Geograf¨ªa de las trincheras rebeldes
Los miembros del Ej¨¦rcito Libre de Siria, una milicia surgida de las revueltas, y los yihadistas, muchos extranjeros, se enfrentan por dominar la insurgencia
Opina alg¨²n damasceno consultado que la matanza en Ghuta, casus belli para la comunidad internacional ahora en cuarentena, tiene mucho que ver con la fuerte batalla en la franja oriental de la capital siria; que all¨ª, el r¨¦gimen se enfrenta a un cintur¨®n rebelde (Jaramana, Kafr Batna, Zamalka¡) que pone en peligro el control de la autopista que lleva al aeropuerto, en el sureste de Damasco. Los morteros de los alzados han golpeado en varias ocasiones el aer¨®dromo, obligando a retrasar o suspender, como en noviembre, los pocos vuelos de las compa?¨ªas que a¨²n operan. Hombres del r¨¦gimen habr¨ªan puesto en la diana Ghuta sabedores de que la onda expansiva del ataque no alcanzar¨ªa los barrios bajo su control. Eso opinan dentro. La falta de fuentes independientes dificulta la disecci¨®n de una guerra abierta hace dos a?os.
Aunque el coraz¨®n de Damasco ha sufrido la embestida de coches-bomba detonados por grupos de yihadistas extranjeros como Jabat al Nusra (entre 5.000 y 7.000 hombres), los focos rebeldes de los suburbios se han alzado nutridos de ciudadanos agrupados en torno al Ej¨¦rcito Libre de Siria (ELS). El dif¨ªcil acceso a la capital ha complicado la llegada de combatientes for¨¢neos. La estrategia de Al Nusra, dirigida por Abu Mohamed al Julani, pasa por la conquista del campo y no las grandes ciudades, a tenor del an¨¢lisis de la fundaci¨®n Quilliam, autora de un estudio muy detallado sobre este grupo extremista.
Si al sur de Ghuta, la mirilla de los bandos se dirige al aeropuerto, hacia el norte es el control de la autopista M5 el que plantea batalla -muy cerca de esta carretera se ubica la cristiana Malula, sacudida estos d¨ªas por Ej¨¦rcito, rebeldes y combatientes de Al Nusra . La M5 es la arteria principal que une los dos extremos de la franja occidental, pero, sobre todo, es la v¨ªa de abastecimiento de tropas del r¨¦gimen desde Damasco a Alepo. Con un enclave esencial: Maret al Numan, en Idlib, a¨²n en disputa pero con una fuerte presencia insurgente.
La provincia de Idlib no sufre solo las refriegas entre fuerzas del r¨¦gimen y rebeldes ¡ªel pasado d¨ªa 5, tropas sirias reconquistaron Ariha frente a los islamistas de Suqur al Sham, los salafistas de Ahrar al Sham y Al Nusra. Entre los alzados, sobre todo en las filas m¨¢s radicales, la lucha es interna, por el territorio, las armas¡ El 26 de agosto, activistas informaban de la muerte de al menos 16 civiles en Al Madmuma, cerca de Marel al Numan. La responsabilidad cay¨® en Ahrar al Sham, con unidades por todo el pa¨ªs. Como represalia, residentes mataron a seis combatientes, entre ellos, dos de origen libio.
Y si no son los salafistas los que enredan el frente, ya se encarga de hacerlo el Estado isl¨¢mico de Irak y Siria (ISIS, en sus siglas en ingl¨¦s), grupo vinculado a la rama iraqu¨ª de Al Qaeda y comandado por Abu Bakr al Bagdadi. El ISIS est¨¢ ganando la partida a Al Nusra como agrupaci¨®n puntal entre los yihadistas. Unos y otros tratan de avanzar desde Idlib hacia la costa, con el ca?¨®n apuntando a Latakia, ciudad costera clave en el ¨¢rea de influencia alau¨ª, rama del islam a la que pertenece la familia del presidente Bachar el Asad y la c¨²pula de poder. De esta confesi¨®n son la mayor¨ªa de civiles que est¨¢n cayendo en las ¨²ltimas horas en Maksar al Husan (Homs) por las arremetidas de Al Nusra. La toma en junio de la rebelde Qusair, tambi¨¦n en Homs, por tropas sirias y unidades de la milicia libanesa Hezbol¨¢, que tienen v¨ªa libre a trav¨¦s de la fronteriza Talkalak, buscaba precisamente mantener una v¨ªa abierta y segura para el r¨¦gimen desde Damasco hacia la costa.
El ISIS, que pretende el establecimiento de un nuevo califato, guerrea frente al ELS (unos 40.000 efectivos, seg¨²n sus cifras) del general desertor Salim Idriss ¡ªmataron en julio en Latakia al jefe de batall¨®n rebelde Abu Basir al Jabalaui, en una operaci¨®n por el control de un checkpoint¡ª, pero tambi¨¦n protagoniza victorias para la causa, como la toma del aeropuerto militar de Menagh, situado en la provincia de Alepo, muy cerca de Turqu¨ªa, y asediado por decenas de hombres del ELS desde hace m¨¢s de un a?o. Desde ese aer¨®dromo, militares de El Asad abastec¨ªan la trinchera bajo su control precisamente en la ciudad de Alepo. Un a?o despu¨¦s de la gran batalla del barrio de Saladino, entrada desde el sur, la segunda ciudad siria permanece partida por la mitad y agujereada por un sinf¨ªn de checkpoints que trazan la frontera entre rebeldes y afectos al r¨¦gimen.
M¨¢s al norte, a lo largo de la frontera que Siria comparte con Turqu¨ªa y, al este, con Irak, con importantes focos de poblaci¨®n kurda, la fuerza del ISIS sigue creciendo. Son varias ya las noticias documentadas que el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con informadores en el terreno, ha recibido del secuestro y tortura de sirios kurdos a manos del ISIS, incluidos una veintena de civiles de Afrin, liberados posteriormente. Siguiendo la ruta de la M4, carretera que lleva de la costa al interior iraqu¨ª, hasta la provincia de Hasaka, el combate del ISIS y Al Nusra contra la guerrilla kurda del YPG ha levantado un frente al margen de la revoluci¨®n, con refriegas y atentados diarios.
Muy diferente es la estrategia de Al Nusra en la regi¨®n este del pa¨ªs, en Deir al Zor, donde el grupo es amo y se?or de la tierra. Pese a que el r¨¦gimen mantiene bombardeos constantes en esta provincia, que acumula alrededor del 70% de los hidrocarburos del pa¨ªs, la milicia islamista radical se ha hecho con el gobierno y gesti¨®n de los recursos y el abastecimiento de la poblaci¨®n, sobre todo con el reparto del tan querido trigo ¡ªun gesto nada balad¨ª dado que la revuelta tuvo entre sus motivos la subida de precios de los alimentos b¨¢sicos¡ª. Como defiende el estudio de la fundaci¨®n Quilliam, Al Nusra no es partidaria del combate directo planteado por el ELS en los centros urbanos de Damasco o Alepo, algo que podr¨ªa llevar al caos civil si prospera, sino del cerco y ahogo del r¨¦gimen desde el campo y la guerra asim¨¦trica contra objetivos gubernamentales en la ciudad.
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