El dif¨ªcil control del arsenal qu¨ªmico
La eliminaci¨®n de armas de destrucci¨®n masiva y su posterior comprobaci¨®n es una tarea larga y compleja, como se demostr¨® en Irak tras Sadam Husein
El r¨¦gimen sirio puede haber aceptado la iniciativa de colocar sus arsenales qu¨ªmicos bajo control internacional, con el fin de destruirlos, pero ese proceso, y su comprobaci¨®n independiente, no ser¨ªan labor f¨¢cil ni r¨¢pida. Ejemplos pasados, como el de Irak, han demostrado que como m¨ªnimo se necesitar¨ªan meses para completar una retirada transparente de esas armas de destrucci¨®n masiva, y eso en condiciones menos ca¨®ticas que la actual guerra civil que consume Siria. En otro caso, el de la Libia de Muamar el Gadafi, el r¨¦gimen ocult¨® durante a?os parte de sus arsenales, dada la facilidad para esconder esas armas. De momento, lo ¨²nico seguro respecto a los arsenales qu¨ªmicos de Bachar el Asad es que s¨®lo ¨¦l y su c¨ªrculo m¨¢s cercano saben de su composici¨®n y localizaci¨®n exactas.
Hay algunas estimaciones aproximadas sobre ese arsenal, como la de la inteligencia norteamericana, que cree que Siria dispone de al menos 100.000 toneladas de armas qu¨ªmicas, producidas y almacenadas en 50 puntos del pa¨ªs. El Asad cuenta, adem¨¢s, con medios tradicionales para diseminar esas armas, como bombas, obuses, cohetes y misiles bal¨ªsticos, que iban a ser uno de los objetivos de un posible ataque norteamericano contra el r¨¦gimen, ahora entre par¨¦ntesis. Los materiales se producen y almacenan en nueve plantas, dos de ellas ocultas en refiner¨ªas de crudo.
Seg¨²n un reciente informe del Centro Internacional de Antiterrorismo de Israel, una buena parte de las armas qu¨ªmicas del r¨¦gimen son binarias: se componen de dos elementos que s¨®lo reaccionan al entrar en contacto, y se necesita formaci¨®n en su manejo para activarlas. Desde agosto de 2012, Estados Unidos ha mantenido un destacamento militar propio en Jordania, listo para intervenir si necesita asegurar esas armas, y evitar que caigan en manos de milicias radicales partidarias u opositoras de El Asad. Adem¨¢s, la CIA ha entrenado a rebeldes sirios moderados en el control de esos materiales qu¨ªmicos.
¡°No veo c¨®mo una retirada del arsenal qu¨ªmico de El Asad podr¨ªa realizarse con ¨¦xito sin un alto el fuego, con las dos partes retir¨¢ndose y permitiendo la labor de inspectores internacionales¡±, opina Ely Karmon, experto en armas qu¨ªmicas en el Centro de Antiterrorismo del Centro Interdisciplinar de Herzliya, Israel. ¡°Y est¨¢ el problema de saber d¨®nde exactamente se hallan esas armas, pues el r¨¦gimen las ha estado moviendo frecuentemente en los meses pasados. Hasta ahora han sido un seguro de vida para su r¨¦gimen¡±.
No hay muchos ejemplos pasados de reg¨ªmenes autoritarios entregando voluntariamente sus arsenales qu¨ªmicos. Y los que hay no son indicadores de gran ¨¦xito a largo plazo. En 2003 Gadafi se comprometi¨® a eliminar sus armas de destrucci¨®n masiva. Entre ellos, 25 toneladas del agente qu¨ªmico gas mostaza y 3.000 bombas a¨¦reas para su dispersi¨®n. Buena parte fue destruido bajo la supervisi¨®n de la Organizaci¨®n para la Prohibici¨®n de Armas Qu¨ªmicas. En 2011, sin embargo, en la revuelta que acabar¨ªa con el dictador, los rebeldes libios y la Alianza Atl¨¢ntica descubrieron que este hab¨ªa mentido a la comunidad internacional y hab¨ªa mantenido varias toneladas de gas mostaza en un almac¨¦n secreto en la base a¨¦rea de Yufra.
El desmantelamiento de arsenales qu¨ªmicos tampoco es algo que se complete en d¨ªas o semanas. En 1991, en su rendici¨®n en la primera Guerra del Golfo, Sadam Husein acept¨® entregar para su destrucci¨®n su arsenal qu¨ªmico, que conten¨ªa reservas de gas sar¨ªn, usado contra los kurdos en 1988. Un grupo de expertos de la Comisi¨®n Especial de Naciones Unidas sobre Irak supervis¨® su neutralizaci¨®n e incineraci¨®n, que dur¨® hasta junio de 1994. En total fueron casi tres a?os de trabajo, con un gobierno que se hab¨ªa rendido, y no en medio de una guerra civil, como la que libra El Asad.
Siria es, como Egipto o Israel, uno de los siete pa¨ªses que no han firmado la Convenci¨®n sobre Armas Qu¨ªmicas, efectiva desde 1997, que proh¨ªbe la producci¨®n y almacenamiento de ese material. Los pa¨ªses firmantes, 189, declararon 71.000 toneladas de material qu¨ªmico, de las que se ha destruido ya un 78,5%. ¡°Dentro de ese marco, ha quedado demostrado que se puede destruir exitosamente arsenales de armas qu¨ªmicas¡±, opina Eitan Barak, experto en armas qu¨ªmicas en la universidad Hebrea de Jerusal¨¦n. ¡°Es un proceso algo costoso, y que lleva tiempo, pero se podr¨ªa cumplir dentro de los par¨¢metros que ha marcado esa Convenci¨®n¡±.
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