Un uruguayo sobrevive cuatro meses perdido en los Andes argentinos
El superviviente, de 58 a?os, ha relatado que tuvo una aver¨ªa en su moto, trat¨® de cruzar a pie de Chile a Argentina y se perdi¨®. Otra versi¨®n indica que estaba perseguido por la justicia chilena
As¨ª como 16 jugadores de rugby uruguayos sobrevivieron a un accidente de avi¨®n y pasaron 72 d¨ªas en los Andes argentinos comiendo carne de sus compa?eros de viaje muertos entre octubre y diciembre de 1972, en la primavera austral, este domingo fue rescatado en la misma cordillera otro uruguayo, funcionario y fontanero, que estuvo all¨ª perdido cuatro meses, entre el oto?o y el invierno.
Su nombre es Ra¨²l G¨®mez Cincunegui, tiene 58 a?os, y hab¨ªa decidido cruzar de Chile a Argentina a pie por un paso que algunos turistas aventureros usan en verano y a lomo de caballo y mula. Dos nevadas intensas le hicieron perder el rumbo y acab¨® en un refugio de monta?a, comiendo pasas de uva, hierba y ratones. Al cabo de cuatro meses ha sido hallado por casualidad por funcionarios argentinos, ya sin fuerzas para levantarse del suelo, con 20 de sus 60 kilos menos, deshidratado, pero sin peligro de muerte.
G¨®mez Cincunegui, casado, con tres hijos mayores, hab¨ªa partido en moto en abril pasado desde su ciudad, Bella Uni¨®n (627 kil¨®metros al noroeste de Montevideo) hasta Mendoza (Argentina), donde se celebr¨® una reuni¨®n de amantes de las dos ruedas. Despu¨¦s viaj¨® al sur argentino, hasta Bariloche, y de all¨ª cruz¨® a Chile a visitar a su suegra. Antes de regresar, en la comuna de Petorca (220 kil¨®metros al norte de Santiago) se le rompi¨® la moto, seg¨²n le cont¨® a su esposa, que permaneci¨® en Uruguay. La llam¨® por tel¨¦fono y le dijo que cruzar¨ªa a pie hasta la provincia argentina de San Juan, por el mismo paso por el que en verano el ej¨¦rcito del argentino Jos¨¦ de San Mart¨ªn cruz¨® los Andes en 1817 para luchar por la independencia de Chile. Le pidi¨® que si no la llamaba a los diez d¨ªas, ella denunciara su desaparici¨®n a la Polic¨ªa. Y as¨ª sucedi¨®.
G¨®mez hab¨ªa comido pasas de uva, hierba y ratones, pero ya estaba exahusto y desnutrido
Otra versi¨®n indica que G¨®mez Cincunegui en realidad escap¨® a pie de Chile porque pesaba sobre ¨¦l una orden de detenci¨®n policial por una denuncia de violaci¨®n contra un sobrino en ese pa¨ªs. La gobernadora de Petorca, Ingrid Massardo, dijo que el empleado p¨²blico y fontanero uruguayo "estaba acusado de violaci¨®n, se vino a esconder a Petorca, no falt¨® quien lo reconoci¨® y se sinti¨® acorralado, dej¨® su moto en el paso Pedernal y huy¨®".
La hija del desaparecido, Paula G¨®mez, que viaj¨® con su madre a San Juan para ver a su padre, actualmente ingresado en un hospital, neg¨® la versi¨®n de la huida. ¡°La denuncia existi¨®, pero fue desestimada en abril. ?l estaba siendo buscado por desaparecido, no por ninguna otra causa. Si fuera de otra manera, ahora ¨¦l estar¨ªa rodeado de polic¨ªas y lo trasladar¨ªan a Chile, pero est¨¢ ac¨¢, con nosotros¡±, cont¨® Paula. Tambi¨¦n dijo que la denuncia hab¨ªa sido formulada por su t¨ªa materna, que seg¨²n ella tiene mala relaci¨®n con su padre.
