨¢ cobrando su salario y prestaciones, pero no se le permitir¨¢ que siga impartiendo clases. ¡°Este proceso puede durar hasta siete a?os¡±, subraya Serd¨¢n. Tambi¨¦n se?ala que todos los puestos vacantes, no solo los de nueva creaci¨®n, deber¨¢n ser sometidos a un concurso de oposici¨®n. Hasta ahora el proceso era controlado por los sindicatos.
La reforma educativa forma parte del ambicioso programa de Gobierno que el presidente Enrique Pe?a Nieto se marc¨® al inicio de su gesti¨®n, el 1 de diciembre de 2012. Los cambios en la legislaci¨®n, afirma Serd¨¢n, son significativos pero asegura que lo m¨¢s importante, como ocurre con muchas de las leyes en M¨¦xico, ser¨¢ que se cumplan.
Pese a lo mastod¨®ntico del sistema educativo mexicano (uno de los m¨¢s numerosos de Am¨¦rica Latina), es com¨²n encontrar testimonios de que, pese a la corrupci¨®n de los l¨ªderes sindicales, los bajos salarios, las aulas atestadas y la falta de incentivos y preparaci¨®n, hay miles de profesores que acuden todos los d¨ªas a su cita con los alumnos y cuyo esfuerzo queda en la memoria de estos. Ayer, el paro de la CNTE dej¨® a dos millones de ni?os sin clases, pero otros 28 millones acudieron a las aulas.
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