G¨®mez Cincunegui ya hab¨ªa ingresado a pie a Argentina cuando las nevadas le hicieron perder el sendero que lo conduc¨ªa al primer pueblo despu¨¦s de la frontera, Barreal, en el sur de San Juan. Encontr¨® entonces el refugio Ingeniero Sardina, que hace d¨¦cadas usaban los empleados del ¨¢rea h¨ªdrica de la provincia. Como ese albergue a¨²n es usado en verano por turistas que cruzan los Andes, hab¨ªa alg¨²n alimento guardado, pero muy poco. G¨®mez Cincunegui, que era aventurero con la moto pero carec¨ªa de experiencia en la monta?a, hab¨ªa llevado consigo az¨²car y pasas de uvas. Debi¨® comer tambi¨¦n hierba y ratones. En el refugio hab¨ªa trampas para cazarlos. Otro de los desaf¨ªos que enfrentaba era el agua porque la de la nieve de esas alturas, unos 2.840 metros sobre el nivel del mar, es demasiado pura y carece de los minerales que precisa el cuerpo humano. En los ¨²ltimos d¨ªas no ten¨ªa fuerzas ni para erguirse.
Las autoridades chilenas y argentinas lo hab¨ªan buscado hasta julio, cuando por las nevadas invernales dejaron de rastrearlo. Este fin de semana, en un vuelo de rutina de dos empleados de la oficina h¨ªdrica de San Juan para medir la altura de la nieve consolidada en la alta monta?a, el piloto del helic¨®ptero, que se hab¨ªa perdido 15 d¨ªas por all¨ª en 1987, vio desde el aire que la puerta del refugio estaba abierta y le llam¨® la atenci¨®n. Aterriz¨® y los tres entraron al albergue. G¨®mez Cincunegui no pod¨ªa ni hablar, pero apenas le dieron az¨²car y pasas de uva pudo manifestar su alegr¨ªa y agradecimiento.
Su hija asevera que la denuncia contra ¨¦l ya hab¨ªa sido desestimada en? abril
"Estaba absolutamente l¨²cido, pero muy d¨¦bil. Hab¨ªa pasado hambre y angustias, pero ten¨ªa esperanza de salir a flote", relat¨® el piloto Walter Gallardo. ¡°Mide aproximadamente 1,60 metros y no pesa m¨¢s de 40 kilos¡±, describi¨® Leonardo Guti¨¦rrez, m¨¦dico del hospital de la ciudad de San Juan en la que est¨¢ ingresado. El gobernador de la provincia, Jos¨¦ Luis Gioja, lo visit¨® all¨ª y le pregunt¨® si cre¨ªa en Dios. El ciudadano uruguayo le respondi¨® que antes no, pero ahora s¨ª.
¡°Lo ¨²ltimo que ¨ªbamos a perder era la esperanza¡±, dijo Paula G¨®mez al peri¨®dico uruguayo El Observador. A las diez de la ma?ana del domingo son¨® el tel¨¦fono de casa de su madre en Bella Uni¨®n para dar la buena noticia. Entonces G¨®mez Cincunegui pudo hablar apenas con su esposa. ¡°Est¨¢ muy flaquito, pero an¨ªmicamente est¨¢ bien¡±, observ¨® Paula, que espera trasladarlo a Uruguay esta misma semana. Los m¨¦dicos aseguraron que se recuperar¨¢ y pronto recibir¨¢ el alta. ¡°Est¨¢ con anemia¡±, a?adi¨® la hija. ¡°Si se pone a contar [la traves¨ªa] nos vamos a poner mal, y no queremos ponernos a llorar. Tenemos que estar fuertes y unidos, es una noticia hermosa. Fue un momento que no pod¨ªamos creer que estuviera pasando¡±, concluy¨® Paula.
"Se encuentra bien, est¨¢ compensado, hidratado, consumiendo alimentos con una dieta blanda y la ha tolerado bien¡±, explic¨® el m¨¦dico Guti¨¦rrez. ¡°Est¨¢ muy desnutrido, con gran p¨¦rdida de masa muscular, pero es cuesti¨®n de tiempo. Un poquito m¨¢s y se mor¨ªa. No pod¨ªa caminar ya. Estaba tirado en el suelo. Ahora tiene complicaciones en sus ojos. Por el reflejo, en la monta?a se lesionan las c¨®rneas. Tiene conjuntivitis y una visi¨®n doble. Esperemos que eso mejore", concluy¨® el profesional. Veremos si su historia acaba siendo tan legendaria como la del libro y la pel¨ªcula ?Viven! sobre el equipo de jugadores de rugby.
